Granada es la provincia andaluza con más negocios de productos con sello ecológico Cada mes también celebra un mercadillo especializado
LOURDES MINGORANCE GRANADA
La preocupación por el origen de los alimentos es cada vez mayor. Los ciudadanos ya no se conforman con comer sano, ahora se quiere favorecer un comercio justo, respetuoso con el medio ambiente y con los animales, lo que ha multiplicado las tiendas de productos ecológicos en la capital en los últimos dos años. Así, Granada es ahora mismo la ciudad andaluza con más comercios de este tipo. Una oferta a la que se suma la celebración mensual del Ecomercado, un espacio verde sin intermediarios que lleva las mejores frutas y hortalizas de las huertas granadinas a la mesa.
Este cambio de pensamiento agrada especialmente a comerciantes como Ángela Zamorano, propietaria de Umbela, la primera tienda de productos ecológicos que se puso en Granada en el año 2000. Cuando Zamorano empezó, era poco más o menos que un bicho raro en la ciudad. Según ella misma cuenta, solo los extranjeros se interesaban por los primeros productos que colocó en sus estanterías: alimentos procedentes de la agricultura ecológica a los que muy pronto se sumaron el pan, los lácteos y, finalmente, la carne. "En el año 2000 nos tachaban de sectáreos, sin embargo ahora percibo que hay mucha más conciencia, sobre todo los más jóvenes", detalla Zamorano que con anterioridad formó parte de la fundación de El Encinar, una asociación de productores y consumidores de productos ecológicos, artesanos y alternativos que opera en la ciudad de Granada.
Lo que se oferta en estos negocios son productos de agricultura ecológica que realicen el menor recorrido posible lo que garantiza por un lado la ausencia de químicos pero también el cuidado del medio ambiente. ¿Por qué traer aguacates del otro lado del mundo si hay en la Costa Tropical? Es la pregunta que podría definir este modelo de negocio que además aportara otra ventaja extra: más sabor y vitaminas a los productos.
En negocios como Umbela, Otra belleza otra sal o La Línea Verde se pueden adquirir tomates con sabor a tomate y pimientos... con sabor a pimiento algo cada vez más difícil de encontrar. Algunos clientes acuden conscientes de los beneficios de estos productos para el medio ambiente, mientras que otros lo hacen motivados por razones de salud. "Los productos son más sanos porque están exentos de químicos y los frescos tienen más nutrientes", remarca Zamorano, que además detalla como se ha extendido la producción a otros productos como vinos, panes, cereales o latas de conserva.
Así, la gran apuesta de estos comerciantes está en el comercio local y en la agricultura de proximidad. Solo se acude a otros productores más lejanos cuando el alimento en cuestión no se fabrica cerca como ocurre con el café o el té que se buscan de comercio justo. Del mismo modo, en estos establecimientos también se ofrece la venta a granel para reducir al máximo el uso de envases. Y algo, todavía más curioso. También tienen productos de limpieza ecológicos para, una vez más, intentar contaminar lo menos posible. Así, ya es encontrar champús, pastas de dientes, desodorantes o cremas hidratantes ecológicos pero también maquillajes o productos de limpieza. De todo ello sabe Gloria Casado, licenciada en Ciencias Ambientales que el pasado año decidió abrir la tienda centrada en cosmética ecológica Estrella de las Nieves. Para ella era difícil encontrar establecimientos donde comprar auténtica cosmética ecológica, por lo que decidió emprender en este negocio especializado en productos de higiene y cosmética para toda la familia, muchos de ellos con precios "sorprendentemente asequibles". Según cuenta, no sólo son productos naturales, sino que además son ecológicos y por tanto elaborados con materias de máxima calidad libres de pesticidas.
En este sentido, Casado, al igual que el resto de comerciantes, hace hincapié en comprobar que los productos que se compran verdaderamente son ecológicos. "Lo natural está de moda y hay muchas marcas que aprovechan esta tendencia para ofrecer productos pseudonaturales". Algo, que según Casado no es fácil de detectar para el consumidor. Así, recomienda consultar la lista de ingredientes del producto (INCI), elegir productos con avales oficiales de cosmética ecológica.
En esta línea, algunos de los establecimientos que trabajan en Granada han ideado crear una asociación de comerciantes de productos ecológicos con un sello propio para garantizar que los productos ecológicos que venden, lo son. Las verdaderas garantías vienen marcadas por la supervisión de los organismos de control de la agricultura ecológica como el CAAE pero algunos negocios barajan la creación de una agrupación según explica Salvador González propietario de La Línea Verde. "Estamos intentando crear una red con un distintivo para dar más garantías de la que aportan los sellos y certificados. Esta asociación trabajaría conjuntamente para garantizar que, los productos que se consuman en Granada "son realmente ecológicos".
Un distintivo que también se extiende cada vez más a la carne, los huevos y la leche. La preocupación por los animales ha llevado a muchas personas a buscar huevos de gallinas camperas que viven a sus anchas en recintos, o leche de vaca que no ha sido sometida a procesos hormonales. "Una vaca de ganadería ecológica da a lo largo de su vida la mitad de leche que de una granja convencional porque se le respeta su ritmo de vida, no toma antibióticos de forma preventiva y tiene una alimentación correcta", destaca González, que recuerda que el producto es algo más caro dado que los gastos de producción también lo son. En La Línea Verde además de vender frutas y hortalizas o productos de higiene han incorporado marcas como Juana Barranco que ofrece moda ética y sostenible o Zacatúa. "Abogamos por un empleo digno y un uso de los recursos responsable", destaca González.
Este cambio de pensamiento agrada especialmente a comerciantes como Ángela Zamorano, propietaria de Umbela, la primera tienda de productos ecológicos que se puso en Granada en el año 2000. Cuando Zamorano empezó, era poco más o menos que un bicho raro en la ciudad. Según ella misma cuenta, solo los extranjeros se interesaban por los primeros productos que colocó en sus estanterías: alimentos procedentes de la agricultura ecológica a los que muy pronto se sumaron el pan, los lácteos y, finalmente, la carne. "En el año 2000 nos tachaban de sectáreos, sin embargo ahora percibo que hay mucha más conciencia, sobre todo los más jóvenes", detalla Zamorano que con anterioridad formó parte de la fundación de El Encinar, una asociación de productores y consumidores de productos ecológicos, artesanos y alternativos que opera en la ciudad de Granada.
Lo que se oferta en estos negocios son productos de agricultura ecológica que realicen el menor recorrido posible lo que garantiza por un lado la ausencia de químicos pero también el cuidado del medio ambiente. ¿Por qué traer aguacates del otro lado del mundo si hay en la Costa Tropical? Es la pregunta que podría definir este modelo de negocio que además aportara otra ventaja extra: más sabor y vitaminas a los productos.
En negocios como Umbela, Otra belleza otra sal o La Línea Verde se pueden adquirir tomates con sabor a tomate y pimientos... con sabor a pimiento algo cada vez más difícil de encontrar. Algunos clientes acuden conscientes de los beneficios de estos productos para el medio ambiente, mientras que otros lo hacen motivados por razones de salud. "Los productos son más sanos porque están exentos de químicos y los frescos tienen más nutrientes", remarca Zamorano, que además detalla como se ha extendido la producción a otros productos como vinos, panes, cereales o latas de conserva.
Así, la gran apuesta de estos comerciantes está en el comercio local y en la agricultura de proximidad. Solo se acude a otros productores más lejanos cuando el alimento en cuestión no se fabrica cerca como ocurre con el café o el té que se buscan de comercio justo. Del mismo modo, en estos establecimientos también se ofrece la venta a granel para reducir al máximo el uso de envases. Y algo, todavía más curioso. También tienen productos de limpieza ecológicos para, una vez más, intentar contaminar lo menos posible. Así, ya es encontrar champús, pastas de dientes, desodorantes o cremas hidratantes ecológicos pero también maquillajes o productos de limpieza. De todo ello sabe Gloria Casado, licenciada en Ciencias Ambientales que el pasado año decidió abrir la tienda centrada en cosmética ecológica Estrella de las Nieves. Para ella era difícil encontrar establecimientos donde comprar auténtica cosmética ecológica, por lo que decidió emprender en este negocio especializado en productos de higiene y cosmética para toda la familia, muchos de ellos con precios "sorprendentemente asequibles". Según cuenta, no sólo son productos naturales, sino que además son ecológicos y por tanto elaborados con materias de máxima calidad libres de pesticidas.
En este sentido, Casado, al igual que el resto de comerciantes, hace hincapié en comprobar que los productos que se compran verdaderamente son ecológicos. "Lo natural está de moda y hay muchas marcas que aprovechan esta tendencia para ofrecer productos pseudonaturales". Algo, que según Casado no es fácil de detectar para el consumidor. Así, recomienda consultar la lista de ingredientes del producto (INCI), elegir productos con avales oficiales de cosmética ecológica.
En esta línea, algunos de los establecimientos que trabajan en Granada han ideado crear una asociación de comerciantes de productos ecológicos con un sello propio para garantizar que los productos ecológicos que venden, lo son. Las verdaderas garantías vienen marcadas por la supervisión de los organismos de control de la agricultura ecológica como el CAAE pero algunos negocios barajan la creación de una agrupación según explica Salvador González propietario de La Línea Verde. "Estamos intentando crear una red con un distintivo para dar más garantías de la que aportan los sellos y certificados. Esta asociación trabajaría conjuntamente para garantizar que, los productos que se consuman en Granada "son realmente ecológicos".
Un distintivo que también se extiende cada vez más a la carne, los huevos y la leche. La preocupación por los animales ha llevado a muchas personas a buscar huevos de gallinas camperas que viven a sus anchas en recintos, o leche de vaca que no ha sido sometida a procesos hormonales. "Una vaca de ganadería ecológica da a lo largo de su vida la mitad de leche que de una granja convencional porque se le respeta su ritmo de vida, no toma antibióticos de forma preventiva y tiene una alimentación correcta", destaca González, que recuerda que el producto es algo más caro dado que los gastos de producción también lo son. En La Línea Verde además de vender frutas y hortalizas o productos de higiene han incorporado marcas como Juana Barranco que ofrece moda ética y sostenible o Zacatúa. "Abogamos por un empleo digno y un uso de los recursos responsable", destaca González.
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