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viernes, 20 de diciembre de 2013

Granada se reconcilia con la cultura sefardí granadahoy.com

La puesta en marcha del nuevo museo judío permite la creación de una decena de empleos directos
V. GOMARIZ BELDA GRANADA
Torres Hurtado sigue atento las explicaciones dadas por los nuevos inquilinos del Palacio de Santa Inés.
Granada cuenta con un nuevo atractivo turístico. En su vertiente cultural, el Palacio de Santa Inés -edificio del siglo XVI declarado Bien de Interés Cultural (BIC)- se ha convertido en el primer gran museo sefardí de la capital. Enclavado en una calle perpendicular de la Carrera del Darro, el apodado 'Palacio de los Olvidados' pretende homenajear a una cultura que conformó un triunvirato trascendental para la historia de la antigua Garnata junto a las civilizaciones musulmana y cristiana. 

El Ayuntamiento ha cedido el inmueble en régimen de alquiler con opción a compra a la familia Crespo López, procedente de Úbeda, en la provincia de Jaén. 

A lo largo de tres generaciones los Crespo López se han preocupado por atesorar un importante legado que ahora han decidido exponer. El "potencial turístico" de la ciudad de la Alhambra ha provocado que este proyecto recale en el histórico barrio del Albaicín. De hecho, otros municipios "relevantes" se han quedado con las ganas de contar con esta colección. 

Fernando Crespo apuntó ayer en la presentación del espacio cultural situado en la que fuera sede de la Agencia Albaicín, que la idea es provocar que el turista "pernocte un día más" gracias a un nuevo atractivo. 

El regidor granadino, José Torres Hurtado, alabó la inversión: "Es un museo muy especial; Granada es la ciudad de las tres culturas y la judía estaba olvidada", a lo que agregó, "nos dará más caché a nivel turístico". 

En tiempos complicados para la economía, cabe destacar que detrás de esta iniciativa se esconde la creación de diez empleos directos. En cuanto a las expectativas de negocio, Crespo aseguró que la principal intención es mantener durante "mucho tiempo" los puestos de trabajo. 

Piezas como esencieros de cristal de los siglos X y XI, astrolabios del siglo XII al XIV o documentos de ilustres judíos granadinos del perfil de Moisés ibn Ezra se reparten en dos plantas en las que hay rincones dedicados a la Inquisición, con algunos casos de conversos locales, entre otros asuntos. El patio central del palacio, con aforo para unas noventa personas, acogerá distintas actividades programadas. En la tercera planta se celebrarán muestras temporales y la cuarta, que cuenta con una galería-mirador, estará a disposición de empresas e instituciones que se interesen por su uso. 

A partir del 2 de enero se abrirá el edificio al público en general. El precio de la entrada individual será de 5 euros y habrá una entrada reducida de 4 euros para grupos y niños. Todas las visitas serán guiadas por el personal del museo. Durante los días 20, 26, 27 y 28 de diciembre, el palacio ofrecerá rutas gratuitas por el inmueble a empresas de servicios turísticos y entidades culturales. 

Dentro de la ambiciosa programación de actividades que los nuevos inquilinos de Santa Inés quieren poner en marcha destaca la primera de ellas: la actuación musical de Eduardo Paniagua el viernes, 27 de diciembre. 

La creación del 'Palacio de los Olvidados' parte de la iniciativa privada de la familia Crespo López, responsable del descubrimiento, conservación y puesta en valor de la sinagoga del Agua de Úbeda. 

¿Y por qué el sobrenombre de 'los Olvidados' para renombrar el edificio? La respuesta la tiene Fernando Crespo quien explicó que "esta casa tiene tres escudos heráldicos, uno de ellos destruido por decenas de picotazos, el resto lapidados. Símbolo inequívoco de que había que borrar la familia que aquí vivió". Por tanto, se puede decir que el rastro de la sociedad judía que habitó Granada antes de la conquista de los Reyes Católicos en el 2 de enero de 1492 permanece latente y al alcance de todos.

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