Especialistas del centro Genyo participan en un proyecto internacional que desarrolla un sistema capaz de obtener datos de la enfermedad con una sencilla prueba de sangre
LOLA QUERO GRANADa
Un sencillo análisis de sangre, realizado por personal no necesariamente especializado en la materia y de cualquier centro médico, podría detectar en menos de una hora el cáncer en una persona o aportar datos sobre la evolución de la enfermedad. Un grupo de empresas e instituciones de diferentes puntos de Europa trabaja en el prototipo de este nuevo sistema, basado en la llamada biopsia líquida, y que se va a validar con muestras de pacientes tratados en Granada.
Un grupo que trabaja en el centro Genyo, en colaboración con personal de la Unidad de Oncología del Complejo Hospitalario de Granada, ya ha comenzado a reclutar muestras de pacientes, que servirán para validar la nueva tecnología que se está poniendo a punto.
Como en cualquier sistema de validación que tiene que ver con la salud de las personas, los resultados de los controles que se realizan mediante los fluidos aportados por esos pacientes no les benefician directamente a ellos, pues no se puede aplicar al no estar aún finalizado el proceso de comprobación. "El beneficio será para el futuro y no para el paciente que aporta su muestra, aunque el resultado sea magnífico y se vea muy claro", explicó a este periódico una de las responsables del proyecto en Granada, María José Serrano.
El nuevo sistema permitirá realizar controles sencillos no invasivos y con un coste tres veces menor. Esto ayudará a la detección precoz del cáncer y al seguimiento periódico. La detección se basa en el ADN que libera el tumor en el organismo. El nuevo sistema de diagnóstico permitirá detectar ese ADN circulante y las mutaciones que sufre asociadas al cáncer con más de un 95% de fiabilidad. Lo que eliminaría los falsos positivos.
El proyecto financiado con casi 3 millones de euros europeos, forma parte de las investigaciones seleccionadas en el Horizonte 2020 para apoyar la ciencia más puntera que se realiza en el continente. En esta iniciativa llamada LiqBiopSens participan el Servicio Andaluz de Salud, una empresa de Valencia (AWSensors), la empresa Destina Genomics (fundada por el granadino Juan José Díaz Mochón), una universidad de Bélgica y el Instituto Forth de Grecia.
Desde el centro Genyo, ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, se van a llevar a cabo dos funciones importantes en el proyecto, que son la "validación de la tecnología con pacientes y la implementación en el ámbito clínico, los protocolos". Es decir, la comprobación sobre su eficacia y la forma de aplicarlo, según explicó a este periódico el científico Díaz Mochón, que trabaja en este centro y es uno de los científicos más destacados de este programa.
El químico explicó que esta forma de diagnóstico a través de la biopsia líquida se ha comenzado a hacer en centros de élite, pero la idea del nuevo proyecto es tratar de hacerlo extensible, con una tecnología que permita abaratar costes, hacerlo más fiable y sencillo para su uso en cualquier centro y sin necesidad de contar con personal extremadamente especializado.
El proyecto se va a concentrar especialmente en el cáncer colorrectal, porque "cada cáncer tiene su huella" y, aunque se pongan las bases de una plataforma común, es necesario buscar el rastro en cada tipo de enfermedad de un modo individualizado.
La iniciativa se encuentra en su fase inicial, pues en enero se produjo la primera reunión de socios y los días 7 y 8 de julio habrá otro encuentro en Creta para abordar la parte más tecnológica, de la puesta a punto del prototipo. El proyecto tiene una duración estimada de tres años, pero ya se están reclutando las muestras para la validación.
Un grupo que trabaja en el centro Genyo, en colaboración con personal de la Unidad de Oncología del Complejo Hospitalario de Granada, ya ha comenzado a reclutar muestras de pacientes, que servirán para validar la nueva tecnología que se está poniendo a punto.
Como en cualquier sistema de validación que tiene que ver con la salud de las personas, los resultados de los controles que se realizan mediante los fluidos aportados por esos pacientes no les benefician directamente a ellos, pues no se puede aplicar al no estar aún finalizado el proceso de comprobación. "El beneficio será para el futuro y no para el paciente que aporta su muestra, aunque el resultado sea magnífico y se vea muy claro", explicó a este periódico una de las responsables del proyecto en Granada, María José Serrano.
El nuevo sistema permitirá realizar controles sencillos no invasivos y con un coste tres veces menor. Esto ayudará a la detección precoz del cáncer y al seguimiento periódico. La detección se basa en el ADN que libera el tumor en el organismo. El nuevo sistema de diagnóstico permitirá detectar ese ADN circulante y las mutaciones que sufre asociadas al cáncer con más de un 95% de fiabilidad. Lo que eliminaría los falsos positivos.
El proyecto financiado con casi 3 millones de euros europeos, forma parte de las investigaciones seleccionadas en el Horizonte 2020 para apoyar la ciencia más puntera que se realiza en el continente. En esta iniciativa llamada LiqBiopSens participan el Servicio Andaluz de Salud, una empresa de Valencia (AWSensors), la empresa Destina Genomics (fundada por el granadino Juan José Díaz Mochón), una universidad de Bélgica y el Instituto Forth de Grecia.
Desde el centro Genyo, ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud de Granada, se van a llevar a cabo dos funciones importantes en el proyecto, que son la "validación de la tecnología con pacientes y la implementación en el ámbito clínico, los protocolos". Es decir, la comprobación sobre su eficacia y la forma de aplicarlo, según explicó a este periódico el científico Díaz Mochón, que trabaja en este centro y es uno de los científicos más destacados de este programa.
El químico explicó que esta forma de diagnóstico a través de la biopsia líquida se ha comenzado a hacer en centros de élite, pero la idea del nuevo proyecto es tratar de hacerlo extensible, con una tecnología que permita abaratar costes, hacerlo más fiable y sencillo para su uso en cualquier centro y sin necesidad de contar con personal extremadamente especializado.
El proyecto se va a concentrar especialmente en el cáncer colorrectal, porque "cada cáncer tiene su huella" y, aunque se pongan las bases de una plataforma común, es necesario buscar el rastro en cada tipo de enfermedad de un modo individualizado.
La iniciativa se encuentra en su fase inicial, pues en enero se produjo la primera reunión de socios y los días 7 y 8 de julio habrá otro encuentro en Creta para abordar la parte más tecnológica, de la puesta a punto del prototipo. El proyecto tiene una duración estimada de tres años, pero ya se están reclutando las muestras para la validación.
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