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domingo, 31 de julio de 2011

Alfombras biodegradables GEO


Las alfombras se fabrican con compuestos no biodegradables y para su proceso de elaboración se necesita una gran cantidad de energía. Con el fin de acercarnos hacia el hogar verde, un grupo de científicos de la Universitat Politécnica de Catalunya (UPC) ha creado un tipo de alfombra biodegradable mucho más ligera.

Cientificos españoles diseñan las alfombras biodegradables

¿Quién no tiene una alfombra en su casa? Las moquetas y las alfombras convencionales están hechas de una capa de látex para sujetar la lana. Este material representa el 70% del peso de la alfombra y para su tratamiento se gasta una gran de energía pues se debe vulcanizar a unos 150 grados de temperatura.

¿No se podrá elaborar con otros materiales más ligeros? Esto fue lo que se preguntaron tres empresas holandesas. Buscaron en el Grupo de Biotecnología Molecular e Industrial del Campus de la UPC en Terrasa Barcelona la solución a este gasto de energía y de materiales. Desde hace un año los investigadores españoles se pusieron manos a la obra para conseguir un sistema de creación de moquetas y alfombras menos perjudicial con el medio ambiente. Como explica el investigador de la UPC, Tzanko Tzanov: "nuestra idea ha sido sustituir este látex con un adhesivo producido enzimáticamente a partir de compuestos naturales, como la lignina, un producto residual de la industria papelera que no tiene valor en sí mismo y suele ser quemado".

Así de este modo en vez de látex, la base de la alfombra se rellena con una pasta de compuestos naturales y se calienta a temperaturas que nunca superan los 95 grados, generando el compuesto sobre el que se anclarán las fibras de lana. Esta reducción de la temperatura de trabajo ahorra la mitad de la energía respecto a la fabricación convencional.

Alfombras ligeras y biodegradables

Reducir el peso era otro de los objetivos de los investigadores. Gracias a este nuevo compuesto solo se necesitan 200 gramos de producto natural por metro cuadrado, frente a los 1.200 gramos de látex necesarios en las alfombras convencionales. Un kilogramo menos por metro cuadrado. Con esta reducción del peso y del gasto de energía en su fabricación, solo faltaba la biodegradabilidad de los materiales. Las alfombras o moquetas que se hagan con este método serán productos naturales y biodegradables, lo que permite que, una vez finalizada su vida útil, puedan ser trituradas y convertirse en materia orgánica para emplearse como abono agrícola. De este modo se cerraría completamente el círculo de reciclaje de los productos.

texto Ana Palacio Pire

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