Apenas superarán los 30 grados y los valores mínimos se situarán en torno a los 15
MARÍA ESPÍNOLA GRANADA
Si julio había sido extremadamente cálido, tal y como indicaban desde la Agencia de Meteorología, agosto parece haber querido dar una tregua al calor asfixiante que estos meses atrás ha castigado a la provincia. Julio dejó una temperatura media de 28,6 grados centígrados, lo que suponía un incremento de tres grados respecto a la temperatura habitual del mes. Y es que desde 1994 no se vivía en Granada un mes de julio tan caluroso.
Sin embargo, esta última mitad de agosto ha llegado como una bocanada de aire fresco, y nunca mejor dicho. Las temperaturas han descendido, especialmente por la noche, y eso se nota. La temperatura mínima media ronda estos días los 15 grados, más propios del mes de septiembre que se encuentra a la vuelta de la esquina. El verano da sus últimos colezatos y es que si las mínimas han descendido, las máximas también. Estos días el mercurio de los termómetros de la ciudad no superan los 30 grados, es decir, diez grados menos que hace apenas un mes, cuando Granada activó por primera vez la alerta roja sanitaria por calor.
Los próximos días se espera que las temperaturas se mantengan más o menos estables, con valores que se mantendrán entre los 15 y 30 grados.
En cuanto a las precipitaciones, el próximo sábado se esperan algunos intervalos nubosos que podrían dejar algo de lluvia, aunque nada más allá de las típicas tormentas de verano. No obstante, y a pesar de la tregua que parecen haber dado estos últimos días de agosto, el verano aún no se ha despedido, por lo que se espera que las temperaturas vuelvan a subir.
Sin embargo, esta última mitad de agosto ha llegado como una bocanada de aire fresco, y nunca mejor dicho. Las temperaturas han descendido, especialmente por la noche, y eso se nota. La temperatura mínima media ronda estos días los 15 grados, más propios del mes de septiembre que se encuentra a la vuelta de la esquina. El verano da sus últimos colezatos y es que si las mínimas han descendido, las máximas también. Estos días el mercurio de los termómetros de la ciudad no superan los 30 grados, es decir, diez grados menos que hace apenas un mes, cuando Granada activó por primera vez la alerta roja sanitaria por calor.
Los próximos días se espera que las temperaturas se mantengan más o menos estables, con valores que se mantendrán entre los 15 y 30 grados.
En cuanto a las precipitaciones, el próximo sábado se esperan algunos intervalos nubosos que podrían dejar algo de lluvia, aunque nada más allá de las típicas tormentas de verano. No obstante, y a pesar de la tregua que parecen haber dado estos últimos días de agosto, el verano aún no se ha despedido, por lo que se espera que las temperaturas vuelvan a subir.
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