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sábado, 19 de julio de 2014

"Las células son muy útiles para la economía del cuerpo" granadahoy.com

Martín-Lacave se convirtió en 2004 en la primera catedrática de Medicina en los 500 años de historia que acumula la Universidad de Sevilla.
FEDE DURÁN
-¿Qué es la histología?  
-Fuera de nuestra especialidad es difícil que alguien sepa a qué nos dedicamos. La histología es el estudio microscópico del cuerpo humano, y eso es algo que cuando vas por la calle no se ve ni se necesita. No obstante, es la base de todo: cómo se organizan las células, cómo se ensamblan los tejidos. Y es esencial para conocer después las distintas transformaciones patológicas.
 
-Hábleme de las células.
-Normalmente están muy bien organizadas, prodigiosamente organizadas en algunos casos como el del ojo. Pero como los tejidos también se tienen que renovar, hay células indiferenciadas con un potencial de crecimiento que si se desmadra genera alteraciones.
 
-Células buenas, células malvadas.
-Son como las personas, hay muchos tipos. Algunos son totalmente previsibles, con vidas muy cortas. Por ejemplo, las que nos renuevan la epidermis con el desgaste al medio ambiente, al aire o la desecación. Pero luego, en el estrato más basal o profundo de la epidermis, están los melanocitos, que nos protegen de la radiación ultravioleta. Y como no los cuides son imprevisibles y te pueden formar un melanoma. La gran mayoría de las células son muy útiles para la economía de nuestro cuerpo.
 
-La anarquía es pues el origen del cáncer.
-Cualquier célula de nuestro cuerpo con capacidad de dividirse se somete a un proceso muy controlado, pero si se acumulan mutaciones por exposición a distintos agentes tóxicos como la nicotina en el tabaco o las radiaciones solares, esos mecanismos de control se rompen, sufren mutaciones que se acumulan y empiezan a dividirse descontroladamente y a invadir tejidos próximos.
 
-Usted es autora de dos atlas de referencia en su disciplina.
-Como soy bióloga, siempre pretendo ayudar a reconocer cómo son los tejidos normales porque ese conocimiento es básico para cuando hay variaciones y pasan a transformarse en tejidos patológicos. Tanto el Atlas de Inmunohistoquímica como el Atlas de Histología Humana son dos visiones de la estructura microscópica de nuestro cuerpo. Como los atlas geográficos, estos son atlas humanos.
 
-Inmunohistoquímica...
-Ese atlas permite destacar un tipo celular sobre el contexto, es como si quisieras resaltar una estrella en el firmamento. Es muy interesante porque te ayuda a saber qué fabrica ese tejido celular, dónde existe, cómo se relaciona con otros. A veces se forman tumores tan  indiferenciados que ya no los reconoces al microscopio. Y hace falta ir a técnicas más específicas para cazarlos. El proyecto surgió en 2001 y lo publicamos en 2012. Junto a Tomás García Caballero, colega y amigo de la Universidad de Santiago de Compostela, hicimos un estudio muy exhaustivo de todas las células que integran nuestro cuerpo, y eso es muy útil en cualquier campo de investigación. Los fisiólogos empiezan a trabajar en el sistema nervioso o los veterinarios sobre el bazo, pero todos van a observar muestras humanas o de animales y tú tienes que ayudarles a reconocer los tejidos.
 
-¿Y el atlas de Histología Humana?
-Ahí acudes a técnicas que te permiten ver a la vez distintos componentes celulares que trabajan conjuntamente. Con esa panorámica obtienes datos de cómo se integran y funcionan.
 
-¿Qué investiga ahora?
-Me he centrado en los últimos años en la glándula tiroides, que tiene dos poblaciones endocrinas. La mayoritaria es la que forman las hormonas tiroideas, todas las células de nuestro cuerpo están movidas por ellas. Conviven también con esa población mayoritaria unas células que denominamos células C porque fabrican una sustancia que se llama calcitonina y porque regulan el calcio en la sangre. La incógnita es por qué esa célula C funciona un poco a espaldas de las otras: una fabricando la hormona tiroidea y otra la calcitonina y regulando el calcio. Y hemos descubierto que sí hay una estrecha relación. La célula C ayuda a las otras en su trabajo.
 
-¿Tiene suficientes recursos? España se llena la boca con la I+D y después poda sin contemplaciones.
-La investigación básica hoy día ya no se financia. Siempre te piden aplicabilidad. Y la básica no tiene una aplicación directa, pero cualquier conocimiento se apoya en ella. El planteamiento es muy cortoplacista. Cada vez se hace menos, y para obtener financiación de investigación básica hemos buscado esas aplicabilidades. El proyecto aplicable ha consistido en salir de la glándula tiroidea y meternos en el cáncer de pulmón y en una variedad que se llama cáncer de células pequeñas. En el momento del diagnóstico ya se ha extendido. No es operable. Representa el 18% de todos los cánceres de pulmón, es muy agresivo y tiene muy mal pronóstico. Aprovechando que tenemos una experta en nanotecnología, intentamos diseñar una terapia dirigida contra las células madre tumorales.
 
-La docencia es su otra actividad. ¿Contamos con buenos estudiantes?
-Doy clases en Medicina y hace dos años empecé el grado de Biomedicina. Son alumnos magníficos, tenemos numerus clausus y por eso nos llegan expedientes estupendos. Es una carrera de fondo y ha de ser muy vocacional. Somos afortunados: son de los alumnos más preparados y en sus manos ponemos nuestra salud. 

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