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sábado, 29 de marzo de 2014

La crisis hace más pobre el menú granadahoy.com

Menos pescado y marisco, pero muchos más productos precocinados, congelados, bollería y pasta Las familias readaptan la mesa a sus posibilidades
GUADALUPE S. MALDONADO - E. M. 
Mercagranada es el mejor termómetro para analizar los hábitos de consumo y alimentación de los granadinos.
Frutas y verduras han mantenido el tipo durante la crisis.
El menú de los hogares de la provincia ha cambiado bastante en los últimos años.
Las despensas de los hogares granadinos ya no son las que eran. Ni las despensas, ni los frigoríficos, ni los congeladores. Los cambios en los hábitos de consumo y, sobre todo, la crisis económica ha pasado factura a las familias granadinas, que ya no pueden hacer su expedición semanal al supermercado, la frutería, la carnicería o la pescadería con la misma soltura que antes. Ahora, analizar al detalle los precios y elegir aquellos productos que menos quebranto hagan al bolsillo se ha convertido en el día a día de muchos consumidores granadinos. 

Tanto que el menú en los hogares de la provincia ha cambiado considerablemente en los últimos años. Los primeros productos que se han 'caído' de la carta son los pescados frescos y el marisco, que han sido sustituidos por los congelados y por opciones más económicas para el bolsillo. Así lo refleja la estadística de comercialización facilitada por Mercagranada, el centro logístico y de alimentación, que indica que entre enero y octubre de 2013 (los últimos datos disponibles), los mayoristas de pescado vendieron un total de 8.323.365 kilos de pescado, casi un 20% menos que en el mismo periodo del año 2007, antes de que comenzara la crisis. 

El presidente de la Asociación Provincial de Mayoristas de Pescado de Granada, Sergio Álvarez, confirma que "desgraciadamente el consumo de pescado ha bajado" considerablemente, tanto por la llegada de la crisis como porque "cada día se come menos en casa y se tira de precocinados y productos ya elaborados" 

El marisco ha sido el producto que más perjudicado se ha visto por las estrecheces económicas, ya que se trata de un producto secundario. "Antes notábamos que para el fin de semana la gente se daba el capricho del marisco, pero ahora lo han sustituido por una fritura de pescado", explica Álvarez. En el caso del pescado popular, la variación de consumo depende fundamentalmente del precio, que es lo que marca ahora la salida del producto. De ahí el 'daño' que están haciendo las grandes superficies, que tiran de precio en lugar de "variedad, calidad y garantías higiénico-sanitarias", como sí hacen los mayoristas y las pescaderías detallistas. 

De acuerdo a los datos facilitados por Mercagranada, los productos que más han sufrido los cambios de tendencia de consumo en este último año han sido las gambas (cuya comercialización se ha reducido un 29,3%, hasta los 143.625 kilogramos) y las sardinas (que se han vendido un 18,9% menos, hasta los 588.380 kilos). Los pescados estrella en los menús de los granadinos siguen siendo, por volumen de comercialización, los boquerones y las almejas y chirlas, que pese a todo no se han librado de caer un 7,2 y un 7,1%, respectivamente. 

Si la comercialización se ha reducido un 20%, la facturación lo ha hecho entre un 20 y un 30%. El presidente de la Asociación de Mayoristas de Pescado de Granada asegura que la crisis ha puesto las cosas muy difíciles para la veintena de mayoristas que trabajan en Mercagranada. "Intentamos mantener el tipo, pero la facturación cae y los gastos no han dejado de subir", subraya. 

Según se desprende de las estadísticas de Mercagranada, al contrario que el pescado, las frutas y verduras sí han mantenido el nivel de ventas y, por tanto, siguen consolidándose en los menús de los granadinos. De hecho, el volumen de frutas y verduras comercializados entre enero y octubre de 2013, 124,5 millones de kilogramos, es un 14,8% superior al del mismo periodo de 2012 y un 21,2% mayor respecto a 2007. 

Sin embargo, sí que ha cambiado el hábito de consumo de los granadinos. Siguen comiendo frutas y verduras, pero ahora "buscan el precio", indica el presidente de la Asociación de Mayoristas de Frutas y Verduras de Mercagranada, José Blanco. "Antes se buscaba la calidad, los productos con valor añadido. Pero ahora se va a por lo más barato y a por productos de temporada". Los primeros en caer de los menús han sido, por tanto, los productos tempranos, por los que antes las familias sí que estaban dispuestos a pagar más. "Ahora se evitan y se va a por los productos de campaña". 

Aunque las ventas no se hayan reducido en términos de volumen de productos comercializados, la facturación sí que se ha resentido. Blanco indica que respecto al año pasado el importe de las ventas se han reducido entre un 10 y un 15%, pero advierte de que la facturación es "muy variable", ya que depende del precio de los productos de cada temporada. 

Según los datos de Mercagranada, en este último año sólo se ha reducido la comercialización de mandarinas (-28,1%), melocotones (-2,7%) y uvas (-6,1%). Los reyes de la mesa de las familias granadinas son las naranjas, que concentran el 25% de los productos comercializados en Mercagranada, y los plátanos y bananas, con un 11,4% de las ventas. Respecto a las verduras y hortalizas, los tomates acaparan el 34,3% del volumen comercializado en el centro logístico, y las lechugas, un 20%. 

En cuanto a los productos cárnicos, son muchas las familias que han abandonado los productos frescos por los preparados que apenas requieren elaboración. Un mayorista cárnico de Mercagranada, especializado en aves y conejo, indica que "se ha incrementado mucho el consumo de productos procesados", una muestra de que "el mercado está cambiando". 

Aunque las estadísticas generales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación no descienden hasta el detalle provincial, sí que recogen las tendencias generales de la cesta de la compra. Los datos relativos al consumo alimentario en el hogar confirman el éxito que tienen las pastas en tiempos de dificultades. En 2013 (con datos hasta noviembre) el ministerio que dirige Miguel Arias Cañete había registrado en España un consumo de 188,5 millones de kilogramos de pastas, frente a los 158,2 de 2007. Es decir, la presencia de estos productos en la mesa ha aumentado casi un 20% en seis años, mientras la carne de cordero retrocedía casi un 30% y la ternera un 11%. Sin embargo, el pollo ha ganado popularidad. Su consumo ahora es un 18% superior, mientras que el cerdo se mantiene prácticamente estancado pasando de 511 a 499 millones de kilos . 

Al tiempo, las salchichas, hamburguesas fiambres y, en general, las carnes transformadas no encuentran obstáculos en estos tiempos de dificultades económicas. Si en 2007 se consumían 486 millones de kilos, en 2013 (con datos de noviembre de 2012 a noviembre de 2013) eran más de 581. Estos datos significan un aumento del 19% pero sobre todo un incremento espectacular del consumo per capita que ha pasado de 6,6 kilos de carnes transformadas por persona y año a 12,5. 

Esta evolución en dirección inversa a la dieta sana ha sido aún más acusada en un apartado que el ministerio denomina genéricamente otros productos en peso, en el que se incluyensnack salados, condimentos, harina, encurtidos, pizzas, hojaldres o gelatinas, entre otro otros. En 2007 se comían en España 279 millones de kilos, frente a los 496 de ahora. Es decir, antes cada individuo consumía 5,7 kilos al año, frente a los 10,7 actuales. 

El apartado de bollería, cereales y galletas se ha comportado como corresponde a una sociedad que empieza a dar la vuelta a la dieta mediterránea: su consumo ha aumentado un 13% hasta los 631,6 millones de kilos, con 13,6 kilos por habitante y año. 

No obstante, la crisis también ha traído algunas buenas noticias con un mayor incremento de las legumbres en el menú. El empobrecimiento de las familias ha favorecido estos productos más baratos, cuya presencia en la cesta de la compra ha crecido un 3%. Cada español consume en la actualidad una media de 3,3 kilos de legumbres al año. El arroz, en cambio, ha descendido casi un 6% a poco más de cuatro kilos por persona. 

En el apartado de bebidas los reveses económicos también han supuesto algunos cambios de interés directamente relacionados con la salud del bolsillo. El vino de mesa sin denominación de origen ha descendido hasta los 223 (-18%), en cambio, el consumo de vinos tranquilos con denominación de origen ha pasado de 129 millones de litros a 136 (5%). Al mismo tiempo, la cerveza ha ganado popularidad. Frente a los 701 millones de litros que se consumían en 2007, ahora se toman 820,6 (17%). Cada español toma en la actualidad 17,7 litros de cerveza al año, frente a los 15,6 que consumía antes de que comenzaran las dificultades económicas.

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