El distrito sanitario Granada tiene activos 86 proyectos para mejorar la atención al paciente
S. V. GRANADA
El Distrito Sanitario Granada-Metropolitano aplica desde 2007 la Estrategia de Seguridad del Paciente para reducir más si cabe los errores asistenciales y los efectos adversos en el tratamiento de los pacientes, que según una encuesta se dan en 18 de cada mil actos sanitarios.
Desde ese año se han desarrollado varias líneas de trabajo para hacer de los centros de Atención Primaria lugares más seguros para pacientes y trabajadores. En total, hay 86 proyectos para la mejora de seguridad del paciente activos en el Distrito y tres proyectos de participación en la estrategia europea de seguridad: la higiene de manos, la conciliación de los medicamentos y la seguridad en los centros sanitarios.
Y estas líneas de trabajo se sometieron ayer a examen en unas jornadas de seguridad del paciente celebradas por el distrito para ver el grado de desarrollo de las mismas. Según la coordinadora de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Distrito Granada-Metropolitano, María Aguilera, con este protocolo "se han analizado los procedimientos de trabajo e identificado los puntos críticos que implican un riesgo para los pacientes", como deficiencias estructurales, procesos asistenciales, atención en urgencias, higiene de manos o prevención de infecciones. "Hay que poner barreras para que los riesgos sean los mínimos, aunque ya no es habitual que existan errores", aseguró Aguilera.
Los errores más frecuentes se dan con la medicación, por eso hay varias líneas de trabajo que inciden en la mejora de la administración de fármacos. Una es la del uso seguro de la medicación, "que se empezó a aplicar con pacientes polimedicados, es decir, los que toman más de cinco medicamentos al día, la mayoría de más de 65 años". Lo que se hace en este caso es "revisar los tratamientos para que ningún medicamento interactúe con otro y no haya contraindicaciones".
Otra línea de trabajo en este sentido es la conciliación de la medicación. "Pacientes que acuden a Primaria o a hospital hay veces que falta información de tratamiento y puede darse el caso de que un paciente se tome la misma medicación con nombre diferente". En este caso, se trabaja en elaborar una guía que evite esta duplicidad revisando la medicación con la implicación de los pacientes y familiares, los médicos y los farmacéuticos", explicó Aguilera.
Otras líneas de seguridad son la de higiene de manos para evitar el contagio y transmisión de infecciones, la implicación de las familias y los pacientes en su propia seguridad y la rotación de equipos en Urgencias controlando que todo el material esté disponible para un posible uso y que no falte nada.
Desde ese año se han desarrollado varias líneas de trabajo para hacer de los centros de Atención Primaria lugares más seguros para pacientes y trabajadores. En total, hay 86 proyectos para la mejora de seguridad del paciente activos en el Distrito y tres proyectos de participación en la estrategia europea de seguridad: la higiene de manos, la conciliación de los medicamentos y la seguridad en los centros sanitarios.
Y estas líneas de trabajo se sometieron ayer a examen en unas jornadas de seguridad del paciente celebradas por el distrito para ver el grado de desarrollo de las mismas. Según la coordinadora de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Distrito Granada-Metropolitano, María Aguilera, con este protocolo "se han analizado los procedimientos de trabajo e identificado los puntos críticos que implican un riesgo para los pacientes", como deficiencias estructurales, procesos asistenciales, atención en urgencias, higiene de manos o prevención de infecciones. "Hay que poner barreras para que los riesgos sean los mínimos, aunque ya no es habitual que existan errores", aseguró Aguilera.
Los errores más frecuentes se dan con la medicación, por eso hay varias líneas de trabajo que inciden en la mejora de la administración de fármacos. Una es la del uso seguro de la medicación, "que se empezó a aplicar con pacientes polimedicados, es decir, los que toman más de cinco medicamentos al día, la mayoría de más de 65 años". Lo que se hace en este caso es "revisar los tratamientos para que ningún medicamento interactúe con otro y no haya contraindicaciones".
Otra línea de trabajo en este sentido es la conciliación de la medicación. "Pacientes que acuden a Primaria o a hospital hay veces que falta información de tratamiento y puede darse el caso de que un paciente se tome la misma medicación con nombre diferente". En este caso, se trabaja en elaborar una guía que evite esta duplicidad revisando la medicación con la implicación de los pacientes y familiares, los médicos y los farmacéuticos", explicó Aguilera.
Otras líneas de seguridad son la de higiene de manos para evitar el contagio y transmisión de infecciones, la implicación de las familias y los pacientes en su propia seguridad y la rotación de equipos en Urgencias controlando que todo el material esté disponible para un posible uso y que no falte nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario