El equipo de arqueólogos dirigido por Jorge Padial y Sonia Ruiz también ha documentado que se utilizaron restos de lápidas del cementerio musulmán para levantar la tumba de los reyes
G. CAPPA GRANADA
Lo primero que se enseña en las clases de Arqueología es que las civilizaciones se superponen una sobre otra. El último ejemplo son los restos de un edificio de época almohade fechado en torno a los siglos XI y XII d. C. y que está situado junto a la Capilla Real. A finales de año, el equipo de arqueólogos dirigido por Jorge Padial y Sonia Ruiz se topó con un gran muro situado en paralelo al Palacio de la Madraza, una estructura relacionada con una conducción de agua que acababa en un pozo ciego. La gran dimensión de este conducto, que evacuaba una ingente cantidad de agua, hizo pensar a los especialistas que se trataba de un edificio de uso público con un gran trasiego de gente, además de elucubrar con la posibilidad de que formase parte de un eje de construcciones perfectamente definido.
Todos estos datos han aparecido en una minúscula excavación en la zona de jardines situada junto a la Capilla Real, una intervención de urgencia porque las filtraciones de agua de este espacio sembrado de naranjos en los años setenta estaba amenazando las obras de arte que atesora el Museo de la Capilla Real, situado justo debajo de este espacio.
Durante estos trabajos también se encontraron con elementos reutilizados en la cimentación de la Capilla Real, como diversas sepulturas (maqabryllas) del cementerio islámico que se aprovecharon para levantar la tumba de los reyes tras la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos.
"Siempre se dijo que Granada se había fundado en el siglo XI en la zona del Albaicín, pero no tenía sentido poner la Mezquita Mayor en tierra de nadie. Hoy ya sabemos que esta zona sí estaba construida y configurada con un poblamiento considerable, como mínimo desde finales del siglo XI, una zona que pertenecía a la familia real", señala Jorge Padial
En este sentido, se pensaba que en el entorno de La Madraza había una zona de huertos, aunque estos descubrimientos vienen a corroborar lo contrario. "El registro arqueológico en este sondeo ha arrojado datos que nos permiten situarnos en niveles cronológicos muy tempranos", señala Padial. "Se trata de los restos a de tres muros de fábrica de tapial, pertenecientes a los siglos XI-XII, tres estructuras adscribibles a época zirí que hay que poner en relación con la construcción de un edificio, bien de carácter público o bien relacionado con la clase aristocrática, del que parece formar parte a tenor de los materiales empleados y sus dimensiones, todo ello enmarcado en una planificación urbanística previa de la zona, como ponen de manifiesto la orientación de los muros y el espacio en el que se inserta", confirma el investigador que pone en relación este descubrimiento con las excavaciones que se hicieron en este entorno hace años, caso del Palacio de la Madraza o el solar del actual Centro Guerrero, donde también aparecieron estructuras del siglo XI asociadas al comercio. "Cuando se excavó el aljibe que pertenecía a la Mezquita mayor, en la zona de la lonja, aparecieron restos de lo que podrían ser los baños de la Mezquita", continúa el arqueólogo para demostrar que esta zona estaba perfectamente integrada en la ciudad en estas fechas.
La actividad arqueológica está vinculada a las obras de emergencia de restauración de cresterías, pináculos de la Capilla Real y jardines en la fachada de la Calle Oficios de Granada, dirigido por el arquitecto Pedro Salmerón Escobar y promovido por el Cabildo de la Capilla Real. Ahora, este entorno ha recuperado su esplendor tras la restauración y, además, ha conseguido sacar a la luz una parte de su historia.
Todos estos datos han aparecido en una minúscula excavación en la zona de jardines situada junto a la Capilla Real, una intervención de urgencia porque las filtraciones de agua de este espacio sembrado de naranjos en los años setenta estaba amenazando las obras de arte que atesora el Museo de la Capilla Real, situado justo debajo de este espacio.
Durante estos trabajos también se encontraron con elementos reutilizados en la cimentación de la Capilla Real, como diversas sepulturas (maqabryllas) del cementerio islámico que se aprovecharon para levantar la tumba de los reyes tras la conquista de Granada por parte de los Reyes Católicos.
"Siempre se dijo que Granada se había fundado en el siglo XI en la zona del Albaicín, pero no tenía sentido poner la Mezquita Mayor en tierra de nadie. Hoy ya sabemos que esta zona sí estaba construida y configurada con un poblamiento considerable, como mínimo desde finales del siglo XI, una zona que pertenecía a la familia real", señala Jorge Padial
En este sentido, se pensaba que en el entorno de La Madraza había una zona de huertos, aunque estos descubrimientos vienen a corroborar lo contrario. "El registro arqueológico en este sondeo ha arrojado datos que nos permiten situarnos en niveles cronológicos muy tempranos", señala Padial. "Se trata de los restos a de tres muros de fábrica de tapial, pertenecientes a los siglos XI-XII, tres estructuras adscribibles a época zirí que hay que poner en relación con la construcción de un edificio, bien de carácter público o bien relacionado con la clase aristocrática, del que parece formar parte a tenor de los materiales empleados y sus dimensiones, todo ello enmarcado en una planificación urbanística previa de la zona, como ponen de manifiesto la orientación de los muros y el espacio en el que se inserta", confirma el investigador que pone en relación este descubrimiento con las excavaciones que se hicieron en este entorno hace años, caso del Palacio de la Madraza o el solar del actual Centro Guerrero, donde también aparecieron estructuras del siglo XI asociadas al comercio. "Cuando se excavó el aljibe que pertenecía a la Mezquita mayor, en la zona de la lonja, aparecieron restos de lo que podrían ser los baños de la Mezquita", continúa el arqueólogo para demostrar que esta zona estaba perfectamente integrada en la ciudad en estas fechas.
La actividad arqueológica está vinculada a las obras de emergencia de restauración de cresterías, pináculos de la Capilla Real y jardines en la fachada de la Calle Oficios de Granada, dirigido por el arquitecto Pedro Salmerón Escobar y promovido por el Cabildo de la Capilla Real. Ahora, este entorno ha recuperado su esplendor tras la restauración y, además, ha conseguido sacar a la luz una parte de su historia.
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