La futura estación Alcázar Genil del Metro de Granada albergará los restos arqueológicos de un albercón almohade del siglo XIII, una alberca de distribución, y que por sus características es la de mayor tamaño e importancia de Andalucía.
Así lo ha dado hoy a conocer durante la presentación de la integración el arquitecto encargado del mismo, Antonio Jiménez Torrecillas, para quien el proyecto "equipara la valía de las dos ingenierías: la histórica y la contemporánea".
Este albercón, del que se conserva prácticamente intacto un 50 % de su estructura, constituía el sistema de riego ideado por la ingeniería almohade para abastecer a la Vega de Granada, un área que, aun siendo urbana, "se trató desde una ideología muy paisajística y rural", ha explicado el arquitecto.
"Constituía un modelo de ciudad de cómo habitar la Vega", ha dicho Jiménez Torrecillas respecto al albercón, que también sirvió, aunque en menor medida, como espacio reservado para la celebración de naumaquias (batallas navales a escala real).
Según el arquitecto, la capa de limo que los ingenieros almohades pusieron en la base de la alberca logró un nivel de impermeabilización que aun hoy en día sigue "intacta".
La integración de estos restos asciende a 2,4 millones de euros, según la delegada del Gobierno andaluz en Granada, María José Sánchez, que ha indicado que la solución que finalmente se ha elegido ha abaratado el coste en un millón de euros.
El proyecto de conservación y protección de los restos arqueológicos de la alberca del Genil y su integración en la futura estación del Alcázar del Genil del Metro fue aprobado la semana pasada por la Comisión Provincial de Patrimonio.
Ahora resta que se ultime el proyecto ejecutivo, que luego será supervisado, según el delegado de Cultura, Pedro Benzal, para quien la iniciativa constituye "el ejemplo más importante de seguimiento arqueológico de respeto a la ley de Patrimonio de Andalucía".
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