Esta técnica pionera a nivel mundial podría aplicarse en las fases más avanzadas. Consiste en un procedimiento con células dendríticas tolerizadas para modular las defensas de los pacientes.
EFE, BARCELONA
El Hospital Clínic de Barcelona comenzará este mes un ensayo clínico de una técnica pionera a nivel mundial con la que prevé frenar la neuromielitis óptica (NMO) y la esclerosis múltiple (EM), incluso en aquellas fases más avanzadas que no reaccionan a los tratamientos ya existentes.
Esta técnica, denominada terapia antígeno específica y aplicada hasta ahora en pacientes con enfermedad de Crohn con resultados significativos, consiste en un tratamiento con células dendríticas tolerizadas para modular las defensas de los pacientes de una manera muy específica y selectiva y frenar así la inflamación que causan las dos patologías sin alterar el resto de defensas. El proyecto tiene su origen en una decisión conjunta entre la Fundación GAEM (Grupo de Afectados por la Esclerosis Múltiple) y los investigadores del IDIBAPS-Hospital Clínic de Barcelona, liderados por los doctores Pablo Villoslada y Daniel Benítez, y cuenta con el impulso de la Obra Social la Caixa.
"Hay una serie de células del organismo que reaccionan contra tejidos del propio cuerpo, y lo que queremos es que paren de atacar y empiecen a generar las repuestas adecuadas", resumió Benítez sobre el proyecto, aprobado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios desde hace poco. Asimismo, la doctora Irati Zubizarreta, investigadora del ensayo, recordó que el objetivo de este estudio es "garantizar la seguridad del paciente", ya que los tratamientos actuales tienen muchos efectos secundarios adversos.
Este ensayo tiene previsto aplicarse en 12 pacientes con EM y NMO y, entre los criterios de selección, se establece que los perfiles deben tener entre 18 y 65 años, que registren una duración de la enfermedad superior a un año y un grado de discapacidad entre 3,0 y 8,5 de la escala ampliada de estado de discapacidad (EDS). "Los controles serán estrictos", explicó Zubizarreta, "y no se paralizarán hasta llegados a los dos años desde el inicio del tratamiento", que consistirá en la inyección de tres dosis con dos semanas de diferencia entre cada.
Más concretamente, este tratamiento, que está previsto que finalice a finales de 2015, se prepara con la sangre de cada paciente durante una semana en el laboratorio, con el que, a partir de la maduración de un tipo de glóbulos blancos de la sangre -las células dendríticas-, se pretende suprimir la respuesta inflamatoria en vez de promoverla.
La EM afecta a unas 50.000 personas en España. Es una enfermedad degenerativa, crónica e inflamatoria del sistema nervioso central que destruye la protección (mielina) de las fibras nerviosas e impide que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente.
Esta técnica, denominada terapia antígeno específica y aplicada hasta ahora en pacientes con enfermedad de Crohn con resultados significativos, consiste en un tratamiento con células dendríticas tolerizadas para modular las defensas de los pacientes de una manera muy específica y selectiva y frenar así la inflamación que causan las dos patologías sin alterar el resto de defensas. El proyecto tiene su origen en una decisión conjunta entre la Fundación GAEM (Grupo de Afectados por la Esclerosis Múltiple) y los investigadores del IDIBAPS-Hospital Clínic de Barcelona, liderados por los doctores Pablo Villoslada y Daniel Benítez, y cuenta con el impulso de la Obra Social la Caixa.
"Hay una serie de células del organismo que reaccionan contra tejidos del propio cuerpo, y lo que queremos es que paren de atacar y empiecen a generar las repuestas adecuadas", resumió Benítez sobre el proyecto, aprobado por la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios desde hace poco. Asimismo, la doctora Irati Zubizarreta, investigadora del ensayo, recordó que el objetivo de este estudio es "garantizar la seguridad del paciente", ya que los tratamientos actuales tienen muchos efectos secundarios adversos.
Este ensayo tiene previsto aplicarse en 12 pacientes con EM y NMO y, entre los criterios de selección, se establece que los perfiles deben tener entre 18 y 65 años, que registren una duración de la enfermedad superior a un año y un grado de discapacidad entre 3,0 y 8,5 de la escala ampliada de estado de discapacidad (EDS). "Los controles serán estrictos", explicó Zubizarreta, "y no se paralizarán hasta llegados a los dos años desde el inicio del tratamiento", que consistirá en la inyección de tres dosis con dos semanas de diferencia entre cada.
Más concretamente, este tratamiento, que está previsto que finalice a finales de 2015, se prepara con la sangre de cada paciente durante una semana en el laboratorio, con el que, a partir de la maduración de un tipo de glóbulos blancos de la sangre -las células dendríticas-, se pretende suprimir la respuesta inflamatoria en vez de promoverla.
La EM afecta a unas 50.000 personas en España. Es una enfermedad degenerativa, crónica e inflamatoria del sistema nervioso central que destruye la protección (mielina) de las fibras nerviosas e impide que los impulsos nerviosos se transmitan correctamente.
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