La Asociación Granadina de Protección de Animales se ve obligada a abandonar el terreno en el que tiene el refugio y una treintena de perros se quedarán en la calle
BELÉN RICO GRANADA
Tora fue tirada por encima de la valla del refugio hace dos años, y allí sigue esperando un hogar. Tiene mucha fuerza y energía, siempre está correteando, le encanta que le tiren palos y jugar con el agua. Necesita alguien con experiencia y que sepa educarla porque es nerviosa y activa, pero nunca tiene problemas con otros perros y es muy cariñosa con las personas. Baguira también fue tirada por encima de la valla del refugio junto a su madre y otro perro más. Es un cruce mediano de poco más de dos años muy cariñosa y que busca una familia definitiva con la que dejar de ser asustadiza. Haku, un cruce con pitbull de año y medio, ha sido de los últimos en llegar. No tiene ningún problema con personas ni con niños. Fue abandonado con una manta, agua y comida. Son algunas de las historias que tienen tras de sí los perros que ahora mismo viven en el refugio de Ladridos Vagabundos.
El problema es que estos perros que han pasado a veces por situaciones extraordinariamente duras y traumáticas y que se encuentran en un paréntesis de tranquilidad mientras encuentran un hogar definitivo vuelven ahora a estar en peligro por la situación que atraviesa este refugio.
La Asociación granadina de Protección de Animales fundada en 2006, Ladridos Vagabundos, vive una situación extrema que la ha llevado a lanzar un llamamiento de apoyo: en poco más de dos meses los obligan a dejar el terreno donde se encuentran recogidos los perros por motivos ajenos a su labor, que desde un principio ha sido y es acoger y proteger a perros abandonados y en muchos de sus casos maltratados.
Ladridos Vagabundos es una asociación sin ánimo de lucro que no tiene ayudas institucionales y se mantiene a duras penas con las cuotas de los socios, que no son demasiado numerosos. Tres personas llevan el grueso de las gestiones de esta asociación, que cuenta también con la ayuda de un centenar de voluntarios que trabajan en el cuidado de los perros de forma totalmente desinteresada. "El número oscila mucho", explica Enka Tripiana, portavoz de la asociación, sobre esta tarea de voluntariado que consiste en sacar a los perros del refugio a pasear, darles de comer y limpiar las jaulas y, en los casos necesarios, administrarles los medicamentos.
Desde 2006 que se establecieron en este refugio en las afueras de Pinos Puente, han podido salir adelante con la ayuda de los voluntarios y las casas de acogida para casos especiales, pero en estos momentos, por desacuerdos con la propietaria de la finca donde se ubica el refugio, tienen como fecha tope para abandonar del terreno la primera quincena de mayo, por lo que se ven obligados a desalojar a los animales de allí y buscarles un hogar.
La prioridad de Ladridos Vagabundos es encontrar una familia para los perros, encontrarles una casa definitiva o, si no es posible, un hogar temporal. Mediante su página web se pueden visitar los perfiles de los perros en adopción, de diferentes edades y razas, como podencos, mastines o pastores alemanes, aunque la mayoría son mestizos. En total hay una treintena: 15 medianos, 10 pequeños y cinco grandes.
Los perros adoptados se entregan desparasitados, castrados, con las vacunas correspondientes y sus pasaportes en regla. Algunos casos extremos, de perros de avanzada edad o enfermedad, serán reubicados en familias con características especiales.
Los que estén interesados en adoptar uno de los perros, pueden ver sus fotos, sus características y las historias de sus vidas en la página web chuchos-gr.org. Allí también pueden verse las nuevas vidas de todos aquellos que han conseguido dar un giro radical a sus existencias gracias a la labor que ha desarrollado hasta la fecha Ladridos Vagabundos.
El problema es que estos perros que han pasado a veces por situaciones extraordinariamente duras y traumáticas y que se encuentran en un paréntesis de tranquilidad mientras encuentran un hogar definitivo vuelven ahora a estar en peligro por la situación que atraviesa este refugio.
La Asociación granadina de Protección de Animales fundada en 2006, Ladridos Vagabundos, vive una situación extrema que la ha llevado a lanzar un llamamiento de apoyo: en poco más de dos meses los obligan a dejar el terreno donde se encuentran recogidos los perros por motivos ajenos a su labor, que desde un principio ha sido y es acoger y proteger a perros abandonados y en muchos de sus casos maltratados.
Ladridos Vagabundos es una asociación sin ánimo de lucro que no tiene ayudas institucionales y se mantiene a duras penas con las cuotas de los socios, que no son demasiado numerosos. Tres personas llevan el grueso de las gestiones de esta asociación, que cuenta también con la ayuda de un centenar de voluntarios que trabajan en el cuidado de los perros de forma totalmente desinteresada. "El número oscila mucho", explica Enka Tripiana, portavoz de la asociación, sobre esta tarea de voluntariado que consiste en sacar a los perros del refugio a pasear, darles de comer y limpiar las jaulas y, en los casos necesarios, administrarles los medicamentos.
Desde 2006 que se establecieron en este refugio en las afueras de Pinos Puente, han podido salir adelante con la ayuda de los voluntarios y las casas de acogida para casos especiales, pero en estos momentos, por desacuerdos con la propietaria de la finca donde se ubica el refugio, tienen como fecha tope para abandonar del terreno la primera quincena de mayo, por lo que se ven obligados a desalojar a los animales de allí y buscarles un hogar.
La prioridad de Ladridos Vagabundos es encontrar una familia para los perros, encontrarles una casa definitiva o, si no es posible, un hogar temporal. Mediante su página web se pueden visitar los perfiles de los perros en adopción, de diferentes edades y razas, como podencos, mastines o pastores alemanes, aunque la mayoría son mestizos. En total hay una treintena: 15 medianos, 10 pequeños y cinco grandes.
Los perros adoptados se entregan desparasitados, castrados, con las vacunas correspondientes y sus pasaportes en regla. Algunos casos extremos, de perros de avanzada edad o enfermedad, serán reubicados en familias con características especiales.
Los que estén interesados en adoptar uno de los perros, pueden ver sus fotos, sus características y las historias de sus vidas en la página web chuchos-gr.org. Allí también pueden verse las nuevas vidas de todos aquellos que han conseguido dar un giro radical a sus existencias gracias a la labor que ha desarrollado hasta la fecha Ladridos Vagabundos.
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