La crisis económica y financiera está afectando prácticamente a la totalidad de las economías occidentales, pero «tiene su propia idiosincrasia andaluza», principalmente por el «régimen clientelar» tejido desde la Junta que, tras 30 años de gobierno monocolor, ha logrado que «pretender vivir al margen de lo público sea quedarse a la intemperie», algo que deriva en la ausencia de una sociedad civil «viva y emprendedora».
Es la conclusión principal que se puede extraer de la conferencia que, con el título Andalucía, ¿qué crisis?, ofreció Francisco Rosell, director de EL MUNDO de Andalucía, la noche del pasado viernes ante el Club de Amigos de la Asociación de Empresarios de la Costa Tropical de Granada (Aecost), un foro de debate sobre la actualidad económica andaluza y granadina.
En su exposición, Rosell admitió que «en estos 30 años de autonomía se ha producido una mejora evidente de Andalucía», pero denunció que el avance ha sido «a paso de tortuga» y que ni siquiera la «derrama de dineros» de los fondos europeos ha servido de trampolín «para dar ese salto adelante que le hubiera permitido su potencial de desarrollo y una estabilidad política insólita».
«Es como si el poder político omnímodo que regenta la Administración autonómica desde hace décadas temiera que un acelerón pusiera en riesgo ese dominio», advirtió el director de EL MUNDO de Andalucía, que describió cómo «ese régimen teje una tela de araña que ha hecho de Andalucía un cuerpo dependiente en todos los campos, matando la libre iniciativa y unciéndola al poder político», lo que degenera en «la desmovilización y la desmoralización de una generación de andaluces que reducen sus aspiraciones a tener un puesto fijo en ese enorme colocadero que responde al nombre de Junta de Andalucía».
Entre los fracasos políticos de la sociedad andaluza, citó proyectos como el de la «caja única», uno de los mayores fiascos en toda la carrera de Manuel Chaves, Magdalena Álvarez y, en último término, del actual presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quienes «pretendían unificar a todas las entidades andaluzas en torno a Unicaja», para cumplir el «sueño» de todo político autonómica de «tener una especie de gran banco público para sus fines». Al final, Andalucía se ha quedado no ya sin caja única ni la 'gran caja', sino «sin ninguna caja», porque la cordobesa Cajasur «acabó en bancarrota y absorbida por BBK» y el resto «se han buscado la vida» con alianzas fuera de Andalucía.
Éste sería un ejemplo de «pérdida de energía» de la autonomía andaluza, especialmente grave en la situación de crisis económica que vive todo el país y cuya virulencia Francisco Rosell atribuyó en buena medida a la negación de la realidad financiera -por puro «cálculo electoral»- realizada en 2008 por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no habría dado los pasos necesarios para que el país pudiese defenserse mejor de la situación económica. Porque «el presidente calculó una crisis corta, que no le afectaría mucho», renunciando al «necesario» pacto con el principal partido de la oposición que, una vez perdidas las elecciones, «el PP no habría tenido más remedio que aceptar».
El Club de Amigos del Empresario de Aecost viene celebrándose desde 2004 tratando los principales problemas de la economía granadina en particular y andaluza en general con conferencias de personalidades de primera línea de la política y los negocios.
Aecost agrupa a empresarios de toda la comarca de la Costa Tropical, comprendida por los municipios de Albuñol, Almuñécar, Gualchos-Castell de Ferro, Ítrabo, Jete, Lentejí, Molvízar, Motril, Otívar, Polopos, Salobreña y Vélez de Benaudalla. Ha encabezado movilizaciones históricas, como la del pasado 27 de julio, donde más de 5.000 personas reclamaron la finalización de la de la Presa de Rules y de la A-7 a su paso por la comarca.
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