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martes, 15 de marzo de 2011

Revalorizar la comarca de Orce wastemagazine

La presencia humana constante ha dejado un rico patrimonio que debe ser recuperado
Se trata de la ocupación por parte del hombre más antigua de la península Ibérica
Por Pascual Rivas: catedrático de Paleontología de la Universidad de Granada, presidente de la Sociedad Española de Paleontología y presidente de la Comisión Asesora Internacional de la Cuenca de Guadix-Baza.

La cuenca de Guadix-Baza constituye una región natural mucho más amplia que la extensión que comprenden sus actuales comarcas. Abarca aproximadamente la zona comprendida entre las Sierras de la Sagra, Castril y del Pozo (Cazorla en sentido amplio) por el Norte, por los Montes Orientales de Granada, Sierra Arana, y Sierras de Huétor y de la Alfaguara por el Oeste; por Sierra Nevada y Sierra de Baza por el Sur, y por las Sierras de Orce y María por el Este. La región está por ello resguardada y sufre, o disfruta, según el gusto de cada cual, de un clima mucho más árido que las zonas circundantes, que ha marcado su historia medioambiental, geológica, geográfica y en el último millón y pico de años la humana, prehistórica e histórica.

La historia geológica más importante corresponde a dos etapas fundamentales: el desarrollo del gran lago durante millones de años y el drenaje de la cuenca hacia el Guadalquivir por el Guadiana menor. La primera dio lugar a planicies donde sea instalaron sabanas y bosques, según las épocas, en las que, integradas con las faunas africanas y orientales, estaban los pobladores europeos más antiguos, de los conocidos hasta la fecha. Desde esa época, hace al menos 1,1 millones de años, la habitación humana de la zona parece haber sido prácticamente constante. La segunda etapa comienza hace unos 100.000 años y es la responsable de las 'hoyas' y de los valles donde hoy se sitúan los cultivos más rentables y las poblaciones más extensas, base de la historia desde la instalación de la agricultura. Todo este conjunto de hechos son la base de uno de los patrimonios naturales, históricos y culturales más desconcertantes de Europa, que llevó a denominar a la región como Nuestras raíces, pensando en lo andaluz, pero también en lo peninsular y en lo europeo. A los estudios paleontológicos, paleoantropológicos e históricos corresponde desentrañar la historia concreta de cada momento y a ello se han dedicado y se dedican con ahínco un gran número de investigadores, con resultados muy estimables que se irán completando en el futuro.
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Invertir tendencias
En la época más reciente, las condiciones medioambientales de la región se han vuelto en su contra y han atenazado su desarrollo económico, convirtiéndola en una de las regiones con menor renta de Europa. Parece llegado el momento de invertir la tendencia y que la historia y la ecología devuelvan a la región lo que le han hurtado. Hay que poner en valor el patrimonio e iniciar la promoción de un desarrollo basado en él. Desde hace pocos años, con la creación de la Comisión Internacional para el Estudio de la Región y para desarrollar esta idea se organizaron los trabajos y se inició la promoción de dos tipos de investigaciones: la científica del patrimonio y la económica de cómo aprovecharlo para mejorar el nivel de vida de la zona.
Con esta nueva perspectiva se planteó estudiar primero los yacimientos de mayor singularidad. Los indicios sobre la presencia humana en la zona en épocas muy tempranas de la historia de la ocupación de Europa ya se indicó en los años setenta en el yacimiento de Cúllar Baza, que actualmente se data de hace unos 600.000 años y ha sido por ello durante años el registro de la actividad humana conocido más antiguo de la Península y probablemente de Europa. Veinte años después el estudio sistemático del yacimiento de Orce, Venta Micena, llevó a la hipótesis de una Humanidad europea de al menos 1,3 millones de años. Los restos humanos de este yacimiento, sin embargo, no han sido aceptados como tales, sin reservas, por la mayor parte de la comunidad científica. Sus investigadores utilizaron todos los vericuetos de la Administración para mantener el trabajo.
El yacimiento de Venta Micena es excepcional en dos aspectos: por un lado, es de una riqueza inusitada y representativo de una comunidad de animales probablemente de origen africano y oriental. De otra forma, no hay pruebas fehacientes de que el hombre hubiera llegado a esta parte de Europa, pero si lo hubiese hecho lo encontraríamos perfectamente integrado con los organismos representados en Venta Micena. Por el momento, no parece que estuviera, pero tendría su sitio.
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Sílex
Sietes años después, en la región, en un lugar diferente pero próximo, Fuente Nueva, las obras para instalar un poste eléctrico sacaron a la luz piezas de sílex de gran interés, de origen humano y una antigüedad aproximada de 1,1 millones de años. Lo que parece ser el mismo nivel ha proporcionado restos de actividad humana, equivalentes, en Barranco León, que confirma la que por ahora es la ocupación humana más antigua de Europa, seguida y casi coetánea de la hallada este año en Atapuerca con un carácter similar y manifiestamente anterior que los primeros restos humanos de ese yacimiento.
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Esperar
La ciencia ha servido ya los datos básicos y suficientes, no hay que esperar nuevos hallazgos espectaculares y poco repetibles como los ya clásicos, más modernos, de las cuevas burgalesas, que permitieron conocer las características del hombre que vivió en la región y que sin duda era similar al que habitó en la cuenca de Guadix-Baza. Lo hallado en los últimos años ha abierto un nuevo camino que deja, por ahora, de lado las controversias del pasado. Es suficiente para hacer de la región de Orce un hito en la historia de la Humanidad. Con ello las investigaciones geológicas y paleontológicas están en marcha y es posible poner en valor lo mucho ya conocido a través de los proyectos de desarrollo que en su día solicitó la Junta de Andalucía; los asesores de la Comisión Internacional ya lo indicaron así el año pasado, es la hora de crear los instrumentos administrativos y económicos para ello. Pero hay que avanzar, se han integrado en la Comisión nuevos miembros, especialistas en arqueología y prehistoria. A ellos corresponde el impulso y la propuesta de nuevas investigaciones y preparación para el desarrollo del rico patrimonio que abarca desde el Neolítico a la actualidad. Después de tres años de andadura parece que la creación de un proyecto diferenciado de la Consejería de Cultura para la región de Guadix-Baza fue un acierto, a la sociedad llegan ya aires de promesas futuras que sustituyen los antiguos de polémica.


Excavaciones en Orce

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