DIEGO GRACIA GUILLÉN. MÉDICO ESPECIALISTA EN BIOÉTICA
El doctor Gracia participó ayer en las jornadas de bioética de San Juan de Dios Asegura que en la fase terminal se pueden vivir los mejores momentos
GUSTAVO GÓMEZ GRANADA 
A la muerte que recorre los pasillos de los hospitales hay mucha formas de encararla. No sólo se libra batallas contra ella en el Hospital de San Rafael, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y referente andaluz en el tratamiento de cuidados paliativos. Allí también se reflexiona sobre cómo afrontar los momentos finales de una vida. En esa apasionante, y casi siempre callada, tarea figura como autoridad mundial Diego Gracia Guillén (Madrid, 1941). Este filósofo y médico especialista en Bioética participó ayer en las XVII Jornadas de Bioética de San Juan de Dios.
-En la película 'Del revés' aprendimos el valor de la tristeza. ¿Qué podemos aprender del dolor y la enfermedad?
-Con los cuidados paliativos demostramos que en ocasiones el dolor no ha sido sólo negativo sino también positivo. Y a veces son los momentos más positivos, porque los seres humanos pueden vivir los episodios más importantes de su vida en la fase terminal, aunque sean tiempos muy cortos.
-En esos territorios tan grisáceos, donde la muerte y la vida lindan, suele primar el mantenimiento de la vida física a toda costa. ¿A qué se debe esta tendencia generalizada en los hospitales?
-Llevo año promoviendo el procedimiento de la deliberación. La relación clínica es un proceso de deliberación, en el cual médico y paciente deben hablar sobre todos los elementos que intervienen en la toma de decisiones clínicas. Los profesionales saben muy bien que deben tener en cuenta los datos clínicos y por eso lo hacen. Es el famoso consentimiento informado. Pero hay otro factor que no saben manejar tan bien, y que es lo que aporta la Bioética: son los valores en juego y la gestión del conflicto de valores.
-¿Deben pactar médico y paciente?
-Más que pactar se trata de deliberar sobre todos los elementos que son importantes y que juegan un papel fundamental en el proceso de toma de decisiones clínicas. La función de éstas es que se llegue a un acuerdo y a una decisión que sea óptima para el paciente y para el profesional.
-¿Por qué el médico está obligado a no escudarse sólo en los aspectos técnicos de su profesión?
-Las decisiones humanas no se toman sólo con hechos técnicos, sino también con valores. De hecho, valor significa que son cosas que consideramos importantes. Por ejemplo, el valor económico lo entiende todo el mundo. Hay otros que deben tenerse en cuenta, como los religiosos, los estéticos,…
-¿Un valor económico en la Medicina?
-Un tema que a los médicos les ha costado mucho entender es que ellos tienen la obligación de hacer lo mejor para el paciente pero ellos también deben tener en cuenta el precio de los procedimientos que indican. Esto, que es fundamental para el gerente del hospital, también el profesional debe considerarlo. Ha costado mucho, por ejemplo, que los profesionales sean conscientes de que toda persona que tiene un talonario de recetas está gestionando recursos y los pude gestionar mejor o peor. Pero los médicos no lo entienden tan fácilmente porque consideran que tienen que hacer lo mejor para el paciente y el tema del precio no va con ellos. Los valores son esenciales en la toma de decisiones y los profesionales no estamos educados para gestionar los valores. Éste es el papel de la Bioética.
-Usted afirma que la salud se ha convertido en un "bien de consumo".
-En el siglo XIX, cuando se produjo la Revolución Industrial, se consideraba la salud como un bien de producción. La fuerza de trabajo, si está enferma, no puede trabajar. Por tanto, es fundamental la mano de obra sana. Los estados, por ello, tienen que invertir en salud para que haya fuerza de salud sana. Pero desde la Segunda Guerra Mundial, y con la llegada de la Sociedad del Bienestar, la salud se ha convertido en un bien de consumo. Incluso económicamente se ha considerado que el consumo en salud es siempre productivo.
-Ponga un ejemplo
-Cuando hoy he llegado al aeropuerto de Granada había un avión enorme donde viajaba un montonazo de personas mayores. ¿Eso es rentable? Antes se decía que no y ahora que sí. ¿Es rentable la inversión del Imserso en que los mayores de 65 años pasen los inviernos en Torrevieja? Antes se decía que no y ahora que sí.
-En la película 'Del revés' aprendimos el valor de la tristeza. ¿Qué podemos aprender del dolor y la enfermedad?
-Con los cuidados paliativos demostramos que en ocasiones el dolor no ha sido sólo negativo sino también positivo. Y a veces son los momentos más positivos, porque los seres humanos pueden vivir los episodios más importantes de su vida en la fase terminal, aunque sean tiempos muy cortos.
-En esos territorios tan grisáceos, donde la muerte y la vida lindan, suele primar el mantenimiento de la vida física a toda costa. ¿A qué se debe esta tendencia generalizada en los hospitales?
-Llevo año promoviendo el procedimiento de la deliberación. La relación clínica es un proceso de deliberación, en el cual médico y paciente deben hablar sobre todos los elementos que intervienen en la toma de decisiones clínicas. Los profesionales saben muy bien que deben tener en cuenta los datos clínicos y por eso lo hacen. Es el famoso consentimiento informado. Pero hay otro factor que no saben manejar tan bien, y que es lo que aporta la Bioética: son los valores en juego y la gestión del conflicto de valores.
-¿Deben pactar médico y paciente?
-Más que pactar se trata de deliberar sobre todos los elementos que son importantes y que juegan un papel fundamental en el proceso de toma de decisiones clínicas. La función de éstas es que se llegue a un acuerdo y a una decisión que sea óptima para el paciente y para el profesional.
-¿Por qué el médico está obligado a no escudarse sólo en los aspectos técnicos de su profesión?
-Las decisiones humanas no se toman sólo con hechos técnicos, sino también con valores. De hecho, valor significa que son cosas que consideramos importantes. Por ejemplo, el valor económico lo entiende todo el mundo. Hay otros que deben tenerse en cuenta, como los religiosos, los estéticos,…
-¿Un valor económico en la Medicina?
-Un tema que a los médicos les ha costado mucho entender es que ellos tienen la obligación de hacer lo mejor para el paciente pero ellos también deben tener en cuenta el precio de los procedimientos que indican. Esto, que es fundamental para el gerente del hospital, también el profesional debe considerarlo. Ha costado mucho, por ejemplo, que los profesionales sean conscientes de que toda persona que tiene un talonario de recetas está gestionando recursos y los pude gestionar mejor o peor. Pero los médicos no lo entienden tan fácilmente porque consideran que tienen que hacer lo mejor para el paciente y el tema del precio no va con ellos. Los valores son esenciales en la toma de decisiones y los profesionales no estamos educados para gestionar los valores. Éste es el papel de la Bioética.
-Usted afirma que la salud se ha convertido en un "bien de consumo".
-En el siglo XIX, cuando se produjo la Revolución Industrial, se consideraba la salud como un bien de producción. La fuerza de trabajo, si está enferma, no puede trabajar. Por tanto, es fundamental la mano de obra sana. Los estados, por ello, tienen que invertir en salud para que haya fuerza de salud sana. Pero desde la Segunda Guerra Mundial, y con la llegada de la Sociedad del Bienestar, la salud se ha convertido en un bien de consumo. Incluso económicamente se ha considerado que el consumo en salud es siempre productivo.
-Ponga un ejemplo
-Cuando hoy he llegado al aeropuerto de Granada había un avión enorme donde viajaba un montonazo de personas mayores. ¿Eso es rentable? Antes se decía que no y ahora que sí. ¿Es rentable la inversión del Imserso en que los mayores de 65 años pasen los inviernos en Torrevieja? Antes se decía que no y ahora que sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario