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domingo, 6 de junio de 2010

Los parados buscan refugio en el campo ideal.es

Las empresas comercializadoras de la Costa reciben un aluvión de peticiones de trabajo

03.06.10 - 01:10 -

Los parados buscan refugio en el campo

Un demandante de empleo rellena una solicitud en las oficinas del grupo La Caña. :: FERMÍN



La escena se repite, a diario desde hace ya muchos meses en los mostradores de recepción o almacenes de las decenas de empresas comercializadoras hortofrutícolas de la Costa Tropical. En algunas, en una sola mañana, se han llegado a entregar medio centenar de solicitudes de trabajo y a principios de campaña, el pasado verano, se podían ver colas en algunas firmas de Motril, Albuñol o Castell de Ferro. El éxodo de la construcción o de la hostelería ha intentado encontrar su tierra prometida en la agricultura, único sector que no solo no ha perdido puestos de trabajo a consecuencia de la crisis, sino que mantiene -al alza- las actuales plantillas y da de comer, de manera directa a miles de familias en toda la Costa de Granada. Basta dar una vuelta por las empresas para conocer la realidad. La firma motrileña Procam cuenta con una plantilla media de 100 trabajadores y en momentos punta se alcanzan los 140-150. Paradojas de la vida, «en campañas anteriores a la crisis había momentos en los que era difícil contar con el personal necesario, ahora la situación se ha invertido es decir hay mucha mas oferta de trabajo que la necesaria en la compañía», relata su gerente Fernando Martín.
Con nombre y apellido
Esta oferta proviene principalmente del desempleo generado en otros sectores. La situación, lejos de remitir aumenta mes a mes y todo es válido para conseguir un puesto de trabajo en la desesperación del desempleo, pero sobre todo las relaciones personales en un marco geográfico reducido donde todos se conocen y donde la situación se vuelve mucho más triste y delicada. «En el aspecto personal lo estamos llevando regular porque a muchas de esas solicitudes de trabajo les ponemos nombres y apellidos, me refiero a gente que conocemos y que de un día para otro ves aquí pidiendo trabajo», cuenta el presidente de la cooperativa Granada-La Palma, Pedro Ruiz.
En sus instalaciones, y desde septiembre, se han estado recibiendo solicitudes de empleo de personas que han dejado de recibir las prestaciones por desempleo o que, simplemente, no las han tenido. A diario siguen llegando peticiones a la cooperativa que está inmersa a su proceso de ampliación. «Desde luego, nuestro objetivo en este sentido es dar estabilidad a los casi ochocientos trabajadores que podemos alcanzar en los momentos punta y, en la medida que podamos, absorber parte de esa mano de obra que necesita emplearse», dice Ruiz.
El trabajador en paro que llega desesperado a buscar trabajo en las naves hortofrutícolas suele arrastrar un trauma personal detrás y «encima se trata de hombres y mujeres de nuestro propio entorno, con quienes te cruzas a diario», comenta el presidente de 'La Palma'.
El colchón de la Costa
La crisis ha puesto a la alhóndigas y cooperativas en la tesitura de pasar a ser el 'colchón de la crisis' en la comarca de la Costa. «Hay que reconocerles que tal y como está la situación, son el motor principal de la Costa en mantenimiento de puestos de trabajo», explica el concejal de Agricultura del ayuntamiento de Motril, Francisco Villoslada, que recuerda que en la comarca el sector agrario «es esencial para salir delante de esta crisis». El edil motrileño amplía, además, esa cobertura laboral a otro ámbito del sector que emplea a miles de personas, «los propios agricultores que contratan para trabajar en sus invernaderos a muchas personas procedentes de otros sectores».
Las empresas del grupo 'La Caña' viven a diario esa realidad, la de las personas que cada día llaman a su puerta en busca de un puesto de trabajo. Los responsables de la empresa confirman que tanto en la campaña pasada como en la actual se está recibiendo a diario un auténtico aluvión de peticiones de trabajo. Los currículos no dejan lugar a dudas: Se trata de personas que antes se ocupaban en la construcción o en otros sectores devastados por la crisis. «Si bien es cierto que hemos podido dar ocupación a una gran parte de los desempleados también es cierto que la capacidad de absorción de las firmas comercializadoras no da ya más de sí», explica su administrador-gerente, Jesús García Puertas. El responsable de La Caña asegura que, al contrario de lo que está ocurriendo en otros ámbitos de la economía comarcal, «el sector agrario ha mantenido sus números y puestos de trabajo, no habiéndose producido los despidos que estamos viendo en muchas empresas dedicada a otra actividad».
«La agricultura, a pesar de sus vaivenes y de la inestabilidad que la acosa en los últimos años, sigue sosteniendo con firmeza una amplísima porción de la economía de toda la comarca», apunta. García, también vicepresidente de Aecost, lanza así todo un aviso a los sectores políticos y sociales que durante años han denostado la agricultura de la Costa y pretendían relegarla a un plano secundario. Y aunque los datos de la presente campaña no están cerrados es muy probable que tanto a nivel de producción como en las centrales de manipulación se mantenga el empleo en niveles prácticamente similares a los de campañas precedentes.
En un momento como el actual el sector haciendo en enorme esfuerzo por mantener las líneas de trabajo tradicionales, innovando con nuevos productos y mercados «y a pesar de las dificultades desde mi punto de vista el sector en su conjunto está manteniendo el tipo», rubrica desde Procam su gerente Fernando Martín.
Pilar fundamental
Para la Asociación de empresarios de la Costa Tropical, Aecost, sin duda el sector productor y comercializador continúa siendo el soporte de la economía de la zona de Motril, Salobreña, Castell y la Contraviesa.
Los empresarios argumentan que si hay algún sector demandante de empleo en cualquier época es éste. En campañas más todavía: «La fortaleza del sector debería animarnos a solicitar un mayor respaldo de la administración, pero también a buscar nuevas oportunidades de negocio en otros mercados y en la puesta en marcha de industrias derivadas de la agricultura y de la potenciación de los canales de distribución con la incorporación de nuevos productos», afirma el presidente de Aecost, Julio Rodríguez Martín Feriche.
Y en ello ahondan los propios protagonistas de la comercialización y exportación; casos como el de 'La Palma' son claros. Su presidente pide «prudencia» a los políticos a la hora de marcar el desarrollo estratégico de la zona, para generar riqueza y empleo. «La agricultura es un pilar fundamental, siempre va a existir, va a evolucionar mucho y seguirá absorbiendo mano de obra, por lo que la apuesta está clara».
Ruiz está totalmente a favor de que se potencien otras fuentes de riqueza en toda la comarca, «pero bajo ningún concepto a costa de sacrificar nuestro más importante sector para que el otro avance, sería un error histórico tremendo». En general, desde los invernaderos hasta las líneas de confección y las oficinas de las comercializadoras se tiene la convicción de que la agricultura está acostumbrada a hacer frente a situaciones muy adversas y se ha demostrado, con creces, que la crisis se ha amortiguado en la costa solo y exclusivamente gracias al sector agrario.

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