El presidente del Gobierno acuerda con Griñán la continuidad de la inversión en marcha en la autovía
Según Griñán, se salva. El tramo Puntalón-Carchuna, donde estas últimas semanas se han realizado despidos y se ha ralentizado la obra :: JAVIER MARTÍN
Suficiente condena tiene ya la Costa de Granada con seguir siendo en 2010 -después de dos décadas de retrasos y promesas incumplidas- el único trocito de litoral Mediterráneo que queda en España sin conexión por autovía como para que encima le paren las obras. Así parece que lo ha entendido finalmente el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció ayer el 'indulto' de la Autovía A-7 al incluirla en la lista de obras que se salvarán de los recortes presupuestarios del Ministerio de Fomento.
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, negoció ayer con el líder del Gobierno central la continuidad de infraestructuras que hasta el momento estaban ralentizadas y amenazadas por el 'tijeretazo' de Fomento y salvó de la quema al segundo puente de Cádiz, a la autovía del Mediterráneo A-7 a su paso por Granada y a la A-32 entre Úbeda y Torreperogil (Jaén).
En rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa, tras mantener un encuentro con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que tuvo una duración de dos horas y cuarto, el líder del Ejecutivo andaluz precisó que de los 500 millones que el Gobierno de la Nación va a destinar a infraestructuras «Andalucía es con diferencia la que más se llevará, con una cantidad superior o en torno a los 120 millones», informa Europa Press.
Griñán quiso dejar claro que la estabilidad presupuestaria «no está reñida» con la inversión pública y que era «muy importante» para el Gobierno andaluz «desbloquear» algunas inversiones «imprescindibles» para Andalucía. Algo que, según dijo, «hemos conseguido». Griñán anunció que el Gobierno va a volver a licitar el tramo La Gorgoracha-Puntalón, que lleva meses paralizado después de que la empresa adjudicataria planteara una modificación del trazado que suponía un aumento del 80% del presupuesto y que Fomento optara por rescindirle el contrato. Ahora se volverá a licitar este tramo.
Pero la amenaza se cernía sobre otro tramo más, el Puntalón-Carchuna, que construye Acciona Infraestructuras y cuyos trabajadores han recibido la comunicación de que, a partir del próximo 10 de septiembre, habrá 150 despidos por los problemas presupuestarios de Fomento. En las últimas semanas se ha podido constatar que las obras se han ralentizado y que apenas quedan ya trabajadores en las bocas de estos túneles. Griñán no se refirió ayer específicamente a este tramo -de hecho en el PSOE de Granada nunca han reconocido que hubiera problemas- pero de sus palabras también se deduce que no habrá que preocuparse y que su continuidad queda garantizada en tanto que dijo: «Hay garantía de no paralización ni rescisión de las infraestructuras».
Los últimos compromisos
La última fecha que, un día antes de la manifestación del 27-J, ofreció el PSOE a la Costa de Granada y que por supuesto ya no tiene nada que ver con la de los últimos compromisos electorales (se suponía que tenía que toda la A-7 iba a estar en funcionamiento en 2010) pasa por poner en servicio en 2011 los tramos Puntalón-Carchuna y Polopos Albuñol. Ahora, según el PSOE de Granada, están al 70%. Para 2012 dejan el tramo Carchuna-Castell y el Taramay-Lobres, que permitirá abrir la pata de la A-7 por la que por fin se circulará en autovía desde Motril a Almuñécar.
Ayer, tras conocer la buena noticia anunciada por Griñán y Zapatero la secretaria general del PSOE de Granada, Teresa Jiménez, valoró «el renovado compromiso» de los presidentes del Gobierno y la Junta con la ejecución de la A-7, «una infraestructura prioritaria para la provincia».
«Estábamos convencidos de que habría buenas noticias y así ha sido», indicó Jiménez a través de un comunicado. Para la portavoz del PSOE «de nuevo los Gobiernos socialistas dan respuesta y muestran su compromiso con nuestra provincia y con la Costa de Granada, actuando con responsabilidad ante la situación actual, cargada de dificultades económicas». Y añadió: «Un compromiso y una actitud de trabajo muy distinta a la que nos tiene acostumbrado el PP, que no se cansa de aprovecharse y subirse a plataformas con el único objetivo de generar confusión y alarmismo, desde la mentira y la confrontación».
La socialista pidió al PP «un mínimo de seriedad y respeto por el trabajo de las distintas administraciones a la hora de hacer análisis sesgados y oportunistas sobre la situación de las infraestructuras de nuestra provincia». «No tienen empacho en convocar plataformas, para tapar con ellas la factura de su gobierno durante ocho años, una factura que deja un saldo de cero kilómetros de la A-7 en Granada», sentenció.
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