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sábado, 24 de marzo de 2012

Los 'mecenas' de las cajas se apagan lavanguardia.com

Sólo La Caixa mantiene intacta la dotación desde los máximos del año 2008

Cultura

EDUARDO MAGALLÓN
Barcelona

Cuando desaparece una caja catalana al ser absorbida por otra, no sólo se esfuma un centro de decisión financiero en la comunidad, sino que se pierde uno de los principales mecenas de la cultura. En los años del boom inmobiliario, el conjunto de las cajas catalanas destinaban más de 118 millones de euros a la cultura. La mitad de ese presupuesto pende hoy de un hilo, salvo en el caso de La Caixa, que mantiene inalterables sus aportaciones. De las diez cajas de ahorros que había en Catalunya hace sólo dos años, La Caixa es la única que mantiene su independencia. El resto -a la espera del desenlace de Catalunya Caixa- dependerán de un banco con sede fuera de la comunidad, por lo que estarán a expensas de lo que se decida a cientos de kilómetros de distancia.

Ese máximo de 118,7 millones de euros destinado a cultura se ha reducido un 31% en el 2011. Ese descenso triplica el registrado en el conjunto de la dotación de la obra social, que cayó un 10%, hasta los 571 millones. Además de la cultural, la obra social cuenta con otras dos grandes patas: actividad educativa y actividad asistencial.

Dada la magnitud de la crisis, las entidades financieras han priorizado el gasto en programas sociales en detrimento del resto. Lo explicaba el propio presidente de La Caixa, Isidre Fainé, en la última presentación de los resultados económicos.

En algunos casos, el tijeretazo es de tal magnitud que puede provocar casi su desaparición en el corto plazo. En Unnim, por ejemplo, después de haber sido nacionalizada por el Banco de España, la entidad ha sido subastada. Su nuevo propietario -BBVA- tiene especial interés en temas asistenciales mientras que el resto depende de las conversaciones que se mantengan con las fundaciones que cuelgan de Unnim. "La obra social de las fundaciones de Unnim tiene ahora su estructura en un entorno ajeno al nuestro", manifestaba la semana pasada Juan Asúa, responsable del BBVA para España.

Como contraposición a esta situación se encuentra La Caixa. La entidad mantiene desde el 2008 una dotación de 500 millones a obra social, de la que un 14% va a cultura. "Fue en el 2005 cuando se hizo un giro en la obra social de tal forma que dos tercios eran para el ámbito social y para los colectivos más desfavorecidos y el resto a cultura, ciencia, educación", explica Elisa Durán, directora general adjunta de la obra social de La Caixa.

Para sobrevivir, el resto de entidades se han visto obligadas a modificar la manera en la que se hace cultura, por ejemplo, cobrando por los espectáculos aunque sea un precio simbólico. "En la mayoría de actividades para públicos familiares, por ejemplo, hacemos que se pague algo para recuperar parte de la inversión y para asegurarnos de que realmente se vendrá", cuenta Marga Viza, responsable del área de cultura en la obra social de Catalunya Caixa.

Esa es la estrategia que seguirán algunas entidades: la de intentar generar ingresos y ser casi autosuficientes. Lo único seguro es que con la excepción de La Caixa, el mundo de la cultura ya nota ese tijeretazo.

La Caixa: La entidad mantiene la misma programación
La Caixa vehicula su inversión en cultura fundamentalmente a través de los seis CaixaForum que tiene distribuidos por toda España y en las exposiciones itinerantes, espectáculos, ciclos de conferencias y actos educativos que realiza en diferentes pueblos y ciudades. La Caixa dispone de un presupuesto de 69 millones para actividades culturales. Esa cantidad se debe repartir entre los diferentes territorios en los que está presente con oficinas, con la idea de devolver a los ciudadanos una parte del beneficio que obtiene de ellos. Catalunya, al ser el territorio de origen de la caja, es una de las zonas donde mayor presencia tiene y más se invierte. “Mantenemos el número de actividades desde hace un montón de años. El repunte de 79 millones en el 2008 se explica por la apertura del CaixaForum Madrid”, señala Elisa Durán, directora general adjunta de la obra social de La Caixa. “Por efecto de la crisis no hemos dejado de programar nada”, añade. Las cifras que aparecen en el gráfico son el presupuesto de la obra social, no lo que realmente se ejecuta y se gasta. Elisa Durán asegura que “gastamos el 90%” gracias a ahorros de costes como paredes modulares en CaixaForum que permiten hacer lo mismo pero con menos. Durán ve con optimismo el futuro con aperturas de CaixaForum en las ciudades de Zaragoza y Sevilla.

Catalunya Caixa: La autofinanciación es el modelo del futuro
Catalunya Caixa es el resultado de la fusión de las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa. Por lo tanto, en esas zonas es donde mayor presencia tiene la obra social de la entidad. En el año 2008 la suma de la dotación a cultura de las tres entidades era de 24 millones. Este año son 6,3 millones, un 74% menos. Los dos referentes de la actividad cultural de la entidad son el edificio de la Pedrera en Barcelona y el monasterio de Sant Benet de Bages. La Pedrera, además, está llamada a ser la gran fuente de ingresos –se obtienen más de 15 millones de euros con las entradas– con que financiar el resto de la actividad. “Creo que en el futuro iremos más hacia un modelo de autofinanciación”, reconoce Marga Viza, responsable de cultura de Catalunya Caixa.

Caixa Penedès: Poco más de 1,3 millones el año pasado
Penedès, pese a ser la tercera caja catalana, nunca se caracterizó por realizar grandes aportaciones a obra social. En el 2008 destinó 11,5 millones, de los que 2,8 eran para cultura. El año pasado gastó la mitad. Antoni Gistau, jefe de la obra social de la entidad, explica que “tenemos una preeminencia, que son los temas asistenciales”. Gistau añadió que “lo que queremos hacer es vincular la cultura a cuestiones asistenciales, como por ejemplo las entradas de algunos conciertos, que donamos a entidades asistenciales”. Penedès tiene una parte importante de su inversión en su comarca como el fórum Berger-Balaguer en Vilafranca. Cara al futuro, Gistau señaló que se podrá mantener si el banco que creó con las cajas de Murcia, Granada y Sa Nostra funciona.

Caixa Laietana: Las aportaciones se reducen en dos tercios
Caixa Laietana era una de las entidades que mayor porcentaje de la obra social destinaban a cultura. En el 2008, por ejemplo, fue el 67,2%. El año pasado la dotación se redujo en dos tercios ya que la entidad primó las inversiones en políticas asistenciales. Fuentes de la fundación con sede en Mataró señalaron que para este año “se prevé mantener la ayuda asistencial al ser uno de los sectores más sensibles en el momento actual”. Caixa Laietana ha desaparecido como tal ya que está englobada dentro del gigante Bankia, que lidera Caja Madrid. Como en el caso de Penedès, Laietana es ahora propietaria de parte de las acciones de Bankia y la que gestiona la obra social. Los recursos dependen del dinero que decida destinar la matriz bancaria, presidida por Rodrigo Rato.

Unnim: El BBVA, abierto a colaborar con las fundaciones
En el 2008, las cajas de Terrassa, Sabadell y Manlleu destinaron 25,3 millones a obra social, de la que más de un tercio iba a cultura. El futuro es una incógnita pero parece claro que será inferior a la de los años anteriores. Como nuevo propietario, el BBVA ha declarado que serán especialmente sensibles a las cuestiones asistenciales si bien quieren analizar también con las fundaciones de Unnim la forma de colaborar en otros ámbitos. Fuentes de las fundaciones dijeron que lo que se hizo el año pasado es “cambiar el tipo de espectáculos que se ofrecen y hacerlos menos elitistas, como la danza por otros más populares”. Las mismas fuentes dijeron que parte del presupuesto va a mantener los equipamientos. Uno de los más destacados es el Centre Cultural de Terrassa.

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