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miércoles, 30 de mayo de 2012

Circo sin pan granadahoy.com

MARÍA ESCUDERO 


EN el Ayuntamiento de Granada hay una absoluta ausencia de política cultural como consecuencia del desprecio al derecho constitucional a la cultura de la ciudadanía y a la expresión de un liberalismo extremo que practican. No hay presupuesto para cultura, se ha reducido este año en un veinticinco por ciento, ni planificación ni criterios artísticos o económicos para apoyar una de las actividades que puesta en relación con otros sectores como el turismo o la industria es generadora de riqueza en nuestra ciudad. No hay que inventar nada, sólo hay que querer y saber, pero ni hay voluntad política de apoyar al sector cultural de la ciudad ni hay conocimiento y capacidad para hacerlo. 

El PP de Granada practica la máxima recogida por el poeta romano Juvenal, "al pueblo pan y circo" en su versión más contemporánea. Para el concejal García la cultura es entretenimiento y consumo como lo demuestran sus más recientes hechos y la programación ramplona, incoherente e insolvente que se presenta cada mes. Recuerden que la Biblioteca de las Palomas se ha cerrado en contra de los vecinos para albergar, como si no pudieran buscar otro sitio, a los grupos folclóricos municipales en lo que parece una regresión filofranquista y un remedo de la sección femenina. La negativa a apoyar manifestaciones culturales de gran arraigo popular en los barrios, como el Festival de Rock del Zaidín y el de flamenco de la Chana, supone un agravio y un asalto a la identidad de sus vecinos. Como dice Pierre Bourdieu "la cultura es el capital simbólico de las sociedades". Mientras, se hace la vista gorda con programas pseudoculturalespromovidos por responsables vecinales afines, como el esperpento de la Plaza Bib-Rambla en el mes de agosto, con karaoke y barbacoa incluidos, otros ejemplos de lo que se hace desde la Plaza del Carmen por la cultura de la ciudad. 

Podíamos seguir con la desaparición de los patronatos municipales del auditorio Manuel de Falla o de la Huerta de San Vicente, en situación de absoluto abandono, por cierto, o la total ausencia de política cultural vinculada al patrimonio histórico, salvo boicotear a la Junta en sus competencias con propuestas tan extravagantes y dañinas como el ascensor a la Alhambra o la negativa a proteger el Albaicín. 

El sector de la música independiente en nuestra ciudad ha convocado una "procifestación" que tiene una doble finalidad denunciar el estado lamentable en el que está la música en la ciudad y concienciar de la capacidad cultural y económica que tiene la música en Granada. El nombre del acto reivindicativo parece un guiño irónico para el concejal cofrade que no ve cultura popular más allá de la Semana Santa porque hasta el día de la Cruz y el Corpus viven sus horas más bajas. 

La cultura, decía Gramsci, "es conquista de consciencia superior por la que se logra comprender el propio valor histórico, la propia función en la vida, los propios derechos y deberes". Un poco más que circo.

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