Los deportistas recogen firmas en Change.org contra la eliminación de vías en el entorno de Loja
A. ASENSIO GRANADA
Consensuar el uso de los espacios naturales entre la práctica deportiva y el respecto a la biodiversidad es uno de los retos de la Consejería de Medio Ambiente. Sin embargo, las últimas decisiones tomadas en la Delegación provincial han levantado la ira del colectivo de escaladores. Estos deportistas, a través de la Federación Andaluza, han impulsado una petición en el portal Change.org para pedir que se restauren las vías de escalada que han sido desmontadas por Medio Ambiente, un centenar, según los escaladores.
Según recoge la petición, "la Agencia de Medio Ambiente desinstala vías de escaladores haciendo una acusación falsa y sin pruebas". El problema viene de lejos aunque la denuncia a la que se refieren los escaladores fue del pasado mes de agosto, cuando un nido de águila perdicera fue dañado.
En 2012 este periódico ya se hizo eco que la prohibición de escalar en los Vados, una zona en la que durante las últimas tres décadas se pudo practicar este deporte sin restricciones. El motivo dado para limitar la práctica de la escalada fue el anidamiento de aves, que se podía ver perjudicado por la presencia humana. Entonces los escaladores pidieron una legislación menos restrictiva para la práctica deportiva, al tiempo que desde el comité de Equipadores y Escaladores se explicó que "la época en la que se escalaba en cualquier sitio ha pasado". En ese año ya se habló de que deportistas y Administración estaban condenados a entenderse. Sin embargo, el pasado verano un nido de águila perdicera fue dañado en Loja. La denuncia de los agentes de Medio Ambiente desembocó, según la queja de los escaladores, en el desequipamiento de varias vías.
"Agentes de Medio Ambiente han desmontado mas de 100 vías de escalada, dejando imposible la práctica de este deporte en una zona de más de 25 años de antigüedad; donde tradicionalmente entrenan no solo deportistas, sino también cuerpos y fuerzas de seguridad, como Bomberos y Guardia Civil", recoge la queja expuesta en Change.org.
Ante esta situación, los escaladores reclaman una regulación "dinámica" de todas las zonas de escalada en la provincia "donde se respete a las especies protegidas y se pueda practicar el deporte en armonía como se venía haciendo hasta ahora". La petición, que suma ya más de 2.300 adhesiones, subraya, además, que "nos vemos perseguidos por las noticias que aparecen en medios de comunicación que no contrastan la información".
La demanda de los escaladores no se ha quedado sólo en las redes. El pasado 2 de diciembre el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, recibió a varios representantes de la escalada en Andalucía. En el encuentro se acordó "iniciar un proceso de diálogo entre los escaladores y la Dirección General del Medio Natural y Espacios Protegidos" para establecer un "marco regulador" a nivel regional, informaron desde Asociación Andaluza de Escaladores (AAEE), que "evitara en un futuro actuaciones arbitrarias o desproporcionadas".
Según recoge la petición, "la Agencia de Medio Ambiente desinstala vías de escaladores haciendo una acusación falsa y sin pruebas". El problema viene de lejos aunque la denuncia a la que se refieren los escaladores fue del pasado mes de agosto, cuando un nido de águila perdicera fue dañado.
En 2012 este periódico ya se hizo eco que la prohibición de escalar en los Vados, una zona en la que durante las últimas tres décadas se pudo practicar este deporte sin restricciones. El motivo dado para limitar la práctica de la escalada fue el anidamiento de aves, que se podía ver perjudicado por la presencia humana. Entonces los escaladores pidieron una legislación menos restrictiva para la práctica deportiva, al tiempo que desde el comité de Equipadores y Escaladores se explicó que "la época en la que se escalaba en cualquier sitio ha pasado". En ese año ya se habló de que deportistas y Administración estaban condenados a entenderse. Sin embargo, el pasado verano un nido de águila perdicera fue dañado en Loja. La denuncia de los agentes de Medio Ambiente desembocó, según la queja de los escaladores, en el desequipamiento de varias vías.
"Agentes de Medio Ambiente han desmontado mas de 100 vías de escalada, dejando imposible la práctica de este deporte en una zona de más de 25 años de antigüedad; donde tradicionalmente entrenan no solo deportistas, sino también cuerpos y fuerzas de seguridad, como Bomberos y Guardia Civil", recoge la queja expuesta en Change.org.
Ante esta situación, los escaladores reclaman una regulación "dinámica" de todas las zonas de escalada en la provincia "donde se respete a las especies protegidas y se pueda practicar el deporte en armonía como se venía haciendo hasta ahora". La petición, que suma ya más de 2.300 adhesiones, subraya, además, que "nos vemos perseguidos por las noticias que aparecen en medios de comunicación que no contrastan la información".
La demanda de los escaladores no se ha quedado sólo en las redes. El pasado 2 de diciembre el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, recibió a varios representantes de la escalada en Andalucía. En el encuentro se acordó "iniciar un proceso de diálogo entre los escaladores y la Dirección General del Medio Natural y Espacios Protegidos" para establecer un "marco regulador" a nivel regional, informaron desde Asociación Andaluza de Escaladores (AAEE), que "evitara en un futuro actuaciones arbitrarias o desproporcionadas".
La conservación d la biodiversidad debe primar sobre cualquier práctica o uso que suponga ponerla en riesgo. No es asumible en una sociedad avanzada que no existan alternativas para ello y que de facilitarse por parte de quienes tiene la obligación de velar por los intereses comunes, los practicantes de este deporte se nieguen aduciendo que tiene más de 25 años de uso o que es usada por bomberos o guardia civil para entrenarse. Los medios y las tecnología disponibles hoy día permiten “modelar” un paisaje o recrear una estructura idéntica para ello su fuera necesario. Cualquier especie tiene el derecho a un hábitat adecuado para su supervivencia y desarrollo, máxime como es el caso, tratándose de una especie como el águila perdicera, en peligro de extinción en España, siendo Andalucía uno de sus principales baluartes.
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