MUCHA SENSIBILIDAD
PARA POQUÍSIMA LUZ
“El satélite fue probado muchas veces en los laboratorios terrestres antes de lanzarlo, pero hay pruebas que no se pueden hacer desde Tierra, solamente se pueden hacer estando en el espacio y en esa etapa están”, indicó.
Entonces, una vez que entró en órbita, se empezaron a hacer pruebas y se descubrió que “hay una reflexión que le mete luz a los detectores, es muy tenue, pero si no se corrige las estrellas más débiles no se podrían observar bien, aunque el grueso de las estrellas sí se podrán observar bien”.
Para corregir esto se está cambiando el ángulo de Gaia con respecto al Sol. Se programa al satélite desde la Tierra “y de hecho primero se hacen simulaciones a través del software para ver que este cambio no tenga repercusiones negativas en el resto de las operaciones del satélite”.
Las primeras observaciones de Gaia, además del problema, también capturaron a un asteroide del cinturón principal (2002 RS34) que se mueve desde el centro superior a la derecha del campo de visión de la película, informó la ESA.
“Eso fue algo que pasó por ahí y Gaia lo registró porque es muy sensible, así como registrará cuanta cosa ande por ahí aunque tenga poco brillo, es como cuando a nosotros se nos arruina la imagen del cielo profundo porque pasa un satélite o un avión, pero ese tipo de cosas ya están consideradas en Gaia, dentro de su software va a tener manera de rechazar datos como éstos”, explicó el investigador mexicano.
ADELANTE CON EL PLAN
Se arregle o no el problema de la luz parásita, Aguilar Chiu sostuvo que “la misión sigue adelante y vamos a tener un mapa tridimensional de la galaxia, pero podría tener un impacto negativo porque no podríamos observar las 1,000 millones de estrellas que se plantearon y que queremos medir, a lo mejor podríamos perder una cuarta parte de las estrellas”.
En mayo se terminan todas las pruebas que se pretenden realizar con Gaia y se empezará con las investigaciones científicas. Los primeros datos se darán a conocer en dos años, ya que este telescopio no ve imágenes, sino que hace mediciones muy precisas, así que lo que llegará a la Tierra son puros números, los que pondrán a trabajar a los astrónomos, sus computadoras y algoritmos. “Necesitamos por lo menos un año y luego se necesita todos los cálculos numéricos y computadoras poderosas para de ahí extraer los primeros mapas, que se podrán tener en dos años o dos años y medio”, reiteró Aguilar Chiu.
Gaia se lanzó el 19 de diciembre del 2013 desde el Puerto Espacial de la ESA en Kourou (Guayana Francesa).
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