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sábado, 5 de octubre de 2013

"Este Papa demuestra que se puede ejercer otro liderazgo" granadahoy.com

Doctora en Derecho, Pilar Navarro obtuvo un 10 de nota media en la carrera, que cursó en la Universidad de Almería: 25 matrículas de honor, 12 libros publicados hasta ahora y propuesta como una de las 100 mujeres más sobresalientes del país en el campo académico e investigador.
JUAN M. MARQUÉS PERALES 
Pilar Navarro, doctora en Derecho Administrativo, es la coordinadora de la Universidad Loyola Andalucía en el proyecto común con Abengoa Research. Comenzó a trabajar en esta universidad de la Compañía de Jesús, con campus en Sevilla y Córdoba, al poco de dejar la política. Navarro, nacida en Almería en 1975, fue parlamentaria autonómica por el PSOE en la anterior legislatura. Al llegar las elecciones, se cayó del cartel, víctima de otra guerra en el interior del socialismo andaluz. Ahora es la coordinadora de la Loyola Andalucía en un programa de investigaciones conjuntas con Abengoa destinado al desarrollo sostenible y las energías renovables.
 
-¿España ha dejado de ser un país puntero en investigación y en instalación de energías renovables?
-Sigue siéndolo, pero con el recorte de las primas efectuadas por el Gobierno central corremos el peligro de perder todo lo que hemos avanzado.
 
-¿No eran exageradas las cuantías de estas primas a las renovables?
-Como cualquier sistema de reparto se puede mejorar y racionalizar, pero no se deben eliminar así porque, entre otros asuntos, afecta a la seguridad jurídica. Hay muchos inversores que habían metido dinero en esto y había gente trabajando en ello. Muchos en Andalucía. En la India, en China o en Estados Unidos se está apostando ahora por las energías renovables, mientras nosotros las andamos recortando.
 
-¿Qué diferencias hay entre una universidad como la Loyola con la que usted estudió, la pública de Almería?
-La universidad en la que yo estudié estaba más centrada en los profesores que en los alumnos, y ésta de Loyola, que tiene similitudes, porque también es nueva, también es pequeña, coloca al alumno en el papel central. Aquí se busca lo que los jesuitas llaman el magister, conseguir y querer siempre más en sabiduría. Para una persona como yo, haber estudiado aquí hubiese sido un lujo; yo andaba siempre preocupada por sacar un 10 y, después, otro 10, y eso en la Universidad de Almería no era entendido muchas veces.
 
-¿El alumno es el cliente?
-No es el cliente, es el centro del conocimiento. Por eso, en nuestras aulas los profesores no damos clases en tarima, sino situándonos siempre a una altura menor de la que están los alumnos.
 
-Es cierto que, a veces, parece como si se montasen títulos pensando en los profesores más que en los alumnos. ¿Dónde hay más endogamia? ¿En la universidad o en la política?
-En los dos ámbitos hay endogamia, quizá demasiada, pero no son los únicos sitios donde ocurre. También pasa eso en la Iglesia, por ejemplo. Por eso, cuando hay alguien que aporta cierto aire fresco o savia nueva, se encuentra con muchas reticencias. Que se lo digan al papa Francisco.
 
-He visto una capilla al entrar.
-Sí, todas las universidades de la Compañía de Jesús guardan la tradición de que se visualice bien que aquí se pone en común la sabiduría, que se simboliza con la biblioteca, con la fe, que se simboliza con la capilla. 

-¿Razón y fe son compatibles?
-Claro, aunque aquí también se respeta la libertad individual: a nadie se le pregunta qué religión profesa. Ni que ideas políticas tiene.
 
-Ahora hay un Papa jesuita...
-Sí, y está predicando con el ejemplo. Para nosotros era muy importante que se demostrase que había otra forma de ejercer el liderazgo en la Iglesia, y que la Iglesia no es ostentación, sino servicio a los demás.
 
-¿Echa de menos la vida política?
-La verdad es que no, sigo mucho la información política en prensa, radio y televisión. Al que le gusta la política es como al que le gusta el fútbol. A mí me encantan los dos. Quizás ahora es todo más enriquecedor, porque ahora puedes ser más objetivo. Ahora, cuando algo no me gusta, me puede afectar a mi corazón, porque soy socialista, pero lo veo con distancia. Puedo ver los fallos. 
 
-¿Su paso por la política tiene un balance negativo?
-No, de los reveses se aprende más. Yo saco una lectura muy positiva de mi paso por la política, conocí a personas muy interesantes, y, sobre todo, he aprendido de los errores que cometí.   
 
-¿Qué errores cree que  cometió? ¿No saber valorar el poder de los aparatos?
-Sería una ilusa si no valorase el poder de los aparatos. Pero pensé que eso se podría cambiar desde dentro. También creí que el mérito y la capacidad se valoraban de forma positiva. Está claro que estaba muy equivocada, pero no me arrepiento de nada, ya que todo esto me ha hecho más fuerte.
 
-Las universidades de la Compañía forman líderes.
-El objetivo es transmitir el conocimiento, pero indudablemente se tiende a la formación de líderes. Ahora bien, hay que cambiar el paradigma de qué es el liderazgo. Se puede ser líder de muchas formas y en muchos ámbitos distintos. Hay liderazgos que pasan desapercibidos, y a nosotros nos interesan mucho. Por ejemplo, hay personas que son las que más ayudan al resto de estudiantes en clase, los que siempre colaboran, ésos también son líderes.
 
-¿Volverá a la política?
-Nadie sabe lo que le depara el futuro. Yo lo que me planteo es ser la mejor profesional donde esté.

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