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viernes, 25 de septiembre de 2015

La 'red' de las estafas granadahoy.com

En los meses de verano los fraudes a través de Internet han sufrido un repunte, según la asociación de consumidores Facua
I. ARENAS GRANADA 
La asociación de consumidores ha dado una serie de precauciones a tener en cuenta en las compras online.

Internet nos facilita la vida, pero también nos la puede arruinar, en el sentido literal del verbo. Las compras online están a la orden del día, gracias a ellas accedemos a productos que antes quizá nos hubiese llevado una intensiva búsqueda y en muchos casos ni hubiésemos llegado a ellos. Pero las compras a través de Internet no son siempre tan bonitas, también tienen una vertiente negativa, las estafas. 

En estos meses de verano, la asociación de consumidores Facua ha visto incrementado el número de reclamaciones y consultas por estafa a través de la red. 

Los consumidores no son tontos, y por eso las técnicas de engaño se han tenido que ir perfeccionando. Uno de los métodos que se están usando es el de disfrazar la web engañosa bajo la marca de otras conocidas empresas. Según Facua, esto ha ocurrido con una conocidísima tienda de compra-venta de segunda mano. Una calcomanía de la web original consiguió confundir a varios usuarios que han 'picado' en esta lograda falsificación, que tenía casi inapreciables detalles que la diferenciaban de la original. 

Otro de los cebos para los estafadores son los anuncios que vemos constantemente en Google. En muchos casos estas publicidades no son más que eso, publicidad, porque detrás de ellas no hay ni empresas, ni los productos que ofrecen. Uno de los ejemplos que comentan desde la asociación de consumidores es el de la supuesta venta de productos adelgazantes. Este cebo es un clásico, en estos casos los internautas pinchan en los anuncios, entran en la página, dan sus datos bancarios para una compra de 20 euros, y el resultado es un cobro de 10 veces más este precio. A esto hay que sumarle que este producto por el que hemos pagado una gran suma de dinero jamás llegará a nuestras manos. 

Además nadie se encuentra a salvo de ser víctima de estos delitos, no hay un perfil fijo de persona que pueda ser potencialmente estafada. Las personas de cualquier edad están expuestas a esto, tanto jóvenes como mayores, sobre todo cuando se trata de las falsificaciones. Pero aunque todos podamos ser, por así decirlo 'víctimas potenciales' sí que podemos tener una serie de precauciones que pueden evitar que nos embauquen. Así Facua ha querido hacer algunas advertencias para que estemos alerta sobre las web en las que compramos. 

Una vez que damos nuestro número de cuenta o de tarjeta estamos 'vendidos'. La primera precaución y la más lógica es comprar en webs conocidas, de confianza, de la que sepamos a ciencia cierta que son seguras. Pongamos que lo que queremos comprar no podemos conseguirlo en una de esas famosas páginas que nos sabemos seguras y tenemos que recurrir a otra de la que no teníamos ni constancia de su existencia. Lo primero que debemos hacer es comprobar dónde se encuentra ubicada la empresa. Deberíamos hacerlo en empresas que tengan su sede física en nuestro país. 

Si esta se encuentra domiciliada en España, en caso de estafa el proceso será, dentro de lo complicado, más fácil de resolver que si esta se encuentra con domiciliación fuera de nuestro país. Esto se debe a que la legislación es diferente y los procedimientos serán mucho más lentos, puede que ni si quiera lleguemos a recuperar nuestro dinero. 

La siguiente advertencia es que siempre que podamos hacerlo, pagar contrareembolso. Esto nos asegura que no nos van a cobrar hasta que el producto llegue a nuestras manos. En caso de ser una estafa es poco probable que tengamos esta opción. 

Otro de los detalles importantes que nos pueden hacer vislumbrar si es un fraude es el método de pago. Es inseguro poner nuestros datos bancarios en cualquier página, pero más peligroso aún es pagar a través de páginas de envío de dinero. Esto se debe a que este tipo de transferencia no deja rastro y sería muy difícil o imposible seguir a nuestro dinero hasta el destino, el estafador. Hay otros pequeños detalles de observación que nos pueden hacer saber si estamos ante una web fiable. El diseño, está claro que un diseño demasiado cochambroso nos llevar a pensar que no es un sitio de confianza. Por otro lado los precios demasiado baratos, las gangas, lo más probable es que sean timos. Por poner un ejemplo, nadie va a vender un teléfono móvil de 600 euros por 50, ni lo va a regalar. 

Algunos de los modelos de estafas estamos ya muy acostumbrados a verlos en las páginas que necesitan la publicidad para mantenerse. El conocido 'pinche aquí', que nunca es de confianza, las publicidades emergentes con sonido donde nos instan a invertir nuestro dinero, y un sinfín de etcéteras a los que prácticamente nos hemos hecho inmunes y pinchamos sin querer. A esto también hay que sumarle las estafas por mensajes de Facebook, WhatsApp, etc.

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