NACHO MARTÍN / MOTRIL
Han sido muchos los que han puesto en sus propias palabras, tanto a favor como en contra, qué les interesa o no el transporte por tren, no sólo cuando se ha reivindicado el paso del Corredor Mediterráneo por la Costa Tropical, sino cuando se conoció que en los primeros planes de la UE no se contemplaba esta posibilidad. Son los propios portavoces del sector hortofrutícola de la comarca los que explican aGranada Hoy lo que supondría poder contar con un tren de alta velocidad casi en la puerta de alhóndigas y cooperativas.
El presidente de la interprofesional de frutas y hortalizas Hortyfruta, Fulgencio Torres, califica de "vital" para el sector que el Corredor Mediterráneo pase por la Costa Tropical. "Estamos hablando de alta velocidad, lo que quiere decir que en 24 horas o poco más nuestras mercancías estarían en Europa. Por supuesto que nos interesa. Es más rápido y más barato, sin lugar a dudas. Pero no sólo para nosotros, sino también para los subtropicales o la zona de Zafarralla".
El también presidente de El Grupo, cooperativa de Castell de Ferro que mueve 50 millones de kilos de hortofrutícolas al año, insiste en que "no sólo sería positivo, sino que es vital que el Corredor pase por Motril (algo evidente, estando el puerto), porque nos encontramos en una época en la que es fundamental reducir costes y competir con Holanda. Desde ese país en el mismo día están sus mercancías en Alemania, mientras que nosotros tenemos que atravesar toda España y media Europa. Además de la pérdida de tiempo, tenemos un coste añadido. Para competir con los holandeses, tenemos que hacer que lleguen antes de lo que llegan ahora y más barato".
Torres también aclaró que esta opción es totalmente distinta de la que le plantea el Puerto de Motril con la línea marítima de transporte de mercancías, ya que en su contra juega el tiempo (tarda una semana) y la carga se tiene que hacer un día concreto. De ahí que sigan usando los camiones.
En la misma línea se pronunció Pedro Ruiz, gerente de La Palma, cooperativa por la que pasan 51 millones de kilos al año. Sin embargo, el directivo consideró que aunque ahora mismo no sea competitivo para ellos utilizar la línea marítima, quieren tener esa opción. "Quién sabe si dentro de unos años nos puede interesar", afirmó. De la misma manera cree que tendrían que poder contar con el tren, al igual que ocurrirá con otras ciudades.
Ruiz explicó que hay tres zonas importantes para el sector hortofrutícola (invernaderos): Almería, la Costa de Granada y Marruecos. "Si hasta Algeciras están conectadas Almería y Málaga" (esta última a través de un ramal), "nosotros nos quedamos en desigualdad de condiciones con respecto a nuestros principales competidores".
Pedro Ruiz se quejó de que "Almería va a tener esa opción y nuestra zona no. Si finalmente el Corredor no pasa por aquí habrá que transportar la mercancía hasta Antequera o a Almería y la competencia irá siempre por delante de nosotros. Si lo tienen zonas como Algeciras y Almería, lo justo sería que lo tuviéramos nosotros también, que los costes para las tres zonas fueran iguales".
Por su parte, el gerente de la Asociación de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas de Andalucía (Ecohal), Alfonso Zamora, valoró que a priori entienden que es más barato el tren, aunque en el caso de que esa opción se convierta en real "habría que estudiarla con más profundidad". Sobre la posibilidad de transportar las frutas y hortalizas de la Costa Tropical por ferrocarril y no por carretera, señaló que a fecha de hoy no tienen "tarifas para valorar los costes de ambos servicios", por lo que en una hipotética posibilidad de utilizar el Corredor ferroviario les "faltan más datos para decantarse por esa opción".
El portavoz de las comercializadoras quiso destacar que "la decisión de cómo recepcionar la mercancía, en un 90% de los casos la impone el cliente y no el vendedor", de ahí que "por el momento" hayan rechazado la línea de contenedores del Puerto de Motril, ya que "los compradores europeos prefieren hoy por hoy la opción terrestre".
Ecohal aglutina a una treinta de alhóndigas de las provincias de Almería, Granada y Málaga, cuyas empresas asociadas comercializan 1.500 millones de kilogramos de productos hortofrutícolas (de ellos, 350 corresponden a la Costa de Granada) y facturan unos 1.000 millones de euros anuales.
Todos los representantes del sector consultados, sin embargo, son conscientes de que las cosas se están poniendo feas en Europa para el paso de los camiones cargados de fruta, ya que países como Alemania y Francia van a grabar su paso con nuevos impuestos en los próximos años.
Joan Amorós, secretario general de Ferrmed, el lobby que impulsa el Corredor Mediterráneo, explicó que "es evidente que el ferrocarril en el transporte de mercancías ha perdido cuota en toda Europa, sin embargo, en estos momentos todo el mundo está intentando volver al ferrocarril. De hecho se va a poner en marcha una eurotarifa que va a grabar la circulación de camiones en varios países. La idea es penalizar los transportes largos por carretera (que sería el caso), de manera que encarecería el transporte de mercancías. También se aprobó el Libro Blanco de Transportes, en el que se dice que hay que pasar el 50% del transporte de mercancías a ferrocarril, en trayectos de más de 300 kilómetros, como sería también nuestro caso, ya que desde la Costa de Granada estamos hablando de más de 2.000 kilómetros".
Amorós señaló que "por todo esto, el ferrocarril interesa. Además, es más barato, aunque sí es cierto que es menos flexible. Las mercancías llegarán a un punto comercial importante y desde allí serán llevadas a su destino en un camión. Sin embargo, estoy convencido de que el tren se impondrá".
No sólo alhóndigas y cooperativas esperan como agua de mayo que el tren llegue lo antes posible, sino también los agricultores. El secretario provincial de Coag Granada, Miguel Monferrer piensa que el tren "es el medio más barato, tiene mayor capacidad y rapidez y es menos contaminante (reduce las emisiones de dióxido de carbono). Sabemos que es complicado, sin embargo creemos que tenemos derecho por lo menos a un ramal, aunque sea desde Granada". De ahí que esta agrupación que es miembro de la Plataforma por las Infraestructuras, va a presentar en el periodo de alegaciones la propuesta de que conecte con la capital.
"Es inadmisible que la agricultura de la Costa de Granada siga aislada en materia de comunicaciones e infraestructuras, ya que este nuevo varapalo se une a todos los retrasos de la Autovía A-7, así como de las canalizaciones de la Presa de Rules", afirmó Monferrer.
Coag Granada valora negativamente la "exclusión" del Puerto de Motril en el trazado del Corredor Ferroviario Mediterráneo, lo que a su juicio perjudicará gravemente a la producción de frutas y hortalizas de la Costa. La organización agraria considera que se ha tratado de "un nuevo revés para el litoral granadino, cuyos cultivos no contarán con las infraestructuras suficientes para su transporte, lo cual seguirá afectando negativamente al desarrollo económico y a la generación de riqueza y empleo que este sector representa actualmente y que constituye un enorme valor estratégico".
La agricultura es el único sector que en la actualidad está dando empleo a los habitantes de la Costa Tropical, una comarca en la que una vez agotada la construcción, apenas existe industria y el despegue turístico -excepto en la zona occidental- pasó de largo.
El presidente de la interprofesional de frutas y hortalizas Hortyfruta, Fulgencio Torres, califica de "vital" para el sector que el Corredor Mediterráneo pase por la Costa Tropical. "Estamos hablando de alta velocidad, lo que quiere decir que en 24 horas o poco más nuestras mercancías estarían en Europa. Por supuesto que nos interesa. Es más rápido y más barato, sin lugar a dudas. Pero no sólo para nosotros, sino también para los subtropicales o la zona de Zafarralla".
El también presidente de El Grupo, cooperativa de Castell de Ferro que mueve 50 millones de kilos de hortofrutícolas al año, insiste en que "no sólo sería positivo, sino que es vital que el Corredor pase por Motril (algo evidente, estando el puerto), porque nos encontramos en una época en la que es fundamental reducir costes y competir con Holanda. Desde ese país en el mismo día están sus mercancías en Alemania, mientras que nosotros tenemos que atravesar toda España y media Europa. Además de la pérdida de tiempo, tenemos un coste añadido. Para competir con los holandeses, tenemos que hacer que lleguen antes de lo que llegan ahora y más barato".
Torres también aclaró que esta opción es totalmente distinta de la que le plantea el Puerto de Motril con la línea marítima de transporte de mercancías, ya que en su contra juega el tiempo (tarda una semana) y la carga se tiene que hacer un día concreto. De ahí que sigan usando los camiones.
En la misma línea se pronunció Pedro Ruiz, gerente de La Palma, cooperativa por la que pasan 51 millones de kilos al año. Sin embargo, el directivo consideró que aunque ahora mismo no sea competitivo para ellos utilizar la línea marítima, quieren tener esa opción. "Quién sabe si dentro de unos años nos puede interesar", afirmó. De la misma manera cree que tendrían que poder contar con el tren, al igual que ocurrirá con otras ciudades.
Ruiz explicó que hay tres zonas importantes para el sector hortofrutícola (invernaderos): Almería, la Costa de Granada y Marruecos. "Si hasta Algeciras están conectadas Almería y Málaga" (esta última a través de un ramal), "nosotros nos quedamos en desigualdad de condiciones con respecto a nuestros principales competidores".
Pedro Ruiz se quejó de que "Almería va a tener esa opción y nuestra zona no. Si finalmente el Corredor no pasa por aquí habrá que transportar la mercancía hasta Antequera o a Almería y la competencia irá siempre por delante de nosotros. Si lo tienen zonas como Algeciras y Almería, lo justo sería que lo tuviéramos nosotros también, que los costes para las tres zonas fueran iguales".
Por su parte, el gerente de la Asociación de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas de Andalucía (Ecohal), Alfonso Zamora, valoró que a priori entienden que es más barato el tren, aunque en el caso de que esa opción se convierta en real "habría que estudiarla con más profundidad". Sobre la posibilidad de transportar las frutas y hortalizas de la Costa Tropical por ferrocarril y no por carretera, señaló que a fecha de hoy no tienen "tarifas para valorar los costes de ambos servicios", por lo que en una hipotética posibilidad de utilizar el Corredor ferroviario les "faltan más datos para decantarse por esa opción".
El portavoz de las comercializadoras quiso destacar que "la decisión de cómo recepcionar la mercancía, en un 90% de los casos la impone el cliente y no el vendedor", de ahí que "por el momento" hayan rechazado la línea de contenedores del Puerto de Motril, ya que "los compradores europeos prefieren hoy por hoy la opción terrestre".
Ecohal aglutina a una treinta de alhóndigas de las provincias de Almería, Granada y Málaga, cuyas empresas asociadas comercializan 1.500 millones de kilogramos de productos hortofrutícolas (de ellos, 350 corresponden a la Costa de Granada) y facturan unos 1.000 millones de euros anuales.
Todos los representantes del sector consultados, sin embargo, son conscientes de que las cosas se están poniendo feas en Europa para el paso de los camiones cargados de fruta, ya que países como Alemania y Francia van a grabar su paso con nuevos impuestos en los próximos años.
Joan Amorós, secretario general de Ferrmed, el lobby que impulsa el Corredor Mediterráneo, explicó que "es evidente que el ferrocarril en el transporte de mercancías ha perdido cuota en toda Europa, sin embargo, en estos momentos todo el mundo está intentando volver al ferrocarril. De hecho se va a poner en marcha una eurotarifa que va a grabar la circulación de camiones en varios países. La idea es penalizar los transportes largos por carretera (que sería el caso), de manera que encarecería el transporte de mercancías. También se aprobó el Libro Blanco de Transportes, en el que se dice que hay que pasar el 50% del transporte de mercancías a ferrocarril, en trayectos de más de 300 kilómetros, como sería también nuestro caso, ya que desde la Costa de Granada estamos hablando de más de 2.000 kilómetros".
Amorós señaló que "por todo esto, el ferrocarril interesa. Además, es más barato, aunque sí es cierto que es menos flexible. Las mercancías llegarán a un punto comercial importante y desde allí serán llevadas a su destino en un camión. Sin embargo, estoy convencido de que el tren se impondrá".
No sólo alhóndigas y cooperativas esperan como agua de mayo que el tren llegue lo antes posible, sino también los agricultores. El secretario provincial de Coag Granada, Miguel Monferrer piensa que el tren "es el medio más barato, tiene mayor capacidad y rapidez y es menos contaminante (reduce las emisiones de dióxido de carbono). Sabemos que es complicado, sin embargo creemos que tenemos derecho por lo menos a un ramal, aunque sea desde Granada". De ahí que esta agrupación que es miembro de la Plataforma por las Infraestructuras, va a presentar en el periodo de alegaciones la propuesta de que conecte con la capital.
"Es inadmisible que la agricultura de la Costa de Granada siga aislada en materia de comunicaciones e infraestructuras, ya que este nuevo varapalo se une a todos los retrasos de la Autovía A-7, así como de las canalizaciones de la Presa de Rules", afirmó Monferrer.
Coag Granada valora negativamente la "exclusión" del Puerto de Motril en el trazado del Corredor Ferroviario Mediterráneo, lo que a su juicio perjudicará gravemente a la producción de frutas y hortalizas de la Costa. La organización agraria considera que se ha tratado de "un nuevo revés para el litoral granadino, cuyos cultivos no contarán con las infraestructuras suficientes para su transporte, lo cual seguirá afectando negativamente al desarrollo económico y a la generación de riqueza y empleo que este sector representa actualmente y que constituye un enorme valor estratégico".
La agricultura es el único sector que en la actualidad está dando empleo a los habitantes de la Costa Tropical, una comarca en la que una vez agotada la construcción, apenas existe industria y el despegue turístico -excepto en la zona occidental- pasó de largo.
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