El nuevo retraso se debe a "problemas técnicos" al liberar las subvenciones consignadas en 2016
G. S. M. GRANADA
Los veinte trabajadores que conforman la plantilla de la Fundación El Legado Andalusí se levantan cada mañana desde hace ocho meses sabiendo que tienen que prepararse, ir a su puesto de trabajo y darlo todo sin recibir ni un euro a cambio. El retraso en el pago de las nóminas de los empleados de El Legado no es una situación nueva. Desde el año 2012, los trabajadores vienen sufriendo demoras periódicas en el abono de sus nóminas. Pero ninguna había sido tan larga.
Los meses corren rápido, y la última vez que la plantilla vio un ingreso en sus cuentas procedente de El Legado Andalusí fue en julio de 2015. De momento, los trabajadores tienen pendientes de cobrar las nóminas de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2015 y enero, febrero y marzo de 2016. "Estamos en una situación crítica", aseguró ayer a este periódico la representante sindical de El Legado, Lola Luque (UGT), que apuntó que "los meses van pasando" y, aunque no llegan las nóminas, la hipoteca, las facturas y los gastos sí que son puntuales. La mayoría de los trabajadores han tenido que recurrir a la red familiar para poder afrontar la situación de impagos, una situación "insostenible" que se ha producido ya demasiadas veces.
Al menos, según Luque, el problema parece estar "en vías de solución". Los responsables de El Legado y de la Junta de Andalucía han comunicado a los trabajadores que esperan poder regularizar la situación a finales de mayo o principios de junio, cuando la plantilla llevará diez u once meses sin recibir ni una nómina. Al parecer, según indicó la representante sindical, el retraso se debe a "problemas técnicos y administrativos" que están ralentizando la liberación del dinero por parte de la Junta de Andalucía.
Pese a la difícil situación, desde la plantilla aseguran que en los últimos meses, coincidiendo con la adscripción de El Legado Andalusí a la Consejería de Cultura, liderada por Rosa Aguilar, se ha "avanzado algo". Según Luque, hay tres subvenciones consignadas en el Presupuesto de la Junta de Andalucía para la El Legado, pero los problemas administrativos han ralentizado su liberación y, de momento, están "intentando agilizar" su solución para que el dinero llegue a los trabajadores.
Lola Luque recuerda que aunque los impagos periódicos comenzaron a producirse en 2012, la situación viene de antes, de "la anterior dirección y el anterior consejero de Turismo". Es decir, Francisca Pleguezuelos y Luciano Alonso. De hecho, la representante sindical subrayó que la actual directora de la Fundación El Legado Andalusí, Marina Martín, es la que ha "luchado" por la adscripción del organismo a la Consejería de Cultura. De hecho, las nóminas que sí han cobrado desde que comenzaron los problemas en la Fundación por la falta de consignación presupuestaria "ha sido gracias a proyectos europeos y a la gestión de la directora", según la representante sindical. Aunque se avance y, en teoría, haya un plazo más o menos plausible para la solución de los problemas de la plantilla, eso no quita que, cuando lleguen, las nóminas llegarán tarde, y que los trabajadores juegan "con el tiempo en contra".
El contexto en el que la plantilla desempeña su labor está tan lleno de incertidumbre que incluso han llegado a interpretar varias interrupciones del suministro eléctrico que se produjeron la semana pasada en el Parque de las Ciencias como una consecuencia de los impagos de las facturas eléctricas, según una carta remitida a este periódico.
Los meses corren rápido, y la última vez que la plantilla vio un ingreso en sus cuentas procedente de El Legado Andalusí fue en julio de 2015. De momento, los trabajadores tienen pendientes de cobrar las nóminas de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2015 y enero, febrero y marzo de 2016. "Estamos en una situación crítica", aseguró ayer a este periódico la representante sindical de El Legado, Lola Luque (UGT), que apuntó que "los meses van pasando" y, aunque no llegan las nóminas, la hipoteca, las facturas y los gastos sí que son puntuales. La mayoría de los trabajadores han tenido que recurrir a la red familiar para poder afrontar la situación de impagos, una situación "insostenible" que se ha producido ya demasiadas veces.
Al menos, según Luque, el problema parece estar "en vías de solución". Los responsables de El Legado y de la Junta de Andalucía han comunicado a los trabajadores que esperan poder regularizar la situación a finales de mayo o principios de junio, cuando la plantilla llevará diez u once meses sin recibir ni una nómina. Al parecer, según indicó la representante sindical, el retraso se debe a "problemas técnicos y administrativos" que están ralentizando la liberación del dinero por parte de la Junta de Andalucía.
Pese a la difícil situación, desde la plantilla aseguran que en los últimos meses, coincidiendo con la adscripción de El Legado Andalusí a la Consejería de Cultura, liderada por Rosa Aguilar, se ha "avanzado algo". Según Luque, hay tres subvenciones consignadas en el Presupuesto de la Junta de Andalucía para la El Legado, pero los problemas administrativos han ralentizado su liberación y, de momento, están "intentando agilizar" su solución para que el dinero llegue a los trabajadores.
Lola Luque recuerda que aunque los impagos periódicos comenzaron a producirse en 2012, la situación viene de antes, de "la anterior dirección y el anterior consejero de Turismo". Es decir, Francisca Pleguezuelos y Luciano Alonso. De hecho, la representante sindical subrayó que la actual directora de la Fundación El Legado Andalusí, Marina Martín, es la que ha "luchado" por la adscripción del organismo a la Consejería de Cultura. De hecho, las nóminas que sí han cobrado desde que comenzaron los problemas en la Fundación por la falta de consignación presupuestaria "ha sido gracias a proyectos europeos y a la gestión de la directora", según la representante sindical. Aunque se avance y, en teoría, haya un plazo más o menos plausible para la solución de los problemas de la plantilla, eso no quita que, cuando lleguen, las nóminas llegarán tarde, y que los trabajadores juegan "con el tiempo en contra".
El contexto en el que la plantilla desempeña su labor está tan lleno de incertidumbre que incluso han llegado a interpretar varias interrupciones del suministro eléctrico que se produjeron la semana pasada en el Parque de las Ciencias como una consecuencia de los impagos de las facturas eléctricas, según una carta remitida a este periódico.
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