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sábado, 22 de junio de 2013

Los estudiantes recurren al Defensor para no ser expulsados de las aulas granadahoy.com

Se les ofrece información sobre ayudas, la posibilidad de solicitar un crédito bancario a coste cero e incluso dilatar al máximo el pago para evitar tener que dejar la Universidad
ARANTXA ASENSIO GRANADA

Un estudiante espera su turno en las oficinas del Complejo Administrativo Triunfo de la UGR.
En el último año, el número de peticiones de ayuda al Defensor Universitario relacionadas con casos de impago de las tasas de matrícula se han incrementado. Según confirmó el Defensor de la Universidad de Granada, Enrique Hita, desde enero ha recibido veinte solicitudes de amparo o quejas formales por no poder hacer frente al abono de las matrículas, situación que en todo 2012 generó quince consultas a su Defensoría, un 25% menos que en los seis primeros meses de 2013. Hita explicó que en algunos casos las situaciones de estos universitarios eran "muy duras" debido a la crisis. 

Tras analizar los casos, desde el Defensor Universitario se procura -alega Hita- alargar los plazos para aquellas situaciones excepcionales y ofrecer soluciones para que los estudiantes que demandan amparo no tengan que abandonar sus titulaciones, así como informarles sobre las ayudas sociales de la propia Universidad o las posibilidades de pedir un crédito a coste cero con alguna de las entidades bancarias con las que la UGR tiene conveniados préstamos de este tipo.

En cuanto al número de peticiones de ayuda a la Defensoría, éste es mínimo si se compara con el total de anulaciones de matrícula: este curso se han tramitado 840, según los datos facilitados por la vicerrectora de Estudiantes, Rosa María García, un 1,5% del total de estudiantes matriculados en la Universidad. Según explicó García, "las razones son variadas. En ciertos casos se trata de motivos de índole económica, en otros se debe al abandono de los estudios iniciados, e incluso, en ocasiones, se trata de estudiantes que están realizando una estancia internacional de movilidad y no han podido atender el requerimiento". 

En cuanto a los casos que está recibiendo el Defensor Universitario, Hita explica se están registrando varios tipos de situaciones. La primera está relacionada con aquellos universitarios que solicitaron en su momento la beca del Ministerio de Educación y que, al serle denegada la ayuda, deben pagar los precios públicos. Por otro, están los alumnos que se matriculan y no hacen los pagos porque no pueden o, directamente, se les olvida. 

"Algunos casos que llegan alegan que no pueden pagar por circunstancias económicas", explica Hita, que incide en que se trabaja junto a la Gerencia de la UGR para dilatar los plazos en la medida de lo posible, "aunque cuando no se cumplen esos plazos, puede haber sanciones a la Universidad". Sobre este punto, el Defensor añade que "el procedimiento se sigue escrupulosamente", ya que la UGR tiene que cumplir con las instrucciones normativas que aparecen en su reglamento. 

En cuanto al montante económico que suma la deuda de los estudiantes que no pueden pagar la matrícula, el gerente de la Universidad, Andrés Navarro, estima que de media cada matrícula asciende a unos 800 euros, lo que, multiplicado por los 840 a los que se les ha anulado la misma por no pagar, hace un total de 672.000 euros, aproximadamente, de deuda de los estudiantes con respecto a la institución universitaria. Una cantidad mínima si se tiene en cuenta que en el balance de 2012 de la Gerencia se estima que la deuda de las administraciones con la UGR asciende a los 243 millones, de los que buena parte corresponden a la Junta de Andalucía. Por otro lado, la liquidación del presupuesto 2012 recoge que la UGR ha ingresado 63,3 millones por tasas y otros ingresos.

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