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sábado, 10 de marzo de 2012

El Valle Salado, camino de convertirse en Patrimonio de la Humanidad en 2014 elcorre.com


Trabuquete con el que se extrae la salmuera de los pozos. :: I. AIZPURU


Apoyado en el rodillo, un salinero contempla desde una era el Valle Salado. :: IGOR AIZPURU

El soberbio paisaje cultural que forman las salinas de Añana avanza con paso firme hacia su meta: ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Ayer recibió el espaldarazo del Consejo de Patrimonio Histórico Español, que eligió el Valle Salado como único candidato nacional a alcanzar en 2014 un rango que ostenta ya el Puente Colgante, la Alhambra de Granada o el Taj Mahal.
Este organismo perteneciente al Ministerio de Cultura, y con representación de todas las comunidades autónomas, adoptó esta decisión tras escuchar la encendida defensa que realizó el director de Patrimonio Cultural del Gobierno vasco, José Luis Iparraguirre, de los valores arquitectónicos, geológicos y biológicos de este legado romano. No en vano, el paisaje de Salinas de Añana es único en el mundo. Su trascendencia no se reduce solo a su peculiar arquitectura, que permite la obtención de sal por evaporación mediante un singular sistema de distribución de la salmuera. También a su evolución geológica como yacimiento de agua salada procedente del enorme océano que cubría el valle actual hace 200 millones de años, y que al secarse dejó una capa de sal de varios kilómetros de espesor. Todo ello ha dado lugar a una biodiversidad con especies que solo pueden vivir en este tipo de ambiente, como las artemias, unos minúsculos crustáceos que se ven y se pueden tocar en los pozos.
Una vez seleccionada la candidatura por el Ministerio de Cultura, aún quedan dos años hasta saber si el Valle Salado pasa a ser miembro de un selecto club al que pertenecen otros 38 famosos bienes de toda España. Primero, en febrero de 2013, la Unesco deberá recibir toda la documentación que avale que el Valle Salado es merecedor de ser reconocido Patrimonio de la Humanidad, en la categoría de paisaje cultural. Será el momento de defender el pasado, presente y, sobre todo, futuro de una joya ya declarada monumento nacional en 1984 y bien de interés cultural en 1990. Entonces, habrá que explicar el plan director que contempla la recuperación del entorno mediante la restauración de eras, la producción de sal de la mejor calidad o la construcción de un jardín botánico, entre otros proyectos.
Con todos los informes en su poder, una delegación de la Unesco visitará el Valle Salado para comprobar 'in situ' sus excelencias. La deliberación y el resultado de votación de los miembros de su comité ejecutivo se conocerán en verano de 2014.
«Rapidez inusitada»
Para llegar a este punto ha sido necesario un trabajo previo por parte de la Diputación, el Gobierno vasco y la Fundación Valle Salado de Añana, integrada por el Ayuntamiento del municipio, la sociedad de salineros Gatzaga y la Administración foral. Una colaboración que han desarrollado durante dos años y que ayer pusieron en escena sus máximos representantes para dar a conocer y mostrar su satisfacción por la decisión del Ministerio de Cultura.
La consejera de Cultura, Blanca Urgell, destacó la «rapidez inusitada» con la que se ha aprobado la candidatura, dado que las primeras gestiones se realizaron en 2010 y «la tramitación suele llevar varios años». Una celeridad que interpretó como señal del valor patrimonial que el Ministerio de Cultura ha reconocido en el Valle Salado. Por su parte, el diputado general, Javier de Andrés, se mostró convencido de «que vamos a conseguir la distinción, porque este yacimiento tiene, además, un valor etnográfico. Durante miles de años, los salineros con su actividad ordinaria fueron construyendo, quizás sin saberlo, un conjunto monumental que ahora tiene una antigüedad reconocida de 1.200 años como mínimo». De ahí, su reconocimiento a la labor de los vecinos de la localidad.
Por su parte, el gerente de la Fundación Valle Salado, Mikel Landa, recalcó la importancia que tendría esta designación, «ya que nos incluiría en el listado de grandes bienes culturales del mundo como la obra de Gaudí, la Muralla China o la catedral Notre Dâme».

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