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domingo, 20 de octubre de 2013

En un callejón sin salida granadahoy.com

El desempleo es una herida que no deja de sangrar. Que en cada familia haya un integrante que esté desempleado es una circunstancia que, aunque no deja de ser alarmante, está comenzando a ser algo de lo más habitual. Los problemas para encontrar un hueco en el saturado mercado laboral son un obstáculo común para la mayoría de españoles. Los granadinos no se quedan atrás. La crisis económica y la mermada coyuntura que se vive en prácticamente toda la provincia están siendo un lastre para la ansiada recuperación. 

En lugar de mejorar, la realidad es cada vez peor, y el índice de los denominados parados de larga duración -personas que llevan más de un año sin encontrar una ocupación- no ha hecho otra cosa que crecer hasta situarse en uno de los más altos de todo el país. Preocupante resulta, además, la cantidad de jóvenes que han terminado sus estudios y no pueden abandonar la casa de sus padres debido a las elevadísimas tasas de paro que ahogan a colectivos como el suyo. Hasta el momento, las medidas llevadas a cabo por la Administración para enfrentarse a las catastróficas cifras no han dado frutos. 

En septiembre, casi la mitad de los desempleados de la provincia llevaban más de doce meses en esa situación. En concreto, un 41,3%, lo que supone un total de 43.319, de acuerdo a los datos facilitados por UGT Granada. Un guarismo devastador para una provincia que sufre en sus carnes las consecuencias más dañinas de la crisis. Todos los que no alcancen los dos años sin ocupación perciben unos 802 euros al mes. Dicha cantidad es la prestación media en la provincia granadina. Cifra que se encuentra por debajo de la media nacional de cualquier desempleado, que recibe aproximadamente 822 euros. En cualquier caso, se trata de unos ingresos que, en muchas ocasiones, hacen 'apretarse el cinturón' a familias completas que no cuentan con más retribuciones. 

De un tiempo a esta parte, el desempleo y la falta de oportunidades para encontrar un trabajo se ha convertido en la principal de las preocupaciones de los españoles. Y no es una mera sensación que se respire entre las calles de cualquier barrio, hay datos oficiales que lo confirman. De acuerdo con los resultados de septiembre del tradicional barómetro de opinión realizado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la resquebrajada situación económica actual es el principal quebradero de cabeza para el ciudadano medio de España. El 77,3% de los encuestados sitúa el desempleo entre los tres problemas más graves que azotan a la sociedad. Y no se trata de un dato aislado ya que, en un tercer escalafón, aparecen todos los problemas de índole económica, con un 32,5%, y sólo superados por la corrupción, que ostenta el segundo lugar con un 37%. 

Las oficinas del Inem están hasta arriba de trabajo día sí y día también. Sólo en Granada capital, alrededor de 28.758 personas se encuentran inscritos en las Oficinas de Empleo como demandantes. La crisis ha acentuado la tendencia de crecimiento de esa referencia. Desde varios ámbitos se culpó a la explotación de la burbuja inmobiliaria y a todo su sector de dar origen a esta situación tan delicada. A pesar de ello, los servicios son el ámbito más castigado, con un total de 18.931 de esos demandantes. Le sigue, precisamente, el sector de la construcción. Todo ello, de acuerdo a los datos facilitados por el Servicio Público de Empleo Estatal el pasado mes de septiembre. 

La misma fuente también da a conocer números generales. Si esa referencia se extrapola a toda la provincia, los números se multiplican. 104.672 son las personas que reclaman oficialmente un puesto de trabajo, con un ligero incremento en el número de hombres respecto a las mujeres. Los municipios que cuentan con más solicitantes en la lista del Inem son Motril y, a más distancia, Almuñécar y Armilla. De todos ellos, 11.265 son menores de 25 años. 

El futuro de los jóvenes granadinos pinta negro. Tanto los recién titulados por las universidades como los que no cuentan con estudios superiores, se han golpeado de repente con un escaso horizonte y una tesitura que no les hace ser optimistas. Muchos incluso se plantean emigrar al extranjero en busca de una oportunidad. Y ahí pierde el país, que está atendiendo impertérrito a una descomunal 'fuga de cerebros'. 

Se mire por donde se mire, la luz al final del túnel parece quedar todavía lejana. Al menos para Granada. Como informa la Encuesta de Población Activa (EPA), la tasa de paro local se sitúa en el 37'4% en el segundo trimestre de 2013. Está por encima, así, de la media andaluza, ubicada en algo más de un 35%. De hecho, la provincia es la tercera en este aspecto, sólo superada por la tasa del 40% de Jaén o la del 39,7% de Cádiz. O lo que es lo mismo, en toda la circunscripción de localidades granadinas, más de una tercera parte de sus habitantes están en condiciones legales para optar a un oficio y no lo encuentran. 

Por desgracia para sus habitantes, las de Andalucía son las provincias peor colocadas en ese ranking. Clarificador resulta un dato: según la EPA, la tasa de desempleo de Granada es superior a la que poseen en todas las provincias del resto de comunidades autónomas de España. Especialmente sangrante es la comparación con Guipúzcoa, que sólo posee un índice de paro del 13,26%. Por sexos, apenas hay diferencias puesto que el índice es muy similar en hombres y en mujeres -37,2 y 37,6%, respectivamente-. 

El porvenir tampoco es demasiado alentador. Gobierno y Fondo Monetario Internacional coincidieron en que el país disfrutará de un ligero crecimiento, pero ambos discrepan en cuanto al porcentaje. En cualquier caso, menos del 1%. Peores presagios auguran en las cifras de paro. El FMI publicó que la tasa de desempleo en España será del 26,7% en 2014. Esto haría que la nación detentase la cifra más alta de todos los países integrantes de la Unión Europea. Mientras, personas como Cándido, Rocío o cualquiera que lea estas líneas, harán frente al temporal como pueda.

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