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lunes, 20 de enero de 2014

Zabell y Guerrero, los granadinos de ARCO granadahoy.com

La Feria Internacional de Madrid abre sus puertas el 19 de febrero con la presencia del pintor y el fotógrafo dentro del 'stand' de Alarcón Criado
BERNARDO PALOMO 
1. El fotógrafo granadino José Guerrero regresa un año más a ARCO con una selección de sus últimos trabajos. 2. Simón Zabell, criado artísticamente en Granada, comparece de nuevo de la mano de la galería sevillana Alarcón Criado.
El próximo 19 de febrero, ARCO 2014 abrirá sus puertas. Aquel acontecimiento artístico que se esperaba con ansiedad y que centraba la realidad del Arte, hace tiempo que ya no es lo que era. Nosotros, quizás también, por culpa de los tiempos en los que nos encontramos, vemos las cosas con mucha incertidumbre y con menos entusiasmo. Debo decir que, cada vez, me interesa menos lo que se ofrece en los pabellones de IFEMA, que cada vez encontramos más de lo mismo y que poco nos hace renacer la esperanza en un arte comprometido con los tiempos. No obstante, ARCO es ARCO y, allí, habrá que estar; aunque sea más importante lo que vamos a escuchar que lo que vamos a ver. La Feria es cita obligada y hay que acudir. 

Las perspectivas de la edición de este año, aparte del poco halagüeño momento económico, seguirán manteniéndose en las mismas o parecidas coordenadas de los últimos años. También la presencia de las galerías andaluzas en ARCO ha bajado hasta límites mínimos, quedándose reducida a dos galerías. Demasiado poco para lo que hubo y para la bella página que escribieron en la historia de la Feria: Juana de Aizpuru crea el acontecimiento en 1982; dos años más tarde, la algecireña Magda Bellotti, ya aparece en el tercer catálogo de la Feria. Después llegarían Pedro Pizarro, el querido y recordado, primero galerista y, más tarde, gestor de muchos e importantes proyectos; su presencia, en cambio, no fue demasiado larga; un poco más tarde lo hizo Rafael Ortiz, único galerista andaluz de los de entonces que, todavía, acude a los stands de IFEMA. Durante varios años, la gaditana y el sevillano junto a la todopoderosa Juana de Aizpuru y el guadianesco Pepe Cobo, eran las únicas válidas presencias en un ARCO que, entonces, interesaba unánime e internacionalmente. Bien entrados los años noventa, un número considerable de galerías desembarcaban en la Feria, constatando con ello que el momento artístico en Andalucía estaba en una muy buena dimensión. El malagueño Alfredo Viñas, que estaba haciendo las cosas muy bien, accede con todos los merecimientos, lo mismo que el onubense Fernando Serrano, cuyo trabajo solitario en Moguer era muy considerado y respetado. Después llegarían, los galeristas sevillanos, Félix Gómez y Fernando Roldán, director de la Galería Cavecanem. Al mismo tiempo encuentran acomodo, la jerezana Carmen de la Calle, el granadino Emilio Almagro, director de Sandunga y, un poco más tarde, Milagros Delicado, entonces con la galería en El Puerto. 

Era, no cabe la menor duda, un tiempo de suma esplendidez. Casi todos los mejores de aquella Andalucía que, entonces, estaba en un momento de dulce realidad creativa, estaban presentes en los pabellones del Campo de las Naciones. Poco a poco, se produce casi una desbandada. Desaparecen todas las sevillanas, menos Juana de Aizpuru -ya sin galería en Sevilla- y Rafael Ortiz. El sector gaditano también abandona los recintos de IFEMA. Sandunga aparece y desaparece, según los arbitrarios criterios de una comisión selectiva poco seria. La galería de Moguer es de las primeras en renunciar; mientras Alfredo Viñas, de Málaga, subsistió hasta hace un par de años, tampoco resiste la, también malagueña, Javier Marín. Ahora sólo dos galerías andaluzas estará presentes en esta edición próxima a inaugurarse; las dos sevillanas: Rafael Ortiz y Alarcón Criado. 

Claro que si uno se pone a pensar en lo que tenemos, es normal que la ausencia en ARCO de las galerías andaluzas sea lo más lógico. Donde casi no hay, poco podremos encontrar. Le pena es que el arte que se hace en Andalucía es importante y nuestros artistas de lo más significativo que podemos encontrar y están presentes en los mejores foros y en los más selectivos circuitos expositivos. 

Todo esto nos lleva a observar con profunda desazón que, hasta el momento, sólo la Galería que dirigen Carolina Alarcón y Julio Criado, en la calle Valverde del popular barrio del Arenal de Sevilla, confirma que tendrá en su stand dos artistas relacionados con Granada: el pintor Simón Zábell y el fotógrafo José Guerrero. Junto a ellos compartirán escena en el febrero madrileño, Rodrigo Martín Freire, Jorge Yeregui, François Boucher y Nicolás Grospierre. Demasiado poco donde tanto hay. Espero, no obstante, que alguno de nuestros grandes nombres, esos que tanta trascendencia están aportando al arte español, se vean en los stands de la Feria. 

La drástica realidad en la que vivimos nos hace no tener demasiada ilusión hacia un ARCO que ha perdido mucho de lo que tuvo. Por lo pronto, el arte granadino, de lo mejor que existe en España, estará escasamente representado. La culpa la tienen los tiempos, la dureza económica en la que están sumidas las galerías y la pérdida de interés hacia una Feria que debe buscar nuevos intereses. Para ver qué va a ocurrir sólo habrá que esperar un mes.

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