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martes, 2 de diciembre de 2014

Con la guardia baja frente al VIH granadahoy.com

Los expertos alertan de una relajación por parte de los jóvenes ante las enfermedades de transmisión sexual
C. DÍAZ · S. VALLEJO GRANADA

Fernando Lozano aún no había terminado su residencia en Medicina Interna cuando trató su primer caso de sida. Era 1982. Tres años después, el virus del VIH se expandía sin control entre el colectivo homosexual y los consumidores de droga por vía intravenosa, principalmente. Miedo, rechazo, desconocimiento, "tal como ocurre ahora con el ébola", apunta el doctor Lozano, director del Plan Andaluz frente al VIH/sida y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). "El sida era sinónimo de muerte. Aquello era la guerra". 

Treinta años después, los jóvenes consideran el sida una enfermedad del pasado y crece la preocupación por parte de la Administración Pública y los sanitarios, que consideran que la juventud ha bajado la guardia ante las patologías de transmisión sexual. Así lo destacó ayer el delegado de Salud, Higinio Almagro, quien aseguró que los jóvenes "piensan que es algo del pasado" y por eso la tendencia a la baja de los casos en Granada tras los máximos alcanzados en los años 90, se ha ralentizado. Así, los nuevos casos de VIH se están dando más en varones con edades que están por debajo de los 30 e incluso de los 25 años, por lo que hay que actuar. 

Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se conmemoró ayer, la Junta de Andalucía ha hecho públicos los registros. Así, desde 1982 hasta 2013, se han contabilizado 12.855 casos de sida. Concretamente, el año pasado se diagnosticaron 92 nuevos casos en Andalucía, un 28,8% menos que en 2012. 

En total, desde 1994, cuando se registró el pico más alto, el número de pacientes con sida ha caído un 90%. Esto ha sido posible, "en gran medida", gracias a los avances en los tratamientos antirretrovirales que permiten que una persona seropositiva pueda vivir con el virus y no desarrollar el síndrome inmunodeficiencia adquirida, según palabras del doctor Fernando Lozano. Una teoría confirmada por la directora de Salud Pública en Granada, Isabel Marín, quien resaltó la "supervivencia" cada vez más larga de los pacientes con VIH y el hecho de que éstos no desarrollen el Sida. 

A diferencia de otras comunidades autónoma, la andaluza no comenzó a registrar las nuevas infecciones del virus de inmunodeficiencia humana hasta enero de 2013, a pesar de las constantes reclamaciones de las asociaciones, como Adhara, con el fin de desarrollar programas de prevención y diagnóstico precoz. No obstante, "en 2013, más de 16.000 andaluces recibieron un tratamiento eficaz frente al VIH". En Granada, el año pasado un total de 1.374 pacientes recibieron tratamientos antirretrovirales en el hospital, lo que supuso una inversión de 8,7 millones. 

Al igual que la enfermedad, que ha pasado a ser crónica, el perfil de las personas infectadas también ha evolucionado. El director del Plan Andaluz frente al VIH/sida y otras ITS habla de pacientes jóvenes, entre 20 y 40 años, con un nivel sociocultural alto, "por lo que no podemos decir que la infección se deba por falta de información o educación", apunta. Concretamente, según los últimos datos de la Junta, el 84% de los nuevos diagnósticos de VIH son hombres con una edad media de 35 años. 

De enero de 2013 a octubre de 2014 se han diagnosticado en Granada 38 nuevos casos de VIH, el 86% en varones con una edad media de 36,4 años. El grupo de riesgo es el de hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, lo que supone casi el 50% de las infecciones en Granada. Además, se diagnosticaron diez nuevos casos de Sida el año pasado. 

Al contrario de lo que ocurría en la década de los 90, cuando el sida y la droga iban de la mano, el número de infectados por vía intravenosa supone hoy el 5% del total. Hoy, el 53% de los nuevos diagnósticos en Andalucía corresponden a hombres homosexuales, un porcentaje similar a la tasa nacional (51%) y a la europea (52%). 

Asimismo, aumenta el número de nuevos infectados que presentan otras enfermedades de transmisión sexual, como sífilis, hepatitis (A y B) y diferentes tipos de gonococia. 

Entre las estrategias del Plan Andaluz frente al VIH/sida y otras ITS destacan, según confirma su director, los programas de información dirigidos a jóvenes y adolescentes, la formación y actualización de profesionales, el impulso a la investigación y los planes encaminados a la prevención y al diagnóstico precoz, garantizando, además la accesibilidad a las terapias más avanzadas. 

"Las posibilidades de que una persona con el VIH con un tratamiento eficaz infecte a otra persona son ínfimas, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz", asegura Fernando Lozano. El doctor añade que "entre el 40% y el 50% de los casos se diagnostican de forma tardía". El facultativo reconoce la existencia de barreras por parte de los ciudadanos y de los propios profesionales sanitarios que dificultan el diagnóstico precoz: "Muchas veces no se solicita una prueba por miedo al saber o por pura desinformación". En cuanto a los profesionales, Lozano achaca el problema al poco tiempo disponible para las consultas y la falta de confianza con el paciente, principalmente. 

En 2008, la Junta implantó el Programa de Diagnóstico Precoz de VIH, que desarrolla con la colaboración de asociaciones. Así, desde su puesta en marcha, se han realizado unos 20.000 test rápidos de salida en la saliva en Andalucía, de los que 2.150 se han realizado en Granada, con 24 casos positivos (16 varones y 8 mujeres). 

En estos 30 años ha sido muy importante las investigaciones científicas para el control de la epidemia. "Los tratamientos con antirretrovirales son ahora mucho menos tóxicos y más eficaces que antes", añade el doctor Fernando Lozano, que en 2010 coordinó la publicación de la tercera edición del manual Efectos adversos del tratamiento antirretrovírico. "Hoy, una persona diagnosticada a los 20 años tiene una expectativa de vida de 55 años, sólo unos cinco menos que una persona sin el virus". 

Lozano apuesta claramente por la futura cura de esta enfermedad que sigue estigmatizando a aquellos que la padece. "Si cuando comencé me hubieran dicho que conseguiríamos tratamientos eficaces me hubiera parecido ciencia ficción", reconoce. "Ahora, les digo a mis pacientes que yo me jubilaré antes, pero que ellos verán la erradicación del virus". Unas buenas vibraciones que no comparte con el posible desarrollo de una vacuna preventiva.

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