Psicóloga del deporte y conferenciante
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Ilustración: Jennifer Tapias |
Sinceramente, la vuelta al cole no es la imagen que nos quieren vender en los grandes almacenes. Eso es lo que los padres desearían: unos hijos felices, radiantes, deseando acostarse temprano para volver al colegio. Sería mucho más sencillo volver a la rutina si la vuelta al colegio fuera un deseo por parte de los pequeños y los adolescentes.
La vuelta al colegio significa mucho más que eso. Significa volver a la rutina, levantarse temprano, hacer deberes por las tardes, enfrentarse a los exámenes, conocer a amigos nuevos si este año toca cambiar de compañeros, descubrir otros profesores y otras asignaturas. Volver al cole no solo supone salir de la zona confortable de los chavales, sino abandonar todo lo que es placentero. Para incorporarte a tu rutina abandonas tu descanso, la playa, largos paseos, ver películas por la noche sin horarios, comer helados y jugar sin parar a lo que sea.
A todos nos cuesta volver a la rutina. Siguiendo este decálogo, igual se nos hace un poquito más fácil a nosotros y ayudamos a nuestros hijos:
1. Dales un periodo de adaptación
Cualquier cambio necesita su adaptación. No salimos a correr sin calentar, ni te levantas de la cama de un bote. Todo tiene su proceso. Los niños necesitan coger la rutina poco a poco. La semana previa a la vuelta al cole tienes que ir modificando los horarios de sueño, comidas y actividades, de tal forma que los dos días previos ya se deben estar acostando y levantando a la misma hora que tendrán en el horario escolar.
2. Ayúdales a organizarse
Toda situación nueva requiere de una logística. Mochila, material escolar, probarse uniformes, comprar zapatos nuevos, forrar los libros, etc. Lo ideal es que todo esté preparado el día previo a la vuelta al cole. No dejes todo esto para el final. No hagas las cosas corriendo, que las prisas estresan. Lo último que necesitan tú y tus hijos son más estresores además del propio regreso al cole.
3. Tú eres un espejo para ellos
Muchos padres y madres se amargan con la idea de volver al trabajo. Se pasan los días previos jurando en arameo, verbalizando que "se acabó lo bueno, otra vez al martirio del trabajo" y los niños asocian que volver a la rutina es algo horrible. No se trata de vivir en los mundos de Yupi y decir que es genial volver al trabajo si no lo sientes, pero trata de no amargarte a ti ni a tus hijos pensando que ahora viene un castigo divino.
4. Trabaja la aproximación
Si tienes niños en edad de guardería o si cambian de ciclo, ve acercándote poquito a poco al cole. Lo nuevo a veces genera miedo. Pero si das algún paseo tranquilo por las cercanías del colegio, les hablas de la historia de ese cole en concreto, contemplas la fachada y jugáis a encontrar figuras o dibujos en las paredes: el niño empezará a familiarizarse con su nuevo centro.
5. Ten conversaciones atractivas sobre el cole
Habla del colegio, el aprendizaje, el progreso o lo que significa madurar en términos positivos y atractivos. El cole no son sólo deberes y madrugar, también es fascinante cómo te prepara para ser más listo, tener más conocimientos o relacionarte mejor. Busca el lado lúdico de las asignaturas, diles para qué les servirán cuando sean mayores.
6. Recuerda todo lo que tiene positivo
El único motivo que tienen muchos niños para volver al cole es ver a sus amigos. Ayúdales a recordar historietas y experiencias pasadas con profesores, momentos graciosos en clase, excursiones. Incluso puedes hacer un diario o un trabajo sobre los mejores momentos vividos el año pasado. Diles también que cuenten a sus amigos los viajes o las actividades, los campamentos y experiencias que han tenido en verano. Compartir estos momentos el primer día es excitante. Puedes seleccionar con ellos fotos chulas del verano para compartirlas con los amigos, ¡¡si es que no lo han hecho ya en Instagram!!
7. Trabaja el agradecimiento con tus hijos
Los niños deben aprender a agradecer todo lo que han disfrutado en lugar de lamentarse de que ya llegue el cole. Prestamos demasiada atención a lo que nos incomoda sin darnos cuenta de que estamos rodeados de lujos que muchos otros niños no pueden disfrutar. A pesar de que estar escolarizado es un derecho y una obligación, diles a tus hijos que agradezcan tener amigos, libros, uniformes y un techo bajo el que estudiar. No tienen tanta suerte en otras partes del mundo.
8. No amenaces con los cambios de este año
No es el momento de recordar lo que no lograron el año anterior. Muchos padres leen la cartilla a sus hijos antes de que empiece el cole, y con ello aumentan su rechazo a la vuelta. Nadie quiere ser recriminado sin que se le haya dado la oportunidad de demostrar si sigue igual que el año pasado o no. Formula estos comentarios en positivo. En lugar de decir algo del tipo "cuidadito este año con los despistes, que menudo año tuvimos, no había día que no te olvidaras la agenda, la bolsa de deporte o tus deberes", es preferible incitarle a hacerlo bien: "Este año sé que estarás atento, has madurado mucho durante el verano y verás cómo los olvidos se quedan en nada". Hablar así a tus hijos les transmite confianza y seguridad.
9. Ayúdales a que se marquen objetivos nuevos que les motive
Los retos, siempre y cuando dependan de nuestro esfuerzo y dedicación, motivan. Los objetivos podrían ayudar a tus hijos a comprometerse más con el cole. Pueden tener objetivos relacionados con el área académica, deportiva o en el ámbito de las relaciones personales. Deja que los definan ellos y revísalos cada cierto tiempo. Podréis ir comprobando si se van alcanzando o no, para así poder modificar cosas para alcanzarlos.
10. Escucha
Piensas que a tus hijos no les apetece volver al colegio porque a ti no te apetece volver al trabajo ni a la rutina. ¿Pero realmente sabes cuál es el motivo real? Deja que se expresen, que te hablen de lo que les da pereza, de sus miedos, de la incertidumbre. Y no ningunees lo que te digan con comentarios del tipo "bah, eso es una tontería". Existen muchas causas por las que un niño no quiere acudir a la escuela: cambio de profesorado, alguna discusión con un compañero del colegio, problemas de aprendizaje, etc. Diles que les entiendes, que tú a veces te sientes igual y ofrece tu ayuda.
Volver al cole es lo normal, así que cuanto más normalicemos la situación, mejor. Los niños son muy flexibles y se adaptan a todo, y en pocos días se habrán olvidado de su verano y estarán centrados en disfrutar del colegio, los amigos y sus actividades.
Habla con ellos, no dejes de hacerlo nunca. Es el recurso más eficaz para saber qué pasa y poder ayudar.
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