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viernes, 20 de septiembre de 2013

¿Cómo comen los gurús de la alimentación? granadahoy.com

Más de 7.000 piezas de fruta, casi 5.000 litros de café y leche, 45.000 botellines de agua y 3.500 bolsas de comida sacian a diario a expertos y científicos
ÁNGELA R. BONACHERA GRANADA
La fruta no falta en ninguna de las mesas del Palacio de Congresos.
Las bolsas que se entregan a los participantes varían cada día su contenido para que la dieta sea equilibrada.
Los expertos en nutrición que estos días debaten en Granada en el marco del XX Congreso Internacional de este área no sólo han venido a Granada a hablar sobre comida. También tienen que probarla y, por supuesto, dar ejemplo con una alimentación sana. Por eso, todo un equipo de casi 70 personas trabajan cada día para que el servicio que reciben sea el mejor, y se lleven una grata imagen de Granada y del congreso a sus países de origen. 

Con más de 4.000 investigadores que cada día andan entre ponencias y charlas, más los voluntarios y trabajadores que forman parte de la plantilla, el trabajo de esta semana es inmenso para la empresa que prepara el catering, Gadeco -Gastronómica de congresos-, que se encarga de las comidas en el Palacio de Congresos desde hace unos 20 años. 

El día a día en el congreso se reparte -en lo relacionado con las comidas- entre desayunos gratuitos con café, leche, infusiones y productos de bollería de diez a diez y media de la mañana. Una vez que el tiempo del café acaba, todas las mesas se llenan con fuentes de fruta: manzanas, peras y plátanos se intercalan y no hay una mesa en la que falte la provisión. Así hasta aproximadamente la una de la tarde, cuando los camareros comienzan a repartir las bolsas de comida: 3.500 cada día, con variaciones para aquellos que sigan una dieta vegetariana. 

Estas bolsas de picnic contienen siempre un bocadillo, cuyo interior varía cada día, una botella de agua y otra de té al limón, una empanada de hojaldre o sándwich, una pieza de fruta y una ensalada (mixta, de pasta, salpicón de pulpo...) con una pequeña botella de aceite de oliva. "La gente nos dice que está contenta con el servicio que prestamos", asegura satisfecho José Manuel Barcos, gerente de la empresa que lo organiza. 

Y es que después del almuerzo, a las cuatro y media, llega la merienda: las mesas vuelven a llenarse de cafés, infusiones y, en este caso, pastas de té. Estas y la bollería proceden de las cafeterías Flor y Nata. "No hay nada industrial, se hace todo de forma artesanal y teniendo mucho cuidado con los productos que se utilizan y la cantidad de azúcar, desde la organización nos han insistido mucho en eso", explica Barcos, quien añade que cada día se reparten más de 5.000 unidades de bollería. 

La fruta, mientras tanto, se mantiene en las mesas: 7.000 piezas de manzanas, plátanos y peras ocupan cada día los espacios del palacio. A ellas se les unen los más de 1.300 litros de café y la misma cantidad de leche y agua para las infusiones que se gastan a diario. A esto, por supuesto, se le suma la hidratación: más de 45.000 botellines de agua se han repartido en total durante la semana del congreso. 

Con todo este despliegue, lo normal es la satisfacción de los usuarios. Carlos Acal, un estudiante de Medicina que trabaja de voluntario a través de la Universidad de Granada, asegura que está muy contento. "Hay de todo, está muy organizado y son muy amables". 

Algunas pegas sí le sacan los visitantes internacionales. "El pan podría estar más crujiente", comenta Miura Kyoko, de Australia. También sobre este alimento habla Kazuko Yoshizawa, de Japón; "debería ser integral". Y es que si los expertos hablan en el congreso de la importancia del pan rico en fibra, después echan de menos que se les dé ese producto. "De todas formas, somos más de 4.000 personas y es normal que no sea perfecto. Por ejemplo, el reparto en bolsas individuales creo que es muy eficiente", añade la japonesa. 

Aún así, no sólo de este servicio se alimentan los que forman parte del congreso. El palacio está lleno de expositores con comidas y productos procedentes de todo el mundo que los usuarios pueden degustar a la vez que se informan sobre los beneficios que cada producto tiene para la salud de quien lo consume. 

El producto estrella, por supuesto, es el jamón de Trevélez. Un cortador cuenta que desde el lunes, y sólo entre las 12 y las 14 horas, se han gastado tres piezas enteras. Más las que se consumen en las cenas. Por ejemplo, anoche se gastaron 16 jamones. Junto a él, el aceite de oliva y los productos de Coca Cola son de los más demandados. Pero no los únicos: 15.000 barritas de cereales en los cuatro primeros días, 1.000 helados cada mañana, más de 300 yogures líquidos por jornada... Y es que, además de hablar de alimentación, los expertos también están disfrutando de muestras y degustaciones para su paladar de un poco de todo lo que se come alrededor del globo.

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