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viernes, 29 de abril de 2011

Ideas para frenar la tala de los bosques naturales GEO


Plantaciones de árboles tropicales o materiales , como la llamada madera polimerizada, ofrecen alternativas a la deforestación de los bosques naturales.

Bosques: Plantaciones de teca

¿Por qué fabricar sillas de jardín con teca asiática o traviesas de ferrocarril con azobe africano, cuando tenemos hectáreas de madera de excelente calidad a la puerta de casa, como el roble, el castaño o el pino? Es muy sencillo: porque esas materias primas son más resistentes, más estéticas y, pese a los miles de kilómetros que tienen que recorrer, incluso pueden salir más baratas. Adaptadas a un clina cálido y húmedo, gozan de cualidades especiales: su resistencia natural a los ataques de agentes biológicos (putrefacción, hongos, gusanos, insectos) las hace ideales para el exterior. Además, no requieren el tratamiento químico contaminante y costoso al que se someten las maderas de los bosques templados. Y por último, a excepción de especies nobles como la caoba o el ramín, suelen ser mucho más rentables. Esto se debe, entre otras cosas, a una mano de obra hasta cinco veces más barata que en Europa y a la falta de estrictas normas medioambientales en los países productores. Por otra parte, resulta relativamente fácil ahorrarse impuestos sobornando a los funcionarios de turno. Como consecuencia, la sobreexplotación y deforestación de las selvas continúa.

La solución a la destrucción de los bosques

Una solución para protegerlas podría ser la creación de plantaciones. El principal obstáculo es la falta de conocimientos silvícolas suficientes: ciertas especies exóticas parecen resistirse al cultivo. Además, debido a su a menudo lento ritmo de crecimiento, no pueden explotarse a gran escala. La teca, de desarrollo relativamente rápido (21 años para obtener ejemplares utilizables), constituye la excepción.

La gran mayoría de madera de teca que encontramos en los comercios proviene de la isla de Java (Indonesia). Sus plantaciones, establecidas hace ya 180 años, son las mayores de la especie y acaparan la mitad de la superficie cultivada en el mundo: 10.000 kilómetros cuadrados, que producen 600.000 metros cúbicos al año. Pero cuando los grandes distribuidores europeos decidieron convertir la teca en la reina de los muebles de jardín, a mediados de los años ochenta, las plantaciones fueron sobreexplotadas. Perum Perhutani, el organismo indonesio oficial de control, incluso llegó a perder su certificacion FSC. Y la demanda creciente dio alas a la tentación de abastecerse ilícitamente en la selva.

Sin embargo, no es en los comercios occidentales donde hay más posibilidades de encontrar teca ilegal, sino en los mercados de los propios países de producción, grandes consumidores de esa materia prima. Paraproteger los bosques, ¿habrá que volver al metal, al cemento, o incluso al plástico? Todavía no. La madera polimerizada ofrece nuevas perspectivas y aspira a competir con las especies tropilas.

La idea es mezclar serrín o virutas de cualquier especie de las regiones templadas (en una proporción del 60%) con plástico (polipropileno o polietileno). Resiste tanto a la intemperie como a las termitas. Además, no desprende ninguna sustancia química si entra en contacto con el agua, al contrario de ciertas maderas tratadas con cromo o arsénico. Esta técnica hace años que es habitual en Estados Unidos, donde se utiliza para fabricar paneles de señalización, papeleras, bancos de jardín, parqués o balcones.

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