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miércoles, 23 de enero de 2013

La 'casa' de los sin techo está en la calle Arandas granadahoy.com

Carlos y Toñi, con el concejal de Familia y Bienestar Social, Fernando Egea, en el centro.


Más de 400 personas visitaron el Centro de Encuentro y Acogida al Drogodependiente en 2012
L. MINGORANCE GRANADA 
Con lágrimas en los ojos Toñi, una de las usuarias de Centro Municipal de Encuentro y Acogida al Drogodependiente, relata cómo es su vida desde que conoció este lugar. Toñi, que vive en una cueva con su pareja, explica que este centro es como su "hogar" y los trabajadores son como su familia, pues siempre están dispuestos a "ayudar". Allí puede lavar su ropa, tomar algo caliente o gestionar sus documentos", algo que sola y dada su situación sería imposible. Toñi al menos tiene donde dormir, pues Carlos, otro de los usuarios que vive en la calle, pasa cada noche en un cajero, y agradece, casi entre risas y lágrimas, al BBVA "que no lo cierre por la noche". 

El Centro Municipal de Encuentro y Ayuda al Drogodependiente, situado en la calle Arandas, es un espacio del Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Granada dedicado a personas con adicciones, trastornos psicológicos o sin hogar que busca reducir su mortalidad, evitar que delincan, se prostituyan y que obtengan los instrumentos necesarios educativos y sanitarios para integrarse en la sociedad. 

Así, en este centro que está abierto en horario de lunes a viernes de 8:30 a 20:30 y los sábados por la mañana, los usuarios cuentan con un servicio de información y acogida, de descanso con sillones relax para dormir y descansar, lavandería para que tengan ropa nueva, de abrigo o zapatos, taquillas para guardar sus pertenencias, servicio de cocina con bebidas calientes o zumos y atención socio-sanitaria y psicosocial entre otros. 

Además, los usuarios han participado durante este año en numerosos talleres y actividades grupales como Vídeo Forum, cuero, alfabetización, reciclaje, fieltro, búsqueda de empleo, relajación o taller de posavasos, que si bien no terminan con sus problemas, sí que les ayudan a recuperar la autoestima y la confianza. 

El concejal de Bienestar Social, Fernando Egea, visitó ayer el centro para dar a conocer los datos más relevantes sobre las actuaciones que realizan. Según explicó, en 2012 se atendieron a 402 personas, 344 hombres y 58 mujeres. De estas, 77 entraron nuevas ese año en el centro. Asimismo, Egea destacó que gracias a este centro estas personas, que viven muchas veces en la calle y en situaciones dramáticas, reciben una atención muy personalizada. 

Sobre las drogas, Egea destacó que en su mayoría se trata de personas adictas al alcohol, la heroína, metadona, cocaína o cannabis y recordó que, aunque no se trata de un centro de drogodependencia, sí que se les asesora para que dejen de consumir, pues cuentan con un equipo de expertos. Así, en el centro trabajan un director-trabajador social, una psicóloga, un médico, seis educadores y un administrativo y nueve trabajadores sociales de Aprex. 

La Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada se encargan de costear este centro que tiene un presupuesto que ronda los 500.000 euros. En general, la Junta de Andalucía colabora con una partida económica de 291.000 euros y el Ayuntamiento de 175.000. Egea relató que la Junta ha prorrogado hasta el 31 de marzo del presente año el convenio, pero "con una reducción del 12%". Por ello, el Ayuntamiento ahora teme que el gobierno autonómico, que debe firmar en abril el nuevo convenio, deje de aportar la misma cuantía, por lo que Egea hizo un llamamiento para que "se mantenga igual". 

De esta forma, personas como Carlos, que duerme cada noche en un cajero, tendrán por el día un lugar donde descansar, dejar sus cosas o incluso recibir el correo, pues al no tener un domicilio terminan por poner las cartas con destino al centro. Por ello, Carlos y Toñi mostraron un rotundo agradecimiento, en especial a las personas que allí trabajan, pues según explicó Carlos, es muy agradable que estas personas se preocupen por "nosotros" incluso los fines de semana, ya que cuando no van al centro, el lunes, cuando regresan, "siempre se alegran de vernos".

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