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miércoles, 6 de enero de 2016

El estrés y su influencia sobre el sistema inmunológico nosotras..com

Autor: Carla de Oyarbide

Hoy en día vivimos todas bajo mucho estrés, que el trabajo, la casa, los niños, las presiones y exigencias van mellando las defensas y la salud. En este artículo de Nosotras.com os centraremos precisamente en este aspecto, en cómo va afectando el estrés nuestra salud y nuestro sistema inmunológico.
El estrés es la herramienta natural para adaptarnos a los cambios, pero cuando es excesivo y constante puede facilitar o predisponer la aparición de ciertas enfermedades -desde un resfriado común hasta un tumor-, ya que influye de manera negativa en el sistema inmunológico; sistema que -recordemos- es el encargado de defender al organismo de agentes patógenos y enfermedades.

Justamente, el problema surge cuando el cuerpo no deja de estar en estado “de alarma”, y esta aceleración en la que vivimos acaba perjudicando nuestro día a día. Aquí se puede ver dificultada la digestión, la espalda se tensa y se contractura, así como los músculos y todo el cuerpo se pueden ver afectados.
En este sentido, la doctora Esther Sternberg, de la Universidad de Arizona, ha publicado un libro específico  ‘El Equilibrio por Dentro: la ciencia que conecta salud y emociones’ en el que se recopilan experimentos realizados que demuestran el vínculo entre los sistemas endocrino y neurológico sobre el sistema inmunológico.
Como parte normal del funcionamiento del sistema inmunológico, éste intercambia información con el cerebro –sistema neurológico– y con las partes del organismo que secretan hormonas –sistema endocrino–. En situaciones de alerta, desviamos la energía a los músculos y al cerebro, y movilizamos el cuerpo para la acción. Y eso le resta combustible al sistema de combate de las enfermedades, lo que nos hace más vulnerables.
Sternberg ha recopilado información de valor en sus libros como estudios que muestran que el sistema inmune reduce su eficacia en el momento en que los astronautas reingresan en la atmósfera, se deprime al día posterior de una discusión de pareja y se ralentiza en las épocas de exámenes hasta el punto de que los estudiantes tardan más en curar sus heridas en esos momentos. Su conclusión: “En realidad, el estrés no nos enferma, pero limita el funcionamiento inmunológico, y eso hace que estemos más indefensos ante invasores extraños”.

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