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jueves, 13 de enero de 2011

Torres 'tumba' otro pleito al darle la justicia la razón por el espigón elalmeria.es

El Tribunal Superior de Justicia ha archivado las diligencias contra él y la alcaldesa de Balanegra al señalar que lo hicieron para "salvaguardar la costa de los temporales"

NORBERTO LÓPEZ / ALMERÍA, BERJA

El alcalde de Berja, Antonio Torres, junto a dos ediles de su equipo de Gobierno durante su comparecencia ayer ante los medios en la sede del PP.


Un tumbapleitos. Con ese término se debe de nombrar ya al alcalde de Berja, Antonio Torres, tras anunciar ayer en la sedeldel Partido Popular de la capital que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha resuelto archivar las diligencias previas incoadas contra su persona y la alcaldesa de la Entidad Local Autónoma de Balanegra al considerar que, si bien actuaron "erróneamente" al promover la construcción de un espigón, lo hicieron en aras de salvaguardar el interés general y ante lo que tilda de "manifiesta desidia y pasividad" de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar.

Una noticia positiva para sus intereses y que se suma a la que obtuvo hace algo más de un mes, a primeros de diciembre, cuando nuevamente el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía dictó sentencia absolutoria en su favor por el cese del jefe de la Policía Local del municipio, Antonio Castillo, en 2007 para quien la acusación ejercida por la Agrupación municipal del PSOE solicitaba dos años de inhabilitación, al considerar que no incurrió en prevaricación al nombrar a un nuevo jefe.

Dos pulsos judiciales ganados que le refuerzan como regidor virgitano y que le ha llevado a afirmar con rotundidad que "no cometimos delito alguno con ninguna de las dos actuaciones y así se ha demostrado".

En el caso del espigón de Balanegra, en el auto del magistrado instructor Jerónimo Garvín Ojeda, hecho público este miércoles, se califica de "mera conjetura" la investigación y la calificación fiscal que imputaba a ambos ediles un presunto delito contra la ordenación del territorio al tiempo que señala que el espigón, que se autorizó con urgencia para evitar "más daños" a los invernaderos y "no poner en riesgo" las viviendas limítrofes a la playa, no causó "en modo alguno daño" al medio ambiente o al equilibrio natural.

Argumenta para acordar el sobreseimiento que causa "estupor" constatar que durante más de diez años tanto el Ayuntamiento de Berja como la ELA de Balanegra cursaron denuncias a las autoridades competentes, en este caso la Dirección General de Costas, sobre los "gravísimos daños" en la costa y demandaron soluciones que "ningún órgano responsable aportó" pese a los "importantes perjuicios que vienen padeciendo los propietarios de las viviendas y fincas de la zona".

En esta línea, subraya el magistrado que Torres y Tapia, "sin interés personal y para salvaguardar el interés general", y ante los temporales que causaron "graves destrozos" en diciembre de 2008 y enero de 2009, acordaron "por razones de emergencia" que se levantase de manera provisional un espigón con piedras de escoller.

Concreta que la resolución, aunque se adoptó de forma "errónea" para lograr de urgencia lo que "con procedimientos legales comportaría un periodo mucho más dilatado de tiempo", se comunicó previamente al inicio de la obra, el 30 de diciembre de 2009, a la directora general de Sostenibilidad de la Costa y del Mar "sin que se produjese contestación alguna y objeción". Al hilo de esto, destaca que la primera comunicación para que se abstuviesen de instalar el espigón llegó casi dos semanas después.

Hay que recordar que la ELA procedió hace casi dos años a la construcción de un espigón entre las playas de Balanegra y Balermapara paliar la pérdida de arena en el litoral de la zona y desde el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino se consideró que la Administración local había actuado "sin criterio" y se le obligó a su retirada apenas una semanas después.

Torres considera que la denuncia formulada por los socialistas que se personaron como acusación "tuvo claramente una indiscutible naturaleza política" y señala que a lo largo del litoral entre Albuñol y Adra "hay 101 espigones más en 15 kilómetros y sorprende que no se actuase de igual forma con ellos".

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