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lunes, 31 de diciembre de 2018

Muere un lince en Córdoba tras recibir un disparo granadahoy.com

El director del programa Life + Iberlince denuncia en Twitter que el animal, de tres años, ha recibido "un disparo a bocajarro" y presentaba en su cuerpo más de 300 plomos de escopeta.

Un ejemplar de lince ibérico en Doñana. ANTONIO PIZARRO

Un lince ibérico macho, nacido hace tres años, ha muerto después de recibir "un disparo a bocajarro", según ha denunciado el director del programa Life + Iberlince, Miguel Ángel Simón.
A través de su cuenta de Twitter, Simón ha remarcado que el animal, perteneciente a la población de Guadalmellato (Córdoba) fue encontrado el pasado viernes, 28 de diciembre, gracias al radiocollar que portaba.
Asimismo, ha remarcado que además de "un disparo a bocajarro" que la necropsia realizada a este ejemplar macho -Marvel- ha revelado como causa de la muerte, se han detectado en su cuerpo la presencia de más de 300 plomos de escopeta.

Para el director del Life + Iberlince sucesos como éstos son "dramáticos" para el esfuerzo que están llevando a cabo dos países como España y Portugal y un total de 22 socios al objeto de recuperar esta especie en el conjunto de la Península Ibérica.

viernes, 28 de diciembre de 2018

Oídos sordos elhuffingtonpost

PIXABAY
Plano detalle de los ojos de una mujer llorando.

A Natacha, porque vi la lluvia en el cielo de sus ojos

Su jefe siguió rugiendo a pesar de que ella ya se había quitado los tapones de los oídos.
-¿Qué te has creído, gilipollas, que estás en una piscina? ¡Esto es un locutorio, subnormal! –y se taladró la sien con el índice- ¡Curras en un locutorio y te pones eso en las orejas! ¿Qué eres, telefonista o socorrista, tarada? ¿Cuánta clientela hemos perdido? ¿Y cuánto te han mangado, imbécil? ¡Anda, anda, lárgate de mi vista antes de que te saque de aquí a patadas! ¡Y vuélvete a tu puta isla a recoger cocos!
Aunque parecía más calmado, le dio otro arrebato; las venas del cuello se le hincharon como cables de teléfono y, sin dudarlo, agarró el bolso de Natacha y lo estrelló contra el suelo. Por el piso pegajoso se arrastraron, hasta protegerse bajo un ordenador, las falsas iniciales de Carolina Herrera.
Natacha, impasible, se agachó a recogerlo y descolgó su abrigo. Ya no volvería a la mañana siguiente a aquel sótano mal iluminado, sin más aire que el que exigían unos ordenadores asmáticos, sin otras ventanas que el cielo de sus ojos ni más decoración que el ajado cartel de "Prohibido fumar". Teclados con caries, sillas renqueantes y tres angostas cabinas de las que salía un cóctel de voces, rara vez jubilosas:
"¡No, no me insista con los nombres compuestos. ¡Y el del abuelo menos, mamá! A mí me gustan sonoros, cortos y españoles: Kevin."
"¿Es benigno? ¡Gracias a Dios! ¡Qué alegría, papá! -luego, bajando la voz -Qué pena no poder ir a darle un abrazo, pero quiero que sepa que esta noche, con más fuerza que nunca, rezaré por usted. Bendiciones y cuelgo, que sólo tengo calderilla".
Calderilla, chatarra, un recibo del Monte de Piedad y el bono-bus, es lo que escondía el fondo de la ajada cartera de Natacha.
Sin ningún contrato que la vinculase, perder el curro resultaba tan sencillo como cruzar el umbral del locutorio.
Desahucios, enfermedades, suicidios, detenciones. Y dinero, siempre dinero, pedido y negado con todos los acentos.
Con decisión, como si la esperaran, enfiló la calle Hernani hacia Bravo Murillo. Aspiró el tostado olor de los churros que salía de La Andaluza, mezclado con el aroma a agua de azahar y villancicos que exhalaba el Horno de san Onofre.
Escaso alivio le trajo rozar el calor de las castañas asadas; ni siquiera, contra su costumbre, devolvió el saludo a Evelyn, la castañera inmóvil en su esquina desde la primera racha de aire frío hasta la última lluvia de marzo, que la premió, sin quitarse el cigarrillo de la boca, con su amarillenta sonrisa de maíz tostado.
Caminaba sin hacer caso a la mansa nieve que, empeñada en vestir de novia a la ciudad, no llegaba a opacar las arqueadas cejas de un tal Zapatero que, desde la marquesina, pedía el voto.
Pasó junto al rumano que tocaba para nadie y dejó en el sombrero vuelto sus últimas monedas, que se disolvieron en el contado metal del fondo.
-¡Adiós, ojitos! –agradeció el rumano levantando el brazo, y el acordeón se quejó.
Los ojos azules de Natacha, que destacaban sobre su piel acanelada, se resistían a llorar mientras hilvanaba, moviendo apenas los labios, la respuesta que merecía, y no recibió, aquel perdonavidas que por meses la había atado a la silla del locutorio durante nueve horas diarias por un sueldazo de quinientos euros.
-Cómo no me iba a poner los tapones, cacho carne, si ya no podía soportarlo más, si todos los sollozos que he escuchado en ese cuchitril me han secado el alma.
Confiaba en que esos pedacitos de silicona pudieran empapar todas las lágrimas que había secado a diario.
Hijos que se despedían de padres moribundos sin poder acudir a su lado ("Entiéndalo, un vuelo improvisado y en temporada alta, ni malvendiendo las joyas que me prestó, madre. Compréndame"). Padres que balbucían mimos a niños que ya no les recordaban ("que no, cariño, que no. Que yo no tengo barba, Raulito"). Los hipos de todas las muchachas que suplicaron a sus novios que no las abandonasen, mientras el contador del locutorio se acercaba al límite. El padre que golpeaba la formica gritando: "¡Mujer, si tiene trece años! ¡Trece años! ¡Carajo! ¡También a nosotros nos ha salido el domingo siete! –y crujió el tablero bajosu puño- ¿Cómo? ¿Cómo que cuando dé a luz ya tendrá catorce? ¿De cuánto está entonces? ¡De cinco! ¿Y a qué esperabais para decírmelo? ¿A que tuviera una barriga como el Chimborazo? ¿O al día del bautizo?"
Desahucios, enfermedades, suicidios, detenciones. Y dinero, siempre dinero, pedido y negado con todos los acentos.
A muchos los encontraba al salir de su turno fatigando la acera, algunos ya borrachos de la cerveza calentorra que les vendía el chino; errabundos y ensimismados en su drama, rumiando su desventura.
Por eso ella, en el locutorio, a ratos, se colocaba los tapones en los oídos, anhelando el silencio.
Confiaba en que esos pedacitos de silicona pudieran empapar todas las lágrimas que había secado a diario.
Natacha se tragó las suyas.
Y a ella, el Metro de Cuatro Caminos.

jueves, 27 de diciembre de 2018

¿Por qué el cuerpo me pide más sal de lo normal? elhuffingtonpost

Según los expertos, el estrés, la regla y las papilas gustativas pueden influir en tu consumo de sal.


DIANE LABOMBARBE VIA GETTY IMAGES
Los alimentos salados revolucionan nuestras papilas gustativas, por eso a muchos nos gusta tirar de salero cuando tenemos un plato de comida delante. Pero, ¿crees que el cuerpo te pide más sal de lo normal? ¿Te has preguntado alguna vez a qué podría deberse esto?
El consumo de sal recomendado para adultos no debe superar los 5 gramos diarios (una cucharilla de café), según la Organización Mundial de la Salud (OMS). No obstante, los españoles duplicamos esta cantidad.
A continuación puedes leer los motivos más habituales por los que la gente tiende a inclinarse por alimentos salados, además de consejos de expertos para controlar este gusto por la sal.

Haces mucho ejercicio

CAVAN IMAGES VIA GETTY IMAGES El sudor elimina sales del cuerpo.
El organismo pierde sodio cuando sudamos, lo cual nos produce ganas de consumir sal para recuperar los niveles normales, explica Emily Kyle, autora de The 30-Minute Thyroid Cookbook.
"Hacer ejercicio en exceso, correr largas distancias o cualquier otra actividad atlética extenuante suelen causar ganas de salado, debido a un desequilibrio en los electrolitos, en concreto entre el potasio y el sodio", aclara el doctor David A. Greuner, cirujano cardiovascular y director quirúrgico de NYC Surgical Associates.
En general, las bebidas para deportistas ayudan a reemplazar los electrolitos. También te puedes preparar tu propia bebida de electrolitos mezclando zumo de limón y lima, jengibre, una pizca de sal y una cucharada de edulcorante líquido, como miel o sirope de agave.

Estás deshidratado

La deshidratación también se manifiesta como una necesidad de sal. Esto ocurre cuando el nivel de fluidos del organismo no funciona correctamente, señala el doctor Constantine George, fundador y jefe médico de Epitomedical, una consulta privada que combina medicina interna y pediátrica. "Esa es la forma del organismo de decirte que comas o bebas más".
Sucede lo mismo si estás embarazada. "Las mujeres embarazadas tienden a tener más ganas de salado por la deshidratación producida por los vómitos y las náuseas asociadas al embarazo", apunta Rachel Daniels, directora de nutrición en la clínica online Virtual Health Partners.

Tienes síndrome premenstrual

Si te lanzas a todos los alimentos salados que pillas a tu paso durante la semana antes de la regla, tranquila, no estás sola: es habitual que el síndrome premenstrual cause antojos.
Aunque esos saladitos (ya sean bocadillos o patatas fritas) resultan reconfortantes, también pueden desencadenar otros síntomas premenstruales. Varios estudios demuestran que el consumo de sal puede provocar retención de líquidos, que ya de por sí se da durante el período, y que da lugar a hinchazón e incomodidad.

Estás estresado

KLAUS VEDFELT VIA GETTY IMAGES La gente suele tener más ansias de sal cuando está estresada
Un día complicado en el trabajo puede llevarte a acabar con una bolsa de patatas fritas entre manos. Kyle afirma que el tener antojos salados a veces es "consecuencia de comportamientos o patrones como aburrimiento o estrés, lo cual hace que el individuo tome inconscientemente más sal de la necesaria".

No duermes lo suficiente

La falta de sueño hace que la gente tenga ganas de comida basura, según un estudio de 2013. De ahí que después de una noche de fiesta te apetezca un kebab, una pizza o unas patatas. Los expertos recomiendan que un adulto duerma entre siete y nueve horas cada noche.

La sal puede hacerte sentir bien

A veces notas que necesitas sal porque esta sustancia enciende el centro de placer en tu cerebro y libera una hormona llamada dopamina, que te hace sentir felicidad, apunta Ysabel Montemayor, dietista en Fresh n' Lean.
La ingesta de alimentos salados es en cierto modo similar a una drogadicción. "Los alimentos salados, dulces y grasos tienen este efecto", añade. Muchas personas tienen ese gusto natural por lo salado, y comer alimentos con mucha sal les da una sensación de placer. "A veces esto nos provoca ansias de sal cuando no está presente, ya que tendemos a buscar esa misma sensación de placer", señala Montemayor.

Los humanos antes estaban programados para ello

ELEONORA FESTARI / EYEEM VIA GETTY IMAGES Antes la sal era más difícil de encontrar.
"Los seres humanos tienden de forma innata a buscar la sal porque es necesaria para la supervivencia e históricamente era un mineral raro", argumenta Heather Woodward, dietista en el Copeman Healthcare Centre de Canadá. Pero hoy en día, esta sustancia adictiva es más fácil de encontrar... demasiado, quizá.
"La sal aparece en abundancia en nuestra cadena alimentaria y, en general, las sociedades occidentales toman demasiada", dice.

Tus papilas gustativas se han acostumbrado a alimentos más salados

Si sueles ser generoso con el salero, es posible que el organismo se haya acostumbrado al sodio y considere normal ese extra de sal.
"Con el tiempo, desarrollamos una tolerancia a productos dulces y salados, lo cual significa que si estamos acostumbrados a comer salado, para que algo nos sepa sabroso necesitamos más sal de lo normal", sostiene Woodward. Pero al contrario también se cumple: algo que no esté salado sabrá mucho más a una persona que lleva una dieta baja en sal.

Es posible que tengas un problema de salud relacionado

Es raro, pero también merece la pena mencionarlo: algunas afecciones médicas pueden hacer que el cuerpo te pida más sal. La enfermedad de Addison, que también se conoce como insuficiencia suprarrenal, es un síndrome desconocido que ocurre cuando tu cuerpo no produce suficientes hormonas. Entre sus síntomas, se incluyen fatiga extrema, dolor muscular o de articulaciones, pérdida de vello corporal, azúcar en sangre bajo, hiperpigmentación y dolor abdominal.
El síndrome de Batter, una enfermedad genética rara que afecta a la capacidad del riñón para reponer la sal, también puede producir esos antojos —según laNational Organization for Rare Disorders—, así como debilidad muscular, micción excesiva, calambres, espasmos y fatiga.
Consúltalo con tu médico si estás experimentando algún tipo de síntoma anormal.

Cómo combatir esas ansias de sal

ART-4-ART VIA GETTY IMAGES
Utilizar especias y hierbas aromáticas te ayudará a reducir el consumo de sal.
Se ha vinculado un consumo excesivo de sal con la diabetes, con trastornos del riñón, con tensión arterial alta y con enfermedades cardiovasculares, según Serena Poon, chef y nutricionista en Los Ángeles. Por tanto, conviene tener cuidado con la cantidad de sal que tomas. Si crees que consumes demasiada, debes tratar de reducir la ingesta de sodio.
Nuestro consumo excesivo de sal suele ser simplemente un hábito, opina Poon. "Muchas veces, las ganas de sal proceden de un comportamiento adquirido", dice. "Queremos sal por hábito o por condicionamiento".
Si ansías la comida salada, la experta recomienda priorizar alimentos con un alto contenido natural en sodio, como el apio, las verduras de hojas verdes, las zanahorias o las algas.
También puedes utilizar hierbas aromáticas y especias en lugar de sal, aconseja Kimberly Gomer, directora de nutrición en el Pritikin Longevity Center, un spa de salud y bienestar en Miami. "Al principio puede ser duro, pero el paladar se adaptará", asegura.

Esto es lo que hemos aprendido sobre medioambiente este año elhuffingtonpost

Despedimos 2019 con la sensación de que llegamos tarde pero también con la esperanza de haber aprendido mucho durante estos meses.


El feminismo ha sido el movimiento social protagonista indiscutible del año, sin duda. Pero tras él, el medioambiente y la ecología comienzan a abrirse paso y a empezar a marcar la agenda de gobiernos e instituciones, alertados por la comunidad científica, organizaciones ecologistas y la sociedad.
Comienzan a pasar cosas, se empiezan a tomar medidas para frenar el cambio climático, para revertir la contaminación atmosférica y para detener los vertidos de desechos en el mar. Aunque nos queda taaaaaanto por hacer...
Despedimos 2019 con la sensación de que llegamos tarde pero también con la esperanza de haber aprendido mucho durante estos meses.

1. No queremos un mar de plástico

Los datos están ahí: 8 millones de toneladas de plástico son vertidos cada año a nuestros mares y océanos... Aunque no es la única, sí que esta es una de las principales amenazas ambientales que está poniendo en grave peligro la supervivencia de especies y ecosistemas
La portada de la revista National Geographic lo dejaba claro en el mes de junio.
NATIONAL GEOGRAPHIC PORTADA NATIONAL GEOGRAPHIC

2. Una nueva palabra: basuraleza

Con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre, celebrado el pasado 3 de marzo, el proyecto Libera, impulsado por Ecoembes y Seobirdlife, acuñó este nuevo término de corte medioambiental y que, como es evidente, hace referencia a la basura que se encuentra en la naturaleza.
La basuraleza no es solo un problema meramente estético, es una catástrofe ambiental que requiere de una intervención inmediata. Concienciar y movilizar a la gente para mantener libres de basura los espacios naturales es el principal objetivo de Libera.

3. Adiós plásticos de usar y tirar

La Unión Europea prohibirá a partir de 2021 los artículos de plástico de usar y tirar más populares, como platos, cubiertos, bastoncillos de algodón y envases de poliestireno para alimentos, pues estos plásticos representan cerca del 70% de los desechos que contaminan las aguas y las playas de nuestro territorio.
Esta es una de las medidas promovidas por el Parlamento Europeo con el fin de reducir su impacto en el medioambiente y ayudar a que desaparezcan sus desechos de las playas europeas.

4. Hola a los nuevos plásticos

El plástico tiene unas propiedades de conservación y aislamiento difíciles de lograr con otro tipo de materiales. Esto significa que, de momento, no utilizarlo es una tarea imposible.
ECOEMBES The Circular Lab
Ahora bien, ya existen numerosos proyectos y prototipos de plásticos para el futuro: no contaminantes ni en su fase de producción ni en su fase de desaparición pues se pueden compostar y son biodegradables.

5. Nuevas formas de reciclar, nuevas tasas de basura

Son pocos aún los municipios de nuestro país en los que se ha implantado, pero poco a poco vamos dando la bienvenida al contenedor marrón, ese al que van destinados los residuos orgánicos, el que permitirá reciclar esa basura para compostaje o como fuente de energía.
La implantanción cada vez más selectiva de la recogida de desechos supone también la posibilidad de poner en marcha la tasa por generación de basura, el impuesto que premiará las buenas prácticas al gravar las tasas de aquellos que no separan y generan más basura sin posibilidad de retorno o reciclaje.

6. Se puede luchar contra la contaminación

Ya en 2013, un informe del Banco Mundial advertía de que la contaminación atmosférica provocaba cinco millones de muertes prematuras al año. En 2017, la Agencia Europa de Medio Ambiente aseguraba que la polución precipita la muerte de 430.000 personas al año en territorio europeo y que el 85% de la población urbana de Europa está expuesta a niveles dañinos de contaminación por dióxido, ozono y partículas contaminantes.
Dos polémicas medidas se han puesto en marcha para luchar contra el efecto devastador de la polución. Por un lado, el ayuntamiento de Madrid acaba de poner en marcha 'Madrid Central', prohibiendo la circulación de coches contaminantes por la almendra central de la ciudad. Por otro, el Gobierno quiere establecer por ley que a partir del año 2040 no se permita la matriculación y venta en España de turismos y vehículos comerciales diésel y gasolina.

7. Educando niños respetuosos con el medioambiente

Contaminación atmosférica, cambio climático, basura en los mares... Desde el mundo científico nos dejan de lanzar alertas sobre lo que estamos haciendo y las consecuencias catastróficas de nuestro comportamiento con la naturaleza.
Es urgente actuar y tomar medidas, pero también es vital concienciar a las futuras generaciones para que respeten y cuiden el planeta.
Hay ya numerosas iniciativas para educar a los más pequeños en temas ambientales y ecológicos. Este año, además, la organización Ecoembes ha dado un paso al frente y ha puesto en marcha el proyecto Naturaliza, que introducirá de manera transversal en el programa de estudios de quinto de primaria cuestiones relacionadas con la naturaleza y el respeto al medioambiente. De momento, se ha implantado en 31 colegios de Madrid y La Rioja, pero no tardará en extenderse por todo el territorio nacional.

Granada abrirá un parque de arqueología tras nuevos hallazgos ELPAIS

Los Mondragones suma 12 tumbas visigodas y tres edificios romanos


Un arqueólogo excava una de las tumbas visigodas descubiertas. 

martes, 25 de diciembre de 2018

Un experto avisa: la señal en este tipo de botes que indica que lo debes tirar inmediatamente elhuffingtonpost

Si lo ves, "su consumo puede ser peligroso".


ETTY
Bote
Miguel A. Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, ha advertido del peligro de consumir botes de vidrio con legumbres como garbanzos si al abrirlo no se escucha el característico "pop".
"Acabo de abrir este bote y ha ido directo a la basura. Recuerda que si al abrirlo no oyes "pop" (solo con tapas de seguridad como esta) o si la tapa no ofrece resistencia, significa que ha perdido el vacío y su consumo puede ser peligroso", ha subrayado.
Acabo de abrir este bote y ha ido directo a la basura. Recuerda que si al abrirlo no oyes "pop" (solo con tapas de seguridad como esta) o si la tapa no ofrece resistencia, significa que ha perdido el vacío y su consumo puede ser peligroso
En tuits posteriores, el experto ha explicado que hay una forma para saber si la tapa es de seguridad. "¿Ves la parte central de la tapa que sobresale un poco hacia arriba? Cuando hay vacío está hundida hacia abajo y suena al abrir el bote", ha indicado.
Lurueña advierte de que utilizar el alimento sin haber escuchado el "pop" es peligroso incluso aunque se hierva posteriormente porque "hay cosas que resisten el hervido". En todo caso habría que echarlo a la olla express: "Ahí sí podrían eliminarse los riesgos, pero habría que controlar tiempo y temperatura y eso en casa no es posible".
El experto ha compartido después una foto del contenido del bote en el cubo de la basura para que no haya dudas de su afirmación:

Este es el número máximo de copas que deberías tomar en Navidad elhuffingtonpost

Las fiestas están ya aquí, así que cuidadito con pasarse.


RINA DOBROLYUBOVA VIA GETTY IMAGES
Las fechas navideñas son conocidas por los excesos. Demasiados regalos, mucho tiempo en familia y demasiada comida y alcohol. Llegado el 7 de enero, no es raro sentirse hinchado y aturdido, sin saber cómo han podido desmadrarse tanto las fiestas.
Ahora que ya están aquí, es hora de concienciarse para no pasarse de la raya, ya que los excesos pueden ser peligrosos, sobre todo de alcohol. Los estudios demuestran que beber demasiado está asociado a multitud de problemas, como depresión, ansiedad, cardiopatías y cáncer.
La buena noticia: puedes beber. La mala: no demasiado. Esto es todo lo que necesitas saber sobre cuánto champán o vino deberías tomar como máximo durante estas fiestas.

¿Cuántas copas son demasiadas?

Hay que dejar algo claro desde el principio: emborracharse nunca es una buena idea. La Asociación Estadounidense del Corazón y la Academia de Nutrición y Dietéticarecomiendan no tomar más de una copa al día si eres mujer y dos al día si eres hombre, lo cual no quiere decir que puedas tomarte siete copas en una noche solo porque te hayas abstenido durante toda la semana.
Vincent Pedre, especialista en salud intestinal, y Kelli McGrane, dietista de Lose It!, insisten en ceñirse a la regla de una o dos copas al día, incluso durante las fiestas. No obstante, si te pasas (que suele ocurrir), para Pedre la clave está en controlar el ritmo.
"Asegúrate de comer para frenar la absorción del alcohol y limítate a una copa por hora, sin pasarte de cuatro por noche. Es un consejo general, pero si no dispones de tanto tiempo, no deberías tomar más de dos copas. Conócete a ti mismo. Escucha a tu cuerpo", aconseja.

Reduce el azúcar donde puedas

Durante las fiestas, las bebidas alcohólicas te rodean por todas partes, pero no todas son iguales. Por lo general, las bebidas azucaradas sientan peor que las no azucaradas, además de que contribuyen más a la ganancia de peso.
Si buscas acabar las Navidades sin resaca y cabiendo todavía en tus pantalones favoritos, es primordial que vigiles las bebidas.
"Aunque existen estudios de todo tipo sobre los beneficios de ciertas bebidas alcohólicas, es importante la bebida que utilices para la mezcla", advierte McGrane. "Para mantener las calorías bajo control, evita las bebidas cremosas, con refrescos o con zumos muy azucarados. Si no te gusta tomarte las bebidas a palo seco, puedes mantener las calorías a raya con los cócteles clásicos: un old-fashioned, un Manhattan, un paloma, un mojito, un Sazerac, un gintonic o un martini.
Pedre, por otra parte, prefiere el tequila o el spritzer. "La bebida con menos calorías que puedes tomar es un tequila con hielo. El tequila tiene poco azúcar y es más fácil de metabolizar que otras clases de alcohol, por lo que es una buena opción si estás tratando de controlar el peso. Otra bebida más ligera es el spritzer de vino. Tiene menos alcohol que el tequila y las burbujas le dan un toque festivo".

Cómo moderarse con el alcohol sin sacrificar la diversión

Si limitarte a una o dos bebidas bajas en azúcar te resulta una lata, no te preocupes: hay un montón de formas de pasarlo bien sin excederse con el alcohol. "Sustituyendo parte del vino o el licor por kombucha reducirás las calorías y el alcohol y seguirás manteniendo el sabor", sugiere McGrane.
Pedre recomienda centrarse en vivir el presente: "La diversión depende de la espontaneidad y de saber vivir el momento. Si utilizas el alcohol para reducir tu incomodidad social, superar obligaciones familiares estresantes o ayudarte a pasarlo bien, trata simplemente de conversar".
"Creemos que conocemos a nuestros familiares y amigos, pero no siempre es así. Ten curiosidad, indaga y habla sobre algo de lo que nunca hayáis hablado. No dejes que lo que crees saber guíe tus conversaciones. Aprende algo nuevo sobre alguien", concluye Pedre.