EL Ayuntamiento de Granada va a experimentar una profunda remodelación, el gobierno del PP que la impulsa la está "vendiendo" como la más innovadora y eficaz de las reformas administrativas que ha experimentado nuestro ayuntamiento y además dicen que es para optimizar los recursos humanos y económicos de nuestra administración local. Para que ustedes y yo lo entendamos estamos ante un "desgüace" (como ha dicho Paco Cuenca) de la estructura administrativa municipal. Ha llegado la "ola cospedal" a Granada y en pos de recortar y reducir gastos se está produciendo un adelgazamiento del estado (en su ámbito más cercano) y una privatización encubierta de los servicios públicos que traerá consecuencias para los derechos de ciudadanía de granadinas y granadinos y, previsiblemente graves daños en los derechos laborales de los trabajadores especialmente de los que no son funcionarios.
En estos momentos se está tramitando el expediente que dará lugar a la aprobación en el Pleno de la reordenación del sector Público del Ayuntamiento que además dicen es para adecuar a la Ley de Autonomía Local de Andalucía. Lo primero que han desmantelado es el IMFE que es el organismo que hasta ahora se dedicaba a desarrollar en colaboración con otras administraciones las llamadas políticas activas de empleo, aunque mentira parezca desmontan el organismo encargado de apoyar en la búsqueda de empleo a las personas paradas cuando más paro hay en nuestra ciudad.
Pero hay más, desde el momento en que se aprueben las reformas, instituciones culturales que identifican a nuestra ciudad van a desaparecer entre ellas el Patronato de la Huerta de San Vicente y el Patronato Manuel de Falla pasando la gestión a una empresa municipal llamada GEGSA (Granada Eventos Globales) que hasta ahora se dedicaba a apoyar en la gestión al Patronato Municipal de Deportes. Su intención manifiesta es ahorrar, el ahorro será en transparencia, eso seguro, ya que estará garantizado por impedir a la oposición su tarea de control puesto que antes formaba parte de esos patronatos municipales.
A partir de ahora el personal de la Huerta, el del Auditorio Falla y el Teatro Isabel la Católica van a depender de esta empresa, no sabemos bien en qué consistirá la economía en este caso, si es que los monitores deportivos van a servir para acompañar la visita a la casa lorquiana, o a lo mejor los ponen a programar en el teatro municipal. Muchos y muchas pensamos, me consta, que la gestión cultural del PP en el ayuntamiento de Granada constituye un ejercicio de banalización carente de criterios profesionales y de presupuesto (que se verá reducido en un 20 % en el próximo ejercicio, por cierto). Basta con mirar la programación deslavazada e incongruente en la que cabe lo mismo un concierto sinfónico ¡gracias OCG! que un karaoke en la Plaza Bibrambla, o la ausencia de una política del patrimonio cultural, todo vale donde no hay conocimiento ni rumbo. Ignorancia, arrogancia y soberbia no sirven para la gestión pública de la cultura entendida como un derecho de ciudadanía.
En estos momentos se está tramitando el expediente que dará lugar a la aprobación en el Pleno de la reordenación del sector Público del Ayuntamiento que además dicen es para adecuar a la Ley de Autonomía Local de Andalucía. Lo primero que han desmantelado es el IMFE que es el organismo que hasta ahora se dedicaba a desarrollar en colaboración con otras administraciones las llamadas políticas activas de empleo, aunque mentira parezca desmontan el organismo encargado de apoyar en la búsqueda de empleo a las personas paradas cuando más paro hay en nuestra ciudad.
Pero hay más, desde el momento en que se aprueben las reformas, instituciones culturales que identifican a nuestra ciudad van a desaparecer entre ellas el Patronato de la Huerta de San Vicente y el Patronato Manuel de Falla pasando la gestión a una empresa municipal llamada GEGSA (Granada Eventos Globales) que hasta ahora se dedicaba a apoyar en la gestión al Patronato Municipal de Deportes. Su intención manifiesta es ahorrar, el ahorro será en transparencia, eso seguro, ya que estará garantizado por impedir a la oposición su tarea de control puesto que antes formaba parte de esos patronatos municipales.
A partir de ahora el personal de la Huerta, el del Auditorio Falla y el Teatro Isabel la Católica van a depender de esta empresa, no sabemos bien en qué consistirá la economía en este caso, si es que los monitores deportivos van a servir para acompañar la visita a la casa lorquiana, o a lo mejor los ponen a programar en el teatro municipal. Muchos y muchas pensamos, me consta, que la gestión cultural del PP en el ayuntamiento de Granada constituye un ejercicio de banalización carente de criterios profesionales y de presupuesto (que se verá reducido en un 20 % en el próximo ejercicio, por cierto). Basta con mirar la programación deslavazada e incongruente en la que cabe lo mismo un concierto sinfónico ¡gracias OCG! que un karaoke en la Plaza Bibrambla, o la ausencia de una política del patrimonio cultural, todo vale donde no hay conocimiento ni rumbo. Ignorancia, arrogancia y soberbia no sirven para la gestión pública de la cultura entendida como un derecho de ciudadanía.
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