A la espera de un complemento para subir nóminas, los mejores científicos serán compensados con más tiempo
LOLA QUERO GRANADA
Los mejores investigadores de la Universidad de Granada, un grupo que por el momento no llegaría a la docena de personas, tendrán un tratamiento especial por parte de la institución, que está organizando formas de incentivar esta tarea, ya sea con dinero o con tiempo. Lo primero está en estudio, pero sí se ha dado ya un paso para reducir las horas de clase que tienen que impartir anualmente.
La equiparación con los sueldos que científicos de este nivel ganan en otras instituciones no es por el momento posible, aunque se están buscando complementos procedentes de Europa para incentivar la captación de talento. "Esperamos mucho de ellos así que al menos queremos pagarles con tiempo", explicó a este periódico el vicerrector de Investigación, Enrique Herrera, unos días antes de que el Consejo de Gobierno de la UGR aprobara el nuevo Plan de Ordenación Docente para el próximo curso.
Este documento tiene un apartado de compensaciones y reducciones docentes, donde se establecen el máximo de horas de clase que pueden quitarse algunos miembros de la UGR por diversos motivos, especialmente el desempeño de otras funciones como la gestión (rectora y resto del equipo de gobierno), la actividad sindical, la dirección de tesis, la colaboración con empresas o la avanzada edad de los catedráticos.
Como novedad, en el primer Plan de Ordenación Docente elaborado por el nuevo equipo de la rectora Pilar Aranda, se ha incluido un epígrafe en el que se abre la puerta a las compensaciones docentes para aquellos investigadores que participan en el programa de intensificación de la investigación del Plan Propio de la UGR, aprobado también recientemente con el mismo objetivo, que es incentivar la actividad investigadora de élite, especialmente la que tiene que ver con proyectos europeos.
Ese programa ofrece a estos científicos dotación de personal adicional para realizar tareas de investigación y una línea especial de reconocimiento de su tarea, entre lo que estaría esa reducción del tiempo que han de dedicar a la docencia para centrarse en la investigación.
El vicerrector explicó que hay fórmulas que se pueden articular para liberar de trabajo a estas personas tan importantes para la Universidad, como la redistribución de su carga docente o que los becarios den clases, lo que les permitiría también a éstos tener más docencia para su acreditación.
Esos investigadores de élite que podrían acceder a esas condiciones especiales sería los altamente citados (una categoría que aparece en los ránkings internacionales y en la que se cuelan cada año muy pocos representantes de la UGR), los coordinadores de proyectos europeos y los investigadores de proyectos ERC (las iniciativas individuales financiadas por Europa que en este momento son objetivo fundamental de la UGR y la mayoría de universidades, por su alta dotación económica), que en este momento solo hay dos en la Universidad de Granada.
Estos científicos tendrían que solicitar adherirse al programa propio de la UGR de Intensificación de la Investigación, que les obliga a hacer informes anuales para un seguimiento de su actuación y a mencionar a esta institución en todas sus publicaciones. Esta línea de ayudas es una de las novedades incluidas este año en el Plan Propio de Investigación, encaminadas todas a subir el nivel de excelencia en la UGR.
"Tenemos que jugar en una liga superior y no estamos preparados ni mental ni estructuralmente", declaró el vicerrector al hilo de la explicación sobre las novedades que se están introduciendo. La idea no es que estos investigadores desconecten del todo de la docencia, porque "creemos que es importante mantener la vinculación, aunque sí es necesario liberarles de tiempo para viajar, asistir a reuniones en Europa y otras necesidades de la investigación", agregó Herrera.
En cuanto a la posibilidad de aumentar la retribución de algunos investigadores, sobre todo para propiciar que vengan a trabajar aquí algunos de los mejores (que es otro de los objetivos del Plan Propio de Investigación), por el momento no es posible, con los corsés propios de una universidad pública. Hay otras instituciones, como universidades privadas o el propio Centro Superior de Investigaciones Científicas, que han introducido cambios que le permiten una cierta flexibilidad a la hora de fijar las retribuciones de sus investigadores de referencia.
La Universidad de Granada está trabajando para tratar de acceder el año próximo a un complemento aportado por la Unión Europea (Cofund) que permitiría duplicar el salario que se les puede ofrecer actualmente a los mejores investigadores para venir a Granada.
La equiparación con los sueldos que científicos de este nivel ganan en otras instituciones no es por el momento posible, aunque se están buscando complementos procedentes de Europa para incentivar la captación de talento. "Esperamos mucho de ellos así que al menos queremos pagarles con tiempo", explicó a este periódico el vicerrector de Investigación, Enrique Herrera, unos días antes de que el Consejo de Gobierno de la UGR aprobara el nuevo Plan de Ordenación Docente para el próximo curso.
Este documento tiene un apartado de compensaciones y reducciones docentes, donde se establecen el máximo de horas de clase que pueden quitarse algunos miembros de la UGR por diversos motivos, especialmente el desempeño de otras funciones como la gestión (rectora y resto del equipo de gobierno), la actividad sindical, la dirección de tesis, la colaboración con empresas o la avanzada edad de los catedráticos.
Como novedad, en el primer Plan de Ordenación Docente elaborado por el nuevo equipo de la rectora Pilar Aranda, se ha incluido un epígrafe en el que se abre la puerta a las compensaciones docentes para aquellos investigadores que participan en el programa de intensificación de la investigación del Plan Propio de la UGR, aprobado también recientemente con el mismo objetivo, que es incentivar la actividad investigadora de élite, especialmente la que tiene que ver con proyectos europeos.
Ese programa ofrece a estos científicos dotación de personal adicional para realizar tareas de investigación y una línea especial de reconocimiento de su tarea, entre lo que estaría esa reducción del tiempo que han de dedicar a la docencia para centrarse en la investigación.
El vicerrector explicó que hay fórmulas que se pueden articular para liberar de trabajo a estas personas tan importantes para la Universidad, como la redistribución de su carga docente o que los becarios den clases, lo que les permitiría también a éstos tener más docencia para su acreditación.
Esos investigadores de élite que podrían acceder a esas condiciones especiales sería los altamente citados (una categoría que aparece en los ránkings internacionales y en la que se cuelan cada año muy pocos representantes de la UGR), los coordinadores de proyectos europeos y los investigadores de proyectos ERC (las iniciativas individuales financiadas por Europa que en este momento son objetivo fundamental de la UGR y la mayoría de universidades, por su alta dotación económica), que en este momento solo hay dos en la Universidad de Granada.
Estos científicos tendrían que solicitar adherirse al programa propio de la UGR de Intensificación de la Investigación, que les obliga a hacer informes anuales para un seguimiento de su actuación y a mencionar a esta institución en todas sus publicaciones. Esta línea de ayudas es una de las novedades incluidas este año en el Plan Propio de Investigación, encaminadas todas a subir el nivel de excelencia en la UGR.
"Tenemos que jugar en una liga superior y no estamos preparados ni mental ni estructuralmente", declaró el vicerrector al hilo de la explicación sobre las novedades que se están introduciendo. La idea no es que estos investigadores desconecten del todo de la docencia, porque "creemos que es importante mantener la vinculación, aunque sí es necesario liberarles de tiempo para viajar, asistir a reuniones en Europa y otras necesidades de la investigación", agregó Herrera.
En cuanto a la posibilidad de aumentar la retribución de algunos investigadores, sobre todo para propiciar que vengan a trabajar aquí algunos de los mejores (que es otro de los objetivos del Plan Propio de Investigación), por el momento no es posible, con los corsés propios de una universidad pública. Hay otras instituciones, como universidades privadas o el propio Centro Superior de Investigaciones Científicas, que han introducido cambios que le permiten una cierta flexibilidad a la hora de fijar las retribuciones de sus investigadores de referencia.
La Universidad de Granada está trabajando para tratar de acceder el año próximo a un complemento aportado por la Unión Europea (Cofund) que permitiría duplicar el salario que se les puede ofrecer actualmente a los mejores investigadores para venir a Granada.
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