El artista Eugeni Bonet, Sáenz de Buruaga y Piluca Baquero, familiares de Val del Omar, miran la truca, en el centro Guerrero . :: GONZÁLEZ MOLERO
El cineasta José Val del Omar (Granada, 1904 - Madrid, 1982) volvió ayer al mundo en forma de lágrimas, las que derramó su yerno Gonzalo Sáenz de Buruaga al inaugurar 'Desbordamiento', la exposición más ambiciosa sobre un autor y visionario audiovisual que pasó auténticas penurias, hasta el punto de que su hija María José fue su soporte principal al final de su vida. En 1974, ella le creó el laboratorio PLAT, donde él se recluyó hasta su muerte para realizar sus investigaciones.
Hasta un rincón del centro José Guerrero de Granada han llegado joyas de la biografía de este creador místico, excéntrico y poco práctico que, sin embargo, se ha convertido en una figura de culto entre nuevas generaciones de cineastas. En Francia, algunas escuelas audiovisuales miran con lupa su legado y reclaman su inspiración; mientras en Granada, recordó el comisario de la muestra, Eugeni Bonet, otros artistas incluso se han tatuado su nombre. Todos ellos tienen ahora un pequeño edén en la primera planta del centro José Guerrero, junto al ascensor, donde se proyecta al público la llamada e inédita 'película familiar', que Val del Omar filmó en los años treinta, entre Granada, Madrid y Valencia. En ella, se besa con su esposa y filma las bellas caras de sus hijas con lenguajes que sorprenden por su actualidad, a pesar del blanco y negro.
La muestra, en colaboración con el Museo Nacional Reina Sofía, la familia del artista y la Alhambra, reúne además fotografías de las Misiones Pedagógicas de la II República, collages, parte de su laboratorio PLAT (sigla de Picto Lumínica Audio Táctil, concepto que designaba a la práctica a la que aspiraba) y sus tres filmes señeros: 'Aguaespejo granadino', 'Fuego en Castilla' y 'Acariño galaico', proyectados en la segunda planta, al final del recorrido.
Pero el yerno del cineasta, Gonzalo Sáenz de Buruaga, quiso destacar como la pieza más preciada una fotografía de su ya desaparecida mujer cuando era sólo una niña. Esa instantánea, realizada por el propio Val del Omar a su hija María José en el año 1931, tiene dos palabras manuscritas en rojo: 'La realizadora'.
«Él estuvo muriendo en Madrid 50 años y todavía lo estoy presenciando en retazos de esta miserable España. Es el mayor tecnoartista que ha dado España y probablemente Europa», espetó Sáenz de Buruaga, quien aclaró que la truca exhibida en la primera planta del espacio granadino representa sólo el 10% del laboratorio que se conserva en Madrid.
La truca, en perfecto estado, es una máquina de procesar y componer imágenes, donde las distintas fuentes convergen en una pantalla que a su vez es grabada por una cámara de cine o vídeo. Se hará funcionar los martes a las 19.00 horas, día de la visita guiada, hasta el 4 de julio. Junto a este artilugio 'estrella', en la sala se sitúan objetos de fabricación casera, como aparatos de proyección, lentes, filtros, obturadores, componentes electrónicos...
Misiones Pedagógicas
Pero antes de elevarse a ese mundo tecnológico, el visitante deja en la planta baja del José Guerrero varias decenas de fotografías sobre las Misiones Pedagógicas, el descubrimiento de la cultura por parte del mundo rural español en la II República a través de intelectuales que se desplazaban por los pueblos. Las instantáneas las ha prestado para la ocasión la Residencia de Estudiantes de Madrid, propietaria de las imágenes históricas donde se capta, entre otras cosas, el asombro de algunos campesinos ante su primera proyección cinematográfica. No todas fueron realizadas por Val del Omar, que participó en el proyecto como un 'misionero' más, tal y como dan fe algunos escritos y cartas exhibidos.
Documentales sobre fiestas populares de Murcia, Cartagena y Lorca y la película 'Estampas 1932' completan la faceta más social de este creador del que se conserva escaso metraje.
«Con esta muestra, Val del Omar, un gran artista de la serie B, puede que pase a la serie A», apuntó el comisario, Eugeni Bonet. La directora del Centro Guerrero, Yolanda Romero, explicó que se han recuperado inéditos y nuevos fragmentos que ya se exhiben en los monitores del espacio. «Ahora, la asignatura pendiente es catalogar y restaurar su legado», comentó la productora Piluca Baquero Val del Omar.
En la última planta se proyectan los tres filmes referenciales del granadino bajo la premisa de su espectáculo total, ya que en dos de ellos se emplea la técnica de proyección de desbordamiento de la pantalla, en la que las imágenes pretenden alcanzar al propio espectador.
De ahí el título de este proyecto, 'Desbordamiento' de Val del Omar, con motivo del 106 aniversario de su nacimiento. Y con la clara intención de que de una vez por todas se hagan realidad los intentos fallidos de la Diputación de Granada para crear un centro dedicado al estudio de la obra de este artista, perteneciente cronológicamente a la generación del 27.
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