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miércoles, 7 de enero de 2015

"Corren malos tiempos para la cultura y buenos para la creatividad" granadahoy.com

Los versos de Carmen y Dora Hernández se alían con el objetivo del periodista Jorge Pastor en 'Art Mariage' Sus composiciones despiertan los sentidos y alimentan las emociones
SARA AGUILERA GRANADA 
Jorge Pastor, en la sala donde se expone 'Art Mariage'

El Centro Cultural de CajaGranada en Motril acoge desde el próximo 9 de enero la exposición Art Mariage o los estados del alma, una colección de fotografías en las que los certeros y profundos versos de Carmen y Dora Hernández describen impactantes estampas que descubre el periodista Jorge Pastor con su cámara. Estas navidades la muestra ha estado en la Asociación de la Prensa de Granada. 

-¿Por qué Art Mariage? 

-Por la génesis de nuestro proyecto. Todo surgió en el transcurso de una cata. Nos gustó mucho la idea de que maridando dos productos se podían obtener sabores únicos. Y nosotros nos preguntamos ¿por qué no combinando dos manifestaciones artísticas tan convergentes como la fotografía y la poesía no creamos mundos únicos? Y así comenzó nuestra propuesta creativa. Al principio sin rumbo. Pero después de tocar muchas puertas con resultado infructuoso, se cruzó en nuestro camino Etnosur, que se celebra en Alcalá la Real (Jaén). Les encantó la idea y nos propusieron que fuera la exposición oficial del festival en su edición del año pasado. Lo de Art Mariage, el arte del maridaje, es un guiño a la cultura francesa, que nos seduce a los tres. De hecho, los poemas están también traducidos a ese idioma y no descartamos la posibilidad de algún día mostrar nuestro trabajo allí. 

-¿Son fotografía y poesía dos buenas aliadas? 

-Yo creo que sí porque ambas casan a través del hilo conductor de los sentimientos. Más allá de posiciones eclécticas, la alegría, la pena, el dolor, la sorpresa… son el nexo perfecto para que fotografías y poemas 'mariden' para reflejar los estados del alma. 

-¿Los poemas han inspirado las instantáneas o al contrario? 

-Inicialmente el proceso creativo transcurría en paralelo. A partir de una emoción previamente acordada, trabajábamos fotografías y poesías hasta que 'centrábamos el tiro' y conveníamos que habíamos recreado un mundo que, con más o menos matices, aprehendía ese sentimiento que habíamos consensuado. No tardamos en darnos cuenta de que este camino era demasiado largo y tortuoso y optamos porque yo propusiera una foto y, a partir de ahí, ellas [en referencia a las poetisas Dora y Carmen Hernández] plantearan unos versos. La capacidad maleable de las palabras es superior a las imágenes. Cada 'maridaje' nos ha llevado entre dos y tres semanas de trabajo. 

-¿Qué destacaría de los versos de Dora y Carmen Hernández? 

-Su sorprendente capacidad de conmover. 'Art Mariage' es una reivindicación de las emociones más puras. Y ellas son dos poetisas de raza, con las ideas muy claras y con un dominio de la metáfora que garantizaba muchos matices de esos mundos que aspirábamos a recrear. Después de un año trabajando, llegué a tal punto de conocimiento, que hacía las fotos pensando en cuál le vendría mejor al estilo de una y otra. Por eso el resultado de Art Mariage es tan redondo. Y por eso también la gente se siente tan identificada con lo que ven y con lo que leen. 

-¿Qué lugares ha recorrido ya la muestra? 

-La verdad es que nuestro proyecto, concebido desde la más absoluta modestia, ha crecido tan rápido que por momentos nos hemos sentido incluso un poco abrumados. Empezamos en Alcalá la Real, en el marco de Etnosur, y ya hemos expuesto en Guadix, Villacarrillo, Linares y Granada, que nos apetecía especialmente por los muchísimos lazos que nos unen con esta ciudad. Pero esto no ha hecho más que empezar. Ahora estaremos en Motril hasta el día 25 y después iremos a Madrid, donde estaremos más de un mes en la sede central de la Uned, Barcelona, Úbeda… hasta acabar en Jaén en febrero de 2016. 

-¿Qué se va a encontrar el visitante? 

-Pues va a encontrar, básicamente, emociones. Nosotros aconsejamos que se vean nuestra exposición de una manera íntima. En silencio. Sin prisas. Abriendo el corazón. Son veinte 'maridajes', trece de gran formato, con fotos de cien por setenta centímetros, y siete más pequeñas, con imágenes de setenta por cincuenta. 

-Si tuviera que elegir una de las obras, ¿cuál sería? 

-Todas (risas). Sin duda, todas. Todas reflejan algo de mi intimidad, de mis recuerdos y de mis vivencias. Pero quizá si tuviera que elegir una sería Nadie te espera en el andén, que tiene mucho de autobiográfico. He vivido varias veces esa sensación descarnada de marcharte de una ciudad dejándolo todo detrás y llegar a una nueva sin que nadie te espere. Además, la fotografía de Nadie te espera en el andén es la portada el libro Art Mariage o los estados del alma, editado por la editorial Nazarí y que se puede adquirir en los lugares donde exponemos y en el caso de Granada, prácticamente en todas las librerías. Gracias a esta publicación, donde aparecen los treinta maridajes que conforman nuestro proyecto, podemos financiarnos y seguir creciendo. Es un regalo maravilloso para los enamorados. 

-Durante la inauguración hubo dos momentos singulares frente a dos de sus obras. ¿Le gusta sorprender? 

-Me gusta emocionar. Creo que vivimos en un mundo con demasiadas aristas como para plantearle a la gente propuestas demasiado complejas. Apelamos a los sentimientos y al igual que fotografía y poesía maridan a la perfección, la combinación de fotografía, poesía y música es perfecta. En la inauguración de Granada tuvimos el inmenso placer de disfrutar con el torrente de voz de la gran Rocío Guzmán, una cantante jienense que ahora se ha instalado en Granada. Fue un momento irrepetible. Algunas lágrimas se derramaron. También 'pinché' una composición de piano de Mozart que coincidía, además, con la pieza que tocó la pianista Laura Hurtado cuando la fotografié en el conservatorio Victoria Eugenia. 

-¿Cómo se sumergió usted en el mundo de la imagen? 

-No recuerdo el cuándo, ni el cómo. Pero sí el porqué. Por la capacidad de descubrir mundos a través de la fotografía. Y porque una imagen convierte lo efímero en perpetuo. 

-¿Cree que corren malos tiempos para la Cultura? 

-Corren malos tiempos para la cultura y buenos tiempos para la creatividad. Desgraciadamente, los que manejan los presupuestos tienen la creencia errónea de que la cultura no es una necesidad. Si a ello sumamos el palo del IVA, la verdad es que el panorama es preocupante. Pero también es cierto que la necesidad y la carencia alimentan el talento. Y no paro de ver propuestas culturales interesantísimas y que aportan un plus al mundo de la creación.

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