Las crisis internas de los partidos, las peleas entre socios de coalición o las denuncias judiciales ponen en jaque el gobierno de varios municipios importantes
LOLA QUERO GRANADA  |
| Los vecinos se enfrentan en uno de los últimos plenos de Armilla. |
Agosto, 40 grados a la sombra y tremendo viento africano: las condiciones perfectas para un problemático incendio. Éste es el clima de la política local granadina, que en estos momentos tiene varios frentes abiertos que amenazan con extenderse si los dirigentes de los partidos no se ponen el casco de bombero y el viento cambia.
Armilla, Otura, Loja, Santa Fe... En todos estos municipios el olor a quemado es insoportable y los vecinos tienen que soportar una situación que seguramente ni imaginaron cuando acudieron a votar en 2011. Crisis internas de los partidos, pactos políticos y rupturas de acuerdos, transfuguismo, gobiernos que no pueden gobernar, mociones de censura, denuncias judiciales y, como consecuencia de todo esto, parálisis en la gestión y ruina económica.
Armilla es el municipio que ha acaparado más atención esta semana, pues el Juzgado ha dado vía libre (por ahora) a la celebración del pleno donde se votará la moción de censura para desalojar de la Alcaldía al popular Antonio Ayllón, que sería sustituido por el socialista Gerardo Sánchez.
Todo esto aderezado con la situación de los tres concejales de UPyD (partícipes del pacto con el PP), que han sido suspendidos de militancia por su partido por su comportamiento durante esta crisis de la moción de censura. Además, otro Juzgado ha obligado al portavoz de esta formación a devolver el sueldo que estaba percibiendo sin tener ninguna tarea de gobierno, salvo apoyar sus decisiones en los plenos.
Con este panorama resulta casi increíble la iniciativa que parte del grupo independiente de Loja. Esta formación apuesta por formar un gobierno de concertación (con todas las fuerzas políticas) para solucionar una crisis ejecutiva que tiene puntos en común con la de otros municipios de la provincia, incluido Armilla. Por tanto, consideran que su solución es exportable al resto de localidades afectadas por el desgobierno político. "Sé que suena un poco utópico, pero los políticos estamos para aportar soluciones y no dar más problemas a los ciudadanos. Es nuestra responsabilidad", explicó el concejal independiente lojeño Antonio Ramón Molina.
En su propio municipio esta solución se vislumbra lejana. El PP, que gobierna con el apoyo de los independientes, se encuentra en una situación muy complicada por el conflicto mantenido con uno de sus concejales, Antonio María Caro. La coalición no cuenta con mayoría. Pero el PSOE rechaza de plano ese gobierno de concertación e, incluso, ha avanzado que podría gobernar en solitario.
Y fuera de Loja, esa posibilidad es más remota si cabe. En Armilla la guerra está abierta. Y en Santa Fe, el otro municipio donde podría darse esta solución, las partes están igual de enfrentadas. Aquí la situación es inversa. Es el gobierno del PSOE el que ha perdido la mayoría absoluta por el conflicto de una edil tránsfuga, que ahora apoya al PP. También en esta localidad el gobierno no puede actuar, porque los asuntos importantes se topan con el rechazo sistemático en el pleno de la oposición del PP y la edil ex socialista. Este Ayuntamiento acaba de anunciar que presentará un ERE para dejar en la calle al 30% de la plantilla al no haberse podido aprobar el plan de saneamiento presentado por casi todos los municipios de España. El alcalde, Sergio Bueno, ha llegado a pedir al Gobierno de la nación un adelanto electoral en el municipio, lo que en definitiva es una especie de brindis al sol.
Otura es el patio en llamas del PP. Cuando parecía que el incendio del pasado octubre estaba controlado, el ex alcalde, Ignacio Fernández-Sanz, contraataca a sus compañeros de partido (incluido el actual alcalde) con una denuncia por supuesta prevaricación y malversación de caudales públicos. Al presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, se le notaba inquieto con este tema en los últimos días. Y no es para menos.
Armilla, Otura, Loja, Santa Fe... En todos estos municipios el olor a quemado es insoportable y los vecinos tienen que soportar una situación que seguramente ni imaginaron cuando acudieron a votar en 2011. Crisis internas de los partidos, pactos políticos y rupturas de acuerdos, transfuguismo, gobiernos que no pueden gobernar, mociones de censura, denuncias judiciales y, como consecuencia de todo esto, parálisis en la gestión y ruina económica.
Armilla es el municipio que ha acaparado más atención esta semana, pues el Juzgado ha dado vía libre (por ahora) a la celebración del pleno donde se votará la moción de censura para desalojar de la Alcaldía al popular Antonio Ayllón, que sería sustituido por el socialista Gerardo Sánchez.
Todo esto aderezado con la situación de los tres concejales de UPyD (partícipes del pacto con el PP), que han sido suspendidos de militancia por su partido por su comportamiento durante esta crisis de la moción de censura. Además, otro Juzgado ha obligado al portavoz de esta formación a devolver el sueldo que estaba percibiendo sin tener ninguna tarea de gobierno, salvo apoyar sus decisiones en los plenos.
Con este panorama resulta casi increíble la iniciativa que parte del grupo independiente de Loja. Esta formación apuesta por formar un gobierno de concertación (con todas las fuerzas políticas) para solucionar una crisis ejecutiva que tiene puntos en común con la de otros municipios de la provincia, incluido Armilla. Por tanto, consideran que su solución es exportable al resto de localidades afectadas por el desgobierno político. "Sé que suena un poco utópico, pero los políticos estamos para aportar soluciones y no dar más problemas a los ciudadanos. Es nuestra responsabilidad", explicó el concejal independiente lojeño Antonio Ramón Molina.
En su propio municipio esta solución se vislumbra lejana. El PP, que gobierna con el apoyo de los independientes, se encuentra en una situación muy complicada por el conflicto mantenido con uno de sus concejales, Antonio María Caro. La coalición no cuenta con mayoría. Pero el PSOE rechaza de plano ese gobierno de concertación e, incluso, ha avanzado que podría gobernar en solitario.
Y fuera de Loja, esa posibilidad es más remota si cabe. En Armilla la guerra está abierta. Y en Santa Fe, el otro municipio donde podría darse esta solución, las partes están igual de enfrentadas. Aquí la situación es inversa. Es el gobierno del PSOE el que ha perdido la mayoría absoluta por el conflicto de una edil tránsfuga, que ahora apoya al PP. También en esta localidad el gobierno no puede actuar, porque los asuntos importantes se topan con el rechazo sistemático en el pleno de la oposición del PP y la edil ex socialista. Este Ayuntamiento acaba de anunciar que presentará un ERE para dejar en la calle al 30% de la plantilla al no haberse podido aprobar el plan de saneamiento presentado por casi todos los municipios de España. El alcalde, Sergio Bueno, ha llegado a pedir al Gobierno de la nación un adelanto electoral en el municipio, lo que en definitiva es una especie de brindis al sol.
Otura es el patio en llamas del PP. Cuando parecía que el incendio del pasado octubre estaba controlado, el ex alcalde, Ignacio Fernández-Sanz, contraataca a sus compañeros de partido (incluido el actual alcalde) con una denuncia por supuesta prevaricación y malversación de caudales públicos. Al presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, se le notaba inquieto con este tema en los últimos días. Y no es para menos.
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