Los niños y jóvenes nacidos de mujeres que fumaron durante la gestación tienen peor capacidad aeróbica
El tabaco es perjudicial a largo plazo - ABC
Fumar durante el embarazo no sólo compromete el desarrollo normal del bebé, sino que también afecta negativamente a la salud general del neonato. Un efecto pernicioso que, además, se mantiene a largo plazo. Y es que como muestran los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de laUniversidad de Oulu (Finlandia) y publicado en la revista «International Journal of Obstetrics and Gynaecology», los varones jóvenes cuyas madres fumaron durante la gestación tienen una peor forma física.
Como alerta la doctora Maria Hagnäs, directora de la investigación, «es bien conocido que fumar o exponerse al humo del tabaco durante el embarazo es nocivo tanto la madre como para el bebé. Y ahora, nuestros hallazgos aportan nuevas evidencias sobre el impacto negativo y a largo plazo del tabaco durante la gestación. Así, las mujeres embarazadas deben ser aconsejadas y ayudadas para dejar el tabaco, así como para mantener un peso saludable que permita minimizar los riesgos para sus bebés».
No en vano, el estudio también concluye que un índice de masa corporal (IMC) elevado antes de la gestación y una ganancia excesiva de peso durante el embarazo también conllevan que los hijos tengan una menor capacidad aeróbica. Es decir, que requieran un mayor esfuerzo a la hora de realizar cualquier actividad física.
Evitar el tabaco a toda costa
Fumar durante la gestación se asocia con numerosos efectos negativos para un correcto desarrollo del bebé, caso entre otros de un mayor riesgo de aborto espontáneo, embarazo ectópico o nacimiento prematuro. Y a ello se suman las complicaciones neurológicas, fisiológicas o del comportamiento que pueden padecer los bebés. Todo ello sin olvidar que, como han demostrado numerosos estudios, los recién nacidos tienen una mayor probabilidad de padecer asma, neumonía y obesidad, así como de fallecer por muerte súbita.
Tal es así que, como recuerda la doctora Geeta Kumar, presidenta del Comité de Información al Paciente del Real Colegio de Ginecología y Obstetricia de Reino Unido, «dejar de fumar es una de las cosas más importantes que pueden hacer las mujeres embarazadas para mejorar la salud, desarrollo y crecimiento de sus bebés».
Es más; el tabaquismo en la gestación también provoca efectos a largo plazo. Cuando menos en el caso de los varones. Y es que como se observa en este estudio llevado a cabo con 508 jóvenes con una media de edad de 19 años, los nacidos de madres que fumaron uno o más cigarrillos diarios durante el embarazo –59 del total de participantes– tienen una peor capacidad aeróbica.
Por todo ello, concluye la doctora Kumar, «es importante que las mujeres comprendan los riesgos de fumar durante el embarazo y conozcan las ayudas con las que cuentan para dejar el tabaco. Y en el caso de aquellas mujeres que no son capaces de abandonar el hábito, debe insistirse en que se abstengan de fumar durante el embarazo, usen las terapias sustitutivas con nicotina o, llegado el caso, fumen lo menos posible»
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