La Consejería de Educación, Cultura y Deporte mostrará los restos de la villa romana tras alcanzar un acuerdo de cesión temporal con la UGR y tras descartar otras ubicaciones
G. CAPPA GRANADA
El espectacular mosaico romano que apareció durante las obras en el solar donde actualmente se ubica el parking de Los Mondragones se mostrará al público en el Hospital Real a partir del mes de abril, con lo que la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía cumple con su compromiso de mostrar los restos de la villa romana del siglo IV a. C. que fueron retirados al inicio de los trabajos para su estudio y conservación. El acuerdo entre la Junta y la UGR se firmará la próxima semana para que el mosaico romano se muestre a los granadinos, en esta ocasión de forma vertical, lo que permitirá apreciar con más detalle unos restos datados en el 353 de nuestra era. La razón de esta datación tan exacta es que, al retirar el material, apareció una moneda de Julio II, lo que indica que se construyó ese año o en fechas posteriores.
Según Ana Gámez, delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, se había previsto en un primer momento que el mosaico se mostrase en la propia sede de la Delegación en el Paseo de la Bomba, aunque finalmente se ha optado por el Hospital Real por ser un lugar con mejores condiciones de seguridad y por ser un espacio habituado a recibir grandes exposiciones. Con todo, el destino final del mosaico será el centro de interpretación ubicado junto al parking de Los Mondragones, en el mismo terreno en el que apareció un molino de aceite romano y una iglesia visigoda, que se ha trasladado unos metros de su ubicación original en una operación sin precedentes en Granada.
Este material, que actualmente se encuentra en el taller de restauración, dará paso al segundo mosaico encontrado durante los trabajos y que se encontraba bastante más deteriorado. Los investigadores dedicarán los próximos meses a su estudio y catalogación para ultimar el mapa histórico del asentamiento romano que fue habitado posteriormente por los visigodos.
Los restos encontrados junto al Barrio de los Doctores forman parte de una gran villa con una parte rústica y una parte urbana, que es donde se sitúa la casa del propietario, un espacio que todavía falta por investigar.
Entre los restos destaca el colosal molino aunque el mosaico se llevase en su momento todas las fotos y la atención de los visitantes. En cuanto al estudio de materiales, el equipo liderado por Ángel Rodríguez señala que hubo un momento importante de desarrollo en el siglo IV, cosa que antes no estaba nada clara. Y aunque siempre se piensa que la época tardorromana es un periodo gris y de retroceso, la villa de Los Mondragones vivió en esta época su esplendor, lo que se ve claramente con la monumentalización de los espacios domésticos en la villa que se produjeron en este momento. También están perfilando la época más tardía, el siglo V, VI y VII, con el cementerio visigodo y la edificación de carácter religioso que despertó la controversia entre los arqueólogos sobre el terreno, aunque finalmente ya se habla sin rodeos de que se trata de un templo visigodo. Esta edificación estaba arrasada hasta los cimientos y sólo se han podido documentar las cimentaciones, lo que permite saber cómo era su distribución, pero poco más. En todo caso, esta villa y la ciudad romana debían ser un núcleo relativamente importante cuando en el siglo IV se organiza en Granada el primer concilio católico de la Península Ibérica.
Según Ana Gámez, delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, se había previsto en un primer momento que el mosaico se mostrase en la propia sede de la Delegación en el Paseo de la Bomba, aunque finalmente se ha optado por el Hospital Real por ser un lugar con mejores condiciones de seguridad y por ser un espacio habituado a recibir grandes exposiciones. Con todo, el destino final del mosaico será el centro de interpretación ubicado junto al parking de Los Mondragones, en el mismo terreno en el que apareció un molino de aceite romano y una iglesia visigoda, que se ha trasladado unos metros de su ubicación original en una operación sin precedentes en Granada.
Este material, que actualmente se encuentra en el taller de restauración, dará paso al segundo mosaico encontrado durante los trabajos y que se encontraba bastante más deteriorado. Los investigadores dedicarán los próximos meses a su estudio y catalogación para ultimar el mapa histórico del asentamiento romano que fue habitado posteriormente por los visigodos.
Los restos encontrados junto al Barrio de los Doctores forman parte de una gran villa con una parte rústica y una parte urbana, que es donde se sitúa la casa del propietario, un espacio que todavía falta por investigar.
Entre los restos destaca el colosal molino aunque el mosaico se llevase en su momento todas las fotos y la atención de los visitantes. En cuanto al estudio de materiales, el equipo liderado por Ángel Rodríguez señala que hubo un momento importante de desarrollo en el siglo IV, cosa que antes no estaba nada clara. Y aunque siempre se piensa que la época tardorromana es un periodo gris y de retroceso, la villa de Los Mondragones vivió en esta época su esplendor, lo que se ve claramente con la monumentalización de los espacios domésticos en la villa que se produjeron en este momento. También están perfilando la época más tardía, el siglo V, VI y VII, con el cementerio visigodo y la edificación de carácter religioso que despertó la controversia entre los arqueólogos sobre el terreno, aunque finalmente ya se habla sin rodeos de que se trata de un templo visigodo. Esta edificación estaba arrasada hasta los cimientos y sólo se han podido documentar las cimentaciones, lo que permite saber cómo era su distribución, pero poco más. En todo caso, esta villa y la ciudad romana debían ser un núcleo relativamente importante cuando en el siglo IV se organiza en Granada el primer concilio católico de la Península Ibérica.
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