Conseguir las tuberías sería la tabla de salvación para la agricultura de la comarca
R. FERNÁNDEZ MOTRIL
En los discursos de investidura de los alcaldes de la Costa el reto más repetido fue la consecución de las tuberías de la Presa de Rules. Este desafío en una zona donde la agricultura ha resurgido como la tabla de salvación de una comarca que vivió de la construcción durante años y en la que el paro afecta prácticamente a una de cada tres personas, es crucial, pues se cree que podrá crear 5.000 puestos de trabajo y que solucionará los dramas que se están produciendo, sobre todo en la zona de Almuñécar, donde muchos agricultores están abandonando los campos porque no pueden hacer frente a los altos costes de la energía eléctrica del riego por elevación.
El papel de la alcaldesa de Motril, Flor Almón, puede ser crucial para mediar en la Junta de Andalucía (de hecho, ha sido parlamentaria durante años en Sevilla) para que realice alguna aportación económica, como así le han exigido tanto el Gobierno central como los regantes. En el caso de la regidora de Almuñécar, Trinidad Herrera, también tiene una gran responsabilidad de contentar a un grupo de agricultores más que activo a la hora de reivindicar dichas conducciones, como es Agua para el Campo.
El empleo es otro de los puntos que preocupan más en general a los habitantes del litoral granadino, como también reflejaron la mayoría de los nuevos regidores, así como la transparencia.
En cuanto a los retos locales, en Motril es supremo, puesto que son muchos los que recelan de que los miembros del nuevo gobierno se entiendan y tienen el hándicap de que el único que tiene experiencia a la hora de mandar es el andalucista Antonio Escámez, que reconoció que muchos de sus concejales tardarán en saber "donde está la puerta de entrada". También saben que siempre tendrán los ojos puestos en ellos a los tres ediles de Izquierda Unida que, al estar en la oposición, pero prestar apoyo en puntos puntuales basados en programa tendrán un control constante, ya que deberán contar con ellos para tener mayoría absoluta en los acuerdos. Sin embargo, confían en la buena sintonía que les ha llevado a ser socios y en que los tres tenían claro que era necesario un cambio para Motril, así como "sangre nueva".
Encima de la mesa dejó la ya ex alcaldesa de la ciudad Luisa García Chamorro algunos puntos, como las infraestructuras culturales, que había impulsado de manera decidida su equipo, o el Centro de Desarrollo Turístico. En este último caso IU ha criticado que se hayan empleado 6 millones del Plan Urban en este gran edificio y ahora lo que habría que hacer es dotarle de contenido y de utilidad. La agricultura y la pesca también son otros de los puntos que deberá potenciar, como así ha expresado ya, Flor Almón. De hecho, aún en la oposición se ha reunido en numerosas ocasiones con estos sectores y se manifestó en contra de la desaparición del Centro de Desarrollo Pesquero, que cerró la Diputación en manos del PP.
La regidora motrileña quiere apoyar la independencia de las ELAS, por lo que el ayuntamiento matriz, Motril, no se opondría a la demanda de estas entidades locales. Sin embargo, tendrá que convencer también a la Junta.
En este sentido, además, podrá aprovechar sus buenas relaciones con las instituciones que ahora copará el PSOE para culminar algunos proyectos pendientes para Motril, como el polígono industrial del puerto y, en general, se espera una mayor colaboración con la autoridad portuaria. Y, por su puesto, el turismo, el bipartito tiene por delante el definitivo despegue de la capital de la Costa.
Almuñécar, que está mucho más situada en el mapa turístico, tiene que continuar el proyecto iniciado en la anterior legislatura con ese apoyo decidido por la cultura y otros retos proclamados por la misma alcaldesa Trinidad Herrera: "la eficacia en la gestión de la estructura municipal, fiabilidad ante los proveedores y acreedores del Ayuntamiento, la disposición total hacia todos los vecinos de Almuñécar, el apoyo a los emprendedores, las políticas sociales y de empleo, el desarrollo equilibrado del municipio o el nuevo PGOU". La alcaldesa dijo también: "Tenderemos la mano a la oposición en cuantos proyectos pongamos en marcha". Y ahí, precisamente, tiene uno de sus principales desafíos: entenderse con una oposición en un lugar donde la política se vive de manera exacerbada. El mercado municipal es otra de las chinas en el zapato del gobierno local.
Por último, en Salobreña, el tercer municipio más populoso de la Costa, María Eugenia Rufino está encaminando sus principales objetivos en hacer una política diferente, en desmarcarse del ordeno y mando, como demostró cuando el sábado puso su vara de mando de manera horizontal a disposición de los ciudadanos. También deberá revalidar los buenos resultados económicos y tiene por delante por ejemplo poner en marcha los proyectos turísticos y
El papel de la alcaldesa de Motril, Flor Almón, puede ser crucial para mediar en la Junta de Andalucía (de hecho, ha sido parlamentaria durante años en Sevilla) para que realice alguna aportación económica, como así le han exigido tanto el Gobierno central como los regantes. En el caso de la regidora de Almuñécar, Trinidad Herrera, también tiene una gran responsabilidad de contentar a un grupo de agricultores más que activo a la hora de reivindicar dichas conducciones, como es Agua para el Campo.
El empleo es otro de los puntos que preocupan más en general a los habitantes del litoral granadino, como también reflejaron la mayoría de los nuevos regidores, así como la transparencia.
En cuanto a los retos locales, en Motril es supremo, puesto que son muchos los que recelan de que los miembros del nuevo gobierno se entiendan y tienen el hándicap de que el único que tiene experiencia a la hora de mandar es el andalucista Antonio Escámez, que reconoció que muchos de sus concejales tardarán en saber "donde está la puerta de entrada". También saben que siempre tendrán los ojos puestos en ellos a los tres ediles de Izquierda Unida que, al estar en la oposición, pero prestar apoyo en puntos puntuales basados en programa tendrán un control constante, ya que deberán contar con ellos para tener mayoría absoluta en los acuerdos. Sin embargo, confían en la buena sintonía que les ha llevado a ser socios y en que los tres tenían claro que era necesario un cambio para Motril, así como "sangre nueva".
Encima de la mesa dejó la ya ex alcaldesa de la ciudad Luisa García Chamorro algunos puntos, como las infraestructuras culturales, que había impulsado de manera decidida su equipo, o el Centro de Desarrollo Turístico. En este último caso IU ha criticado que se hayan empleado 6 millones del Plan Urban en este gran edificio y ahora lo que habría que hacer es dotarle de contenido y de utilidad. La agricultura y la pesca también son otros de los puntos que deberá potenciar, como así ha expresado ya, Flor Almón. De hecho, aún en la oposición se ha reunido en numerosas ocasiones con estos sectores y se manifestó en contra de la desaparición del Centro de Desarrollo Pesquero, que cerró la Diputación en manos del PP.
La regidora motrileña quiere apoyar la independencia de las ELAS, por lo que el ayuntamiento matriz, Motril, no se opondría a la demanda de estas entidades locales. Sin embargo, tendrá que convencer también a la Junta.
En este sentido, además, podrá aprovechar sus buenas relaciones con las instituciones que ahora copará el PSOE para culminar algunos proyectos pendientes para Motril, como el polígono industrial del puerto y, en general, se espera una mayor colaboración con la autoridad portuaria. Y, por su puesto, el turismo, el bipartito tiene por delante el definitivo despegue de la capital de la Costa.
Almuñécar, que está mucho más situada en el mapa turístico, tiene que continuar el proyecto iniciado en la anterior legislatura con ese apoyo decidido por la cultura y otros retos proclamados por la misma alcaldesa Trinidad Herrera: "la eficacia en la gestión de la estructura municipal, fiabilidad ante los proveedores y acreedores del Ayuntamiento, la disposición total hacia todos los vecinos de Almuñécar, el apoyo a los emprendedores, las políticas sociales y de empleo, el desarrollo equilibrado del municipio o el nuevo PGOU". La alcaldesa dijo también: "Tenderemos la mano a la oposición en cuantos proyectos pongamos en marcha". Y ahí, precisamente, tiene uno de sus principales desafíos: entenderse con una oposición en un lugar donde la política se vive de manera exacerbada. El mercado municipal es otra de las chinas en el zapato del gobierno local.
Por último, en Salobreña, el tercer municipio más populoso de la Costa, María Eugenia Rufino está encaminando sus principales objetivos en hacer una política diferente, en desmarcarse del ordeno y mando, como demostró cuando el sábado puso su vara de mando de manera horizontal a disposición de los ciudadanos. También deberá revalidar los buenos resultados económicos y tiene por delante por ejemplo poner en marcha los proyectos turísticos y
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