Seis de cada diez contratos que suponen movilidad se generan en el sector servicios
E. ABUÍN GRANADA
A pocos meses de las elecciones generales, la palabra recuperación se ha convertido en un recurso repetido en busca de un espaldarazo en las urnas. Pero, nunca está de más la cautela frente a una crisis que todavía mantiene unas cifras de paro insostenibles en muchas provincias españolas. Por ejemplo en Granada, donde es difícil constatar esa supuesta remontada con datos que indican que 12.197 habitantes tienen que buscar las oportunidades laborales en otros lugares del país. El mundo de las contrataciones ha dado un vuelco con los años de depresión económica y la movilidad geográfica de los trabajadores ha retomado los niveles de emigración de las décadas de los 50 y 60.
Si bien es cierto, al menos esa ligera mejoría económica permite que haya provincias con posibilidad de crear empleo, lo que abre oportunidades a los granadinos en paro. Según los datos del informe trimestral de Randstad sobre la movilidad nacional de los trabajadores se deduce que el 10,1% de los contratos realizados en Granada implica desplazamiento profesional a otra provincia.
Una tasa de movilidad similar a la media andaluza, que según el análisis del primer trimestre de 2015 registró un 11% de desplazamientos laborales y en el global, un 12,1%. En Andalucía la movilidad laboral provocó que durante los tres primeros meses de este año entrasen en la comunidad 109.700 trabajadores y que emigrasen 117.600, lo que da como resultado un saldo negativo de 7.900 profesionales. En este sentido, Granada es una de las provincias que tiene un balance negativo de 1.057 empleados menos, pues salieron 12.917 y 11.860 llegaron con un contrato de trabajo.
Por tanto, sí se pueden hacer distinciones de recuperación económica entre territorios. Así, mientras comunidades como Castilla La-Mancha, Castilla y León y Andalucía se tienen que resignar a ser las comunidades emisoras, en el lado opuesto se encuentran las receptoras como Madrid, cuyo saldo positivo es de 45.200 trabajadores, además de Cataluña (6.700) y Murcia (5.300). De hecho, el primer trimestre de 2015 ha constatado la tendencia nacional de la movilidad profesional con un total de 487.000 contratos, la cifra más alta desde 2010.
Como es habitual el sector servicios es el que tira del carro en la movilidad profesional, representando un 58,2% del total con 283.000 contratos, un 1% más que en 2014. Después del turismo, le sigue en importancia la agricultura con un 22,6%. No obstante, disminuye el peso de la actividad agraria respecto al año pasado cuando englobaba el 27,1% de los trabajos creados en otras provincias. Esta bajada ha significado un repunte de otros sectores como la construcción y la industria con un 10,3% y un 8,8%, ya que ambos suben más de un punto en relación a la misma fecha de 2014.
De esta manera, seis de cada diez contratos que suponen movilidad se generaron en el sector servicios, lo que se vincula a los buenos datos del turismo. Esta tendencia irá en crecimiento en los próximos trimestres analizados, pues tanto en Semana Santa como en verano se registran muchos desplazamientos laborales.
Si bien es cierto, al menos esa ligera mejoría económica permite que haya provincias con posibilidad de crear empleo, lo que abre oportunidades a los granadinos en paro. Según los datos del informe trimestral de Randstad sobre la movilidad nacional de los trabajadores se deduce que el 10,1% de los contratos realizados en Granada implica desplazamiento profesional a otra provincia.
Una tasa de movilidad similar a la media andaluza, que según el análisis del primer trimestre de 2015 registró un 11% de desplazamientos laborales y en el global, un 12,1%. En Andalucía la movilidad laboral provocó que durante los tres primeros meses de este año entrasen en la comunidad 109.700 trabajadores y que emigrasen 117.600, lo que da como resultado un saldo negativo de 7.900 profesionales. En este sentido, Granada es una de las provincias que tiene un balance negativo de 1.057 empleados menos, pues salieron 12.917 y 11.860 llegaron con un contrato de trabajo.
Por tanto, sí se pueden hacer distinciones de recuperación económica entre territorios. Así, mientras comunidades como Castilla La-Mancha, Castilla y León y Andalucía se tienen que resignar a ser las comunidades emisoras, en el lado opuesto se encuentran las receptoras como Madrid, cuyo saldo positivo es de 45.200 trabajadores, además de Cataluña (6.700) y Murcia (5.300). De hecho, el primer trimestre de 2015 ha constatado la tendencia nacional de la movilidad profesional con un total de 487.000 contratos, la cifra más alta desde 2010.
Como es habitual el sector servicios es el que tira del carro en la movilidad profesional, representando un 58,2% del total con 283.000 contratos, un 1% más que en 2014. Después del turismo, le sigue en importancia la agricultura con un 22,6%. No obstante, disminuye el peso de la actividad agraria respecto al año pasado cuando englobaba el 27,1% de los trabajos creados en otras provincias. Esta bajada ha significado un repunte de otros sectores como la construcción y la industria con un 10,3% y un 8,8%, ya que ambos suben más de un punto en relación a la misma fecha de 2014.
De esta manera, seis de cada diez contratos que suponen movilidad se generaron en el sector servicios, lo que se vincula a los buenos datos del turismo. Esta tendencia irá en crecimiento en los próximos trimestres analizados, pues tanto en Semana Santa como en verano se registran muchos desplazamientos laborales.
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