La plaga de las terrazas: más de 300 en nueve meses y decenas en lista de espera granadahoy.com

Los hosteleros buscan en los veladores una alternativa a la Ley Antitabaco · Cuando termine el año habrá una subida del 80%

En Granada existen actualmente más de 500 terrazas. x; padding: 5px 0px; text-transform: uppercase;">A. GONZÁLEZ VERA / GRANADA


Los hosteleros de la capital se han agarrado a las terrazas como a una tabla de salvación para poder subsistir. La salida del tabaco de los bares también sacó fuera de los establecimientos a los clientes fumadores que optaron por consumir en negocios con terrazas. 

Fiel reflejo de esa situación es la avalancha de solicitudes que se están contabilizando en el área de Comercio del Ayuntamiento. Si el año pasado se cerró el ejercicio con 609 solicitudes, en los nueve primeros meses del año ya se han contabilizado 728, y quedan tres meses para que acabe el año. 

De esas 728 solicitudes, 338 son nuevas autorizaciones. Se han renovado 203 terrazas, se han archivado 83 peticiones, se han denegado 19 y 85 están pendientes de resolución. Unas cifras que suponen que, en total, hoy en día haya en Granada 541 terrazas, frente a las 370 contabilizadas el año pasado. 

"Yo creo que terminaremos el año con un aumento del 80% respecto a las solicitudes del año pasado. Hay una avalancha importante de peticiones (que empezamos a detectar a finales de 2011) de gente que nunca se lo había planteado y ahora está pensando en crear una terraza o un comedor de invierno", apunta la concejal de Comercio, María Francés. 

A la luz de los datos parece bastante fácil montar una terraza en la ciudad. Lo es, o al menos eso pretende el Ayuntamiento, consciente de que la hostelería es hoy por hoy el principal motor de creación de riqueza de la ciudad. 

De hecho, para facilitar los trámites, a finales de 2011 se puso en marcha la llamada declaración responsable, una fórmula que permite a los propietarios de los bares renovar su licencia de terrazas presentando la solicitud con el pago de la tasa y una declaración en la que se compromete a cumplir con los requisitos que le exigieron el año anterior para instalar la terraza. Un técnico se encarga posteriormente de corroborar que esa declaración de buena fe es cierta. 

La idea, que tiene su razón de ser, colinda peligrosamente con el bienestar de los vecinos, arrinconados ante tamaña proliferación de terrazas. "Intentamos garantizar una convivencia adecuada en la vía pública entre el uso privativo y el uso general", apunta Fránces, quien recuerda que antes de dar la licencia se pide una autorización de la comunidad de propietarios. "En calle Navas, por ejemplo, pedimos que las mesas se pegaran a la pared para intentar dejar el máximo espacio a los viandantes", apunta la concejal, y añade que en lo que va de año se han interpuesto en torno a 80 sanciones por no cumplir con la normativa vigente de terrazas.