El humorista gráfico se crió en el pueblo granadino, al que permanece vinculado
J. ROMERO ALMEGÍJAR , COMARCAS
En las innumerables referencias que se encuentran de Paco Martinmorales en cualquier medio no es raro leer que es alpujarreño, a pesar de haber nacido en Almería. Y es que Paco nunca ha dejado de estar unido especialmente a la localidad de Almegíjar, lugar en el que se crió, aunque su trayectoria profesional y vital le haya tenido ocupado en otros lugares. Prueba de ello son los dibujos que hay expuestos en el Salón Cultural de este rincón alpujarreño, que desde ayer lleva su nombre, prestados por diferentes personas del pueblo y obras originales cedidas por la propia familia de Paco.
Martínmorales, quien durante décadas ha sido uno de los grandes del humor gráfico a nivel nacional, también ha ilustrado a través de sus dibujos los momentos especiales de toda una generación de almegijeños. Por años ha dibujado carocas, ha ilustrado programas de fiestas, ha realizado dibujos para carteles, de invitaciones… Sus viñetas eran su tributo a Almegíjar, un tributo "generoso y siempre dispuesto".
Por ello, Almegíjar le ha querido devolver de alguna forma el haber mantenido estrechos vínculos familiares y de amistad en este rincón. Y lo hizo ayer en un acto sencillo pero cargado de sentimiento y emotividad, nombrándole Hijo Adoptivo y dedicándole una calle y el Salón Cultural de la localidad con su nombre. Un acto al que asistieron numerosas personas, entre ellos vecinos, amigos y familiares del humorista gráfico quien, aunque no pudo estar presente debido a su indisposición tras el grave accidente que sufrió en 2010 en su cortijo de Carataunas, indiscutiblemente fue el protagonista. De entre los asistentes, su mujer Mercedes, su hermano Ricardo, y sus amigos más íntimos hicieron más emotivo el homenaje, el primero que ha recibido Martinmorales tras su desgraciado percance.
"Los que conocemos a Paco", apuntó el alcalde de Almegíjar, Francisco Hidalgo, "podemos dar fe de que a pesar de ser uno de los dibujantes y humoristas gráficos más importantes de nuestro país él siempre ha llevado a la Alpujarra en su corazón y en sus trazos". Dicen sus amigos y compañeros que "con él siempre ha ido la Alpujarra, su pequeña patria, el mundo rural, campesino y familiar de nuestra tierra". Y precisamente sus orígenes familiares en el municipio almegijeño y los lazos de amistad sostenidos por décadas han generado en el pueblo un profundo agradecimiento y cariño por el dibujante.
Los actos comenzaron con el descubrimiento de una placa en la fachada de la casa familiar de Martín Morales. Posteriormente se presentó la calle que ya lleva el nombre del dibujante, la misma en la que se encuentra la casa en la que los hermanos Martinmorales pasaron largas temporadas, y seguidamente tuvo lugar el acto de nombramiento como Hijo Adoptivo en el Salón Cultural municipal, que además lleva su nombre. "Francisco Martín Morales es una persona que siempre hemos sentido como un vecino más y hoy se lo queremos demostrar. Ha sido un almegijeño por elección propia. Sin nacer en nuestro pueblo él siempre ha querido ser uno más de nosotros. Lo fue de niño y en la juventud, lo fue de adulto y lo es ahora en la madurez. Por esa razón hoy lo nombramos Hijo Adoptivo de nuestro pueblo", remarcó el primer edil almegijeño.
Ricardo Martín Morales, en nombre Paco y del de su familia, agradeció "el merecido homenaje" a su hermano, gracias al cual "su nombre permanecerá unido a este pueblo para siempre". Un emotivo discurso en el que destacó "la gran alegría" que sienten, mezclada con el "sentimiento agridulce ya que nos hubiera encantado que Paco estuviera aquí con nosotros". No obstante, destacó que le transmitirían este cálido homenaje "y a buen seguro que nos hará un gesto de agradecimiento".
La esposa de Martinmorales, Mercedes, agradeció a los vecinos "el trato de cariño que han dispensado al dibujante" y explicó que le contará cada detalle y le enseñará cada fotografía cuando llegue a su casa para trasmitirle el cariño de sus vecinos". El periodista y amigo del dibujante Antonio Ramos resaltó "la rebeldía que plasmó en sus trazos para expresar la actualidad, su talento y su constancia".
En la plaza de Almegíjar se expusieron viñetas realizadas por el dibujante en las últimas décadas.
Martínmorales, quien durante décadas ha sido uno de los grandes del humor gráfico a nivel nacional, también ha ilustrado a través de sus dibujos los momentos especiales de toda una generación de almegijeños. Por años ha dibujado carocas, ha ilustrado programas de fiestas, ha realizado dibujos para carteles, de invitaciones… Sus viñetas eran su tributo a Almegíjar, un tributo "generoso y siempre dispuesto".
Por ello, Almegíjar le ha querido devolver de alguna forma el haber mantenido estrechos vínculos familiares y de amistad en este rincón. Y lo hizo ayer en un acto sencillo pero cargado de sentimiento y emotividad, nombrándole Hijo Adoptivo y dedicándole una calle y el Salón Cultural de la localidad con su nombre. Un acto al que asistieron numerosas personas, entre ellos vecinos, amigos y familiares del humorista gráfico quien, aunque no pudo estar presente debido a su indisposición tras el grave accidente que sufrió en 2010 en su cortijo de Carataunas, indiscutiblemente fue el protagonista. De entre los asistentes, su mujer Mercedes, su hermano Ricardo, y sus amigos más íntimos hicieron más emotivo el homenaje, el primero que ha recibido Martinmorales tras su desgraciado percance.
"Los que conocemos a Paco", apuntó el alcalde de Almegíjar, Francisco Hidalgo, "podemos dar fe de que a pesar de ser uno de los dibujantes y humoristas gráficos más importantes de nuestro país él siempre ha llevado a la Alpujarra en su corazón y en sus trazos". Dicen sus amigos y compañeros que "con él siempre ha ido la Alpujarra, su pequeña patria, el mundo rural, campesino y familiar de nuestra tierra". Y precisamente sus orígenes familiares en el municipio almegijeño y los lazos de amistad sostenidos por décadas han generado en el pueblo un profundo agradecimiento y cariño por el dibujante.
Los actos comenzaron con el descubrimiento de una placa en la fachada de la casa familiar de Martín Morales. Posteriormente se presentó la calle que ya lleva el nombre del dibujante, la misma en la que se encuentra la casa en la que los hermanos Martinmorales pasaron largas temporadas, y seguidamente tuvo lugar el acto de nombramiento como Hijo Adoptivo en el Salón Cultural municipal, que además lleva su nombre. "Francisco Martín Morales es una persona que siempre hemos sentido como un vecino más y hoy se lo queremos demostrar. Ha sido un almegijeño por elección propia. Sin nacer en nuestro pueblo él siempre ha querido ser uno más de nosotros. Lo fue de niño y en la juventud, lo fue de adulto y lo es ahora en la madurez. Por esa razón hoy lo nombramos Hijo Adoptivo de nuestro pueblo", remarcó el primer edil almegijeño.
Ricardo Martín Morales, en nombre Paco y del de su familia, agradeció "el merecido homenaje" a su hermano, gracias al cual "su nombre permanecerá unido a este pueblo para siempre". Un emotivo discurso en el que destacó "la gran alegría" que sienten, mezclada con el "sentimiento agridulce ya que nos hubiera encantado que Paco estuviera aquí con nosotros". No obstante, destacó que le transmitirían este cálido homenaje "y a buen seguro que nos hará un gesto de agradecimiento".
La esposa de Martinmorales, Mercedes, agradeció a los vecinos "el trato de cariño que han dispensado al dibujante" y explicó que le contará cada detalle y le enseñará cada fotografía cuando llegue a su casa para trasmitirle el cariño de sus vecinos". El periodista y amigo del dibujante Antonio Ramos resaltó "la rebeldía que plasmó en sus trazos para expresar la actualidad, su talento y su constancia".
En la plaza de Almegíjar se expusieron viñetas realizadas por el dibujante en las últimas décadas.
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