El Consejo de Ministros aprueba una ayuda de 250.000 euros que contempla la eliminación de la biomasa forestal quemada y su limpieza
E. P. MADRID , COSTA
Los trabajos para recuperar la Sierra de Lújar han recibido un auténtico impulso. El Consejo de Ministros autorizó ayer una partida de 250.000 euros para actuaciones de emergencia destinadas a restaurar las zonas afectadas por el incendio forestal declarado en Granada el 8 de julio pasado y que calcinó 2.147 hectáreas en los términos municipales de Lújar, Rubite, Órgiva, Motril y Vélez de Benaudalla.
La restauración incluye entre otros trabajos la corta y eliminación de biomasa forestal quemada, la ejecución de fajinas de protección contra la erosión, la ayuda a la regeneración o las labores de limpieza de los montes y de los ríos.
De las 2.147 hectáreas arrasadas, 1.580 eran de superficie forestal, con zonas de alcornocal, y pinar, que formaban una singularidad ecológica relevante sobre el entorno semiárido circundante, donde la vegetación juega un importante papel frente a la erosión, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Los trabajos contemplan también la reconstrucción de muros de mampostería, los tratamientos selvícolas, la recuperación de hábitats, las repoblaciones forestales o la reparación y mejora de pistas e infraestructuras forestales, entre otras tareas.
Desde que se produjo el terrible incendio, numerosas personas se han movilizado con un único objetivo: recuperar Lújar. Así, en el mismo mes en que el fuego arrasó la Sierra, un grupo de técnicos y ciudadanos trazó una estrategia para que la valiosa zona quemada en el incendio volviese a la normalidad. También diferentes asociaciones y administraciones públicas se pusieron manos a la obra así como los jóvenes, que esta semana sorprendieron con una importante actuación. Escolares del municipio de Gualchos han plantado alcornoques y pinos carrascos entre otras especies para devolver el color verde a la Sierra.
La restauración incluye entre otros trabajos la corta y eliminación de biomasa forestal quemada, la ejecución de fajinas de protección contra la erosión, la ayuda a la regeneración o las labores de limpieza de los montes y de los ríos.
De las 2.147 hectáreas arrasadas, 1.580 eran de superficie forestal, con zonas de alcornocal, y pinar, que formaban una singularidad ecológica relevante sobre el entorno semiárido circundante, donde la vegetación juega un importante papel frente a la erosión, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Los trabajos contemplan también la reconstrucción de muros de mampostería, los tratamientos selvícolas, la recuperación de hábitats, las repoblaciones forestales o la reparación y mejora de pistas e infraestructuras forestales, entre otras tareas.
Desde que se produjo el terrible incendio, numerosas personas se han movilizado con un único objetivo: recuperar Lújar. Así, en el mismo mes en que el fuego arrasó la Sierra, un grupo de técnicos y ciudadanos trazó una estrategia para que la valiosa zona quemada en el incendio volviese a la normalidad. También diferentes asociaciones y administraciones públicas se pusieron manos a la obra así como los jóvenes, que esta semana sorprendieron con una importante actuación. Escolares del municipio de Gualchos han plantado alcornoques y pinos carrascos entre otras especies para devolver el color verde a la Sierra.
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