Un centenar de imágenes del fotógrafo y escritor Fernando Sánchez Alonso y una decena de poemas de Rafael Guillén componen la última obra sobre una comarca "que hay que ver con ojos distintos"
R. CASTRO GRANADA
Un centenar de imágenes del fotógrafo, escritor y periodista Fernando Sánchez Alonso, acompañadas de una docena de poemas de Rafael Guillén componen la última gran obra sobre la comarca con más encanto de toda la provincia: La Alpujarra. La obra, que capta en versos e imágenes la esencia de la comarca, fue presentada ayer en el Palacio de Niñas Nobles, la sede cultural y turística de la Diputación. La Alpujarra invisible de Sánchez Alonso y Guillén muestra, como indica su contraportada, "la otra Alpujarra, la que está detrás de los paisajes, la que no se ve o, al menos, que hay que ver con ojos distintos". Y las fotos tienen el mejor acompañamiento, los versos sobre la comarca del escritor granadino Rafael Guillén, Premio Nacional de Literatura y Premio Federico García Lorca de poesía.
El presidente de Diputación, Sebastián Pérez, recordó ayer en la presentación que "ha sido el encuentro afortunado de dos sensibilidades artísticas el que ha dado origen a este libro único: el encuentro de la palabra del poeta con la mirada del fotógrafo, y la confluencia de esa palabra y esa mirada con un territorio que es un trozo del paraíso".
El resultado ha sido una visión complementaria y fresca de "una comarca que hay que preservar por todo lo genuino que posee, y la mejor forma es auspiciando su declaración como Patrimonio Mundial", recalcó el presidente de la Diputación, que ha editado la obra.
Como explican los autores, detrás de la Alpujarra que todos conocen, la que se ofrece al visitante con todo el esplendor de una espectacular grandeza paisajística, hay unas costumbres ancestrales, una naturaleza desbordante y una deliciosa gastronomía existe otra Alpujarra.
Según explicó ayer Sánchez Alonso, fueron los versos de Rafael Guillén, "los mejores retratos con palabras que se han hecho de la Alpujarra", los que lo trajeron a ella para captar con su cámara los paisajes, las casas y a las personas que la pueblan.
Cada una de sus imágenes cuenta una pequeña historia, y todas juntas conforman un mosaico de lo vivido y compartido con un pueblo acogedor. "Fueron 17 días de trabajo, más de mil kilómetros recorridos y conversaciones con cientos de personas que se dejaron retratar", recordó Sánchez, quien explicó que su fotografía "tiene en común con la poesía de Guillén la lírica, el intimismo y la ironía".
Por su parte, Rafael Guillén explicó que "los verdaderos protagonistas de este libro son los alpujarreños" y rememoró con nostalgia la transformación que ha vivido la comarca desde que por primera vez, siendo un niño, llegó a Trevélez a lomos de una mula. Los versos que Rafael Guillén publica en este libro constituyen "un racimo de poemas como soles perfectos" (como los define Fernando Sánchez) que recorren su feliz encuentro con la Alpujarra; su vida y su obra discurren trenzadas, y él es un hombre que conoce bien esta tierra. La evoca en poemas que son también descripciones íntimas que despliega con la sabiduría que destila su extensa obra.
El presidente de Diputación, Sebastián Pérez, recordó ayer en la presentación que "ha sido el encuentro afortunado de dos sensibilidades artísticas el que ha dado origen a este libro único: el encuentro de la palabra del poeta con la mirada del fotógrafo, y la confluencia de esa palabra y esa mirada con un territorio que es un trozo del paraíso".
El resultado ha sido una visión complementaria y fresca de "una comarca que hay que preservar por todo lo genuino que posee, y la mejor forma es auspiciando su declaración como Patrimonio Mundial", recalcó el presidente de la Diputación, que ha editado la obra.
Como explican los autores, detrás de la Alpujarra que todos conocen, la que se ofrece al visitante con todo el esplendor de una espectacular grandeza paisajística, hay unas costumbres ancestrales, una naturaleza desbordante y una deliciosa gastronomía existe otra Alpujarra.
Según explicó ayer Sánchez Alonso, fueron los versos de Rafael Guillén, "los mejores retratos con palabras que se han hecho de la Alpujarra", los que lo trajeron a ella para captar con su cámara los paisajes, las casas y a las personas que la pueblan.
Cada una de sus imágenes cuenta una pequeña historia, y todas juntas conforman un mosaico de lo vivido y compartido con un pueblo acogedor. "Fueron 17 días de trabajo, más de mil kilómetros recorridos y conversaciones con cientos de personas que se dejaron retratar", recordó Sánchez, quien explicó que su fotografía "tiene en común con la poesía de Guillén la lírica, el intimismo y la ironía".
Por su parte, Rafael Guillén explicó que "los verdaderos protagonistas de este libro son los alpujarreños" y rememoró con nostalgia la transformación que ha vivido la comarca desde que por primera vez, siendo un niño, llegó a Trevélez a lomos de una mula. Los versos que Rafael Guillén publica en este libro constituyen "un racimo de poemas como soles perfectos" (como los define Fernando Sánchez) que recorren su feliz encuentro con la Alpujarra; su vida y su obra discurren trenzadas, y él es un hombre que conoce bien esta tierra. La evoca en poemas que son también descripciones íntimas que despliega con la sabiduría que destila su extensa obra.
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